EL PAN DE MAIRENA SE VENDE EN MARCHENA
Luis el del motor. Molinero de Mairena, panadero en Marchena

José Manuel Navarro

Cuando los molinos de Gandul y Marchenilla redujeron su actividad ante la competencia de los molinos a motor, una página de la historia se cerraba para abrirse otra. La larga decadencia de Gandul estaba llegando a su fin, las últimas familias abandonaban la aldea, instalándose en las poblaciones cercanas Alcalá de Guadaíra y Mairena del Alcor.

En la segunda década del s. XX en Alcalá, llamada "de los panaderos", se había instalado la primera fábrica harinera de la comarca, Nuestra Señora del Aguila, que comenzó a molturar trigo mediante procesos mecánicos. Fue conocida como "asesina de molineros", e incluso llegó a sufrir un intento de incendio por varios molineros exaltados que veían como se reducían drásticamente sus encargos.

En Mairena, José Monte, hijo de "Quito", molinero de Marchenilla, que había trabajado muchos años en el molino Pared Blanca, construye el primer molino mecánico, movido a motor, en 1920, instalándolo en la calle Ancha. La rapidez de trabajo debido a la velocidad de molienda, permite abaratar fuertemente los coste de producción, consiguiendo no sólo aumentar la cantidad de trigo molido por día, sino reducir considerablemente el precio de la fanega de harina molida, lo que supone una dura competencia para los molineros tradicionales.

Progresivamente, a lo largo de la década de los 30, los molinos van siendo abandonados. En el Viso dejan de funcionar los de la corriente de Alcaudete, muy pequeños y de escasa producción. En Mairena no resisten los 4 molinos del arroyo de la Vega.

Únicamente en Marchenilla se mantienen en funcionamiento algunos años los molinos más cercanos al río Guadaira, "La Boca", "Pared Blanca", y "El Hornillo", que por su mayor caudal, pueden tener funcionando simultáneamente las dos piedras y producir a costes no mucho más altos que los molinos mecánicos.

Hasta la Guerra Civil se mantienen trabajando algunos molinos de Marchenilla empleados en la molienda de cebada y avena para piensos. Tan sólo logran cierta vitalidad durante la década de los cuarenta, porque al estar localizados fuera del casco urbano pueden escapar más fácilmente que las harineras al control de la inspección estatal, utilizándose sus instalaciones para moler grano y venderlo clandestinamente en los pueblos cercanos, sin pagar las tasas correspondientes y sin someterse al racionamiento impuesto.

Uno de los últimos molineros de Marchenilla, de la familia de Manuel Alba, llamado "Aberclin" que trabajó en el Hornillo, abandonó los molinos y terminó sus días asociado con los Manuel "el del motor" sobrino de José Monte y casado con su hija, en la explotación del molino a motor de Mairena, estableciendo la fabrica de Harinas A.S.P.A.S.A. en esta misma localidad.

La familia de los Monte se dispersa por la comarca trabajando en empleos relacionados con motores eléctricos y fabricas de harina. En Carmona los del Puente; en el Viso Recarte; en los Palacios, los Mauri; en la Algaba joselito el niño Monte; en Mairena del los del Motor y en Marchena, de los que nos ocuparemos, los de Luis "el del motor".

Luis Jiménez Navarro dejó con su hermano Francisco el molino de Pared Blanca para instalarse en Mairena con su hermano José y posteriormente trabajó en el molino de la Boca. Debido a su habilidad con los motores en alguna ocasión se le llama de el Viso para reparar y trabajar en el mantenimiento de los motores de la "fabrica de la luz" , la central eléctrica a motor que suministraba fluido eléctrico en dicho pueblo para los primeros alumbrados públicos.

En 1931, recién casado, Luis se instaló en Marchena con un molino de motor estableciendo una panadería en la calle purgatorio, en el cerro de San Agustín. Instala un molino con tres piedras de molienda. Un motor ubicado en el subsuelo transmite el movimiento mediante engranaje subterráneo a las piedras volanderas que giran sobre las piedras soleras para moler el grano.

Luis introduce algunas innovaciones en la molienda como una picaera más precisa para hacer más fácil el picado de la piedra y un agitador, movido por la propia piedra para ayudar a la caída del grano y evitar obturaciones.

Su principal problema será la reposición de las piedras. Ya en 1982 no encontraba piedras de Teba, la cantera de donde provenían las mayor parte de las colocadas en la comarca. Se vió obligado a usar las antiguas del molino del Puente en Carmona. En la solería actual del molino están las dos muelas que se trajo del molino del Hornillo de Gandul que ya no ponía el marqués como antaño, sino que las compraban los molineros.

Hoy día la sala es un recuerdo histórico. La panadería instalada en salas anexas cuenta con la mas moderna tecnología. (hornos, eléctricos, salas térmicas programables., "camas" para las levaduras madres"). Pero han sabido conservar el tesoro patrimonial que son los viejos molinos.

En homenaje a este mairenero el ayuntamiento de Marchena acuerda renombrar la calle Purgatorio, en la que está ubicada la panadería, como "Luis el del motor" nombre que tiene actualmente. La transformación es, además de un merecido homenaje, una adecuada metáfora, pues el pan de Luis, en los duros años de hambre de la postguerra, alivió el "purgatorio" de penalidades que para la población más humilde de Marchena fueron aquellos tiempos. Cuentan en Marchena que Luis solía llevar cuenta de las deudas de los vecinos que venían a su casa a comprar el pan y no podían pagar, anotando las cifras en la pared con un trozo de cisco. Y en más de una ocasión, perdonó las deudas encalando la pared.

Hoy día la panadería que lleva su nombre (Luis el del motor), tiene justa fama en Marchena, por la calidad de su pan. Y hay grupos de visitantes y turistas que planifican su visita de tal modo que terminan su paseo por la ciudad en el cerro de S. Agustín para acercarse a comprar pan para llevar.

La elaboración de este artículo hubiese sido imposible sin la información facilitada por los familiares de Luis Jiménez Navarro y las precisiones aportadas por Francisco López Pérez, quien ha recogido, a partir de fuentes orales, toda clase de datos sobre la vida de los molineros de Gandul, Alcalá y Mairena.