Carmen González García
"Matrona de Mairena durante 42 años"
(Écija - 1894 - Mairena - 1979)

 

 

 

Sirva este documento como homenaje y recuerdo a esa gran mujer que fue durante tres generaciones el primer rostro que veían los maireneros al llegar a este mundo. Entre otros a éste que recopila la historia y os la presenta

Dña. Carmen nace en Écija el día 7 de enero de 1894. Crece en una familia de cuatro hermanos y su infancia y juventud se desarrollan en la ciudad de las torres. Estudió en las monjas salesianas y su vocación por su futura profesión le llegó a muy temprana edad. Su madre Dña. Francisca García de la Rosa había estudiado en Sevilla y ejercía en Écija como matrona. Desde muy pequeña Dña. Carmen acompañaba a su madre a ver a los niños y la ayudaba en los partos.

Decide seguir lo pasos de su madre y se marcha de la Sartén de Andalucía para estudiar en el Hospital Mora de Cádiz, donde consigue titularse también. El paso siguiente es el que va a tener una importante repercusión en la vida de Dña. Carmen y de nuestro pueblo.
 
Dña. Carmen entre su madre a la izquierda y a otro familiar . Rótulo que colocaban en la fachada de la casa.

Su madre tenía una buena clientela en Écija. Doña Francisca atendía entre otras familias a la del Marqués de Peñaflor. A pesar de esto, Doña Carmen convence a su madre de que en Écija hay muchas matronas y que ella prefiere ejercer en un pueblo donde no hubiera ninguna. De esta manera, cogen el destino de Mairena y ambas se vienen hasta nuestro pueblo en 1917, tenía 23 años.

El cambio tuvo que ser muy duro. Hemos de tener en cuenta que Écija en esa época era un gran ciudad con más de 20.000 habitantes y Mairena apenas llegaba a los 5.000. Mairena en esa época era fundamentalmente agrícola, pobre y con escasa cultura. Doña Francisca, viuda, y ella se instalan en la calle Real alquilando una casa. Los ingresos que recibían de los partos y demás actividades eran escasos y muchas veces cobraban en especies ya que algunas familias no podían pagar nada. Esto hizo que durante muchos años vivieran de las rentas obtenidas de la venta de la casa de Écija, que prácticamente agotaron.

Al llegar a Mairena se encuentran con un pueblo que no tiene profesionales en partos. Estos son atendidos por mujeres "aficionadas" y familiares de la futura madre. Si todo iba bien no había problema y la naturaleza actuaba con normalidad, pero cuando había complicaciones no sabían como actuar y tenía que acudir el médico.

Madre e Hija comienzan su actividad actuando como profesionales y sólo en casos de extrema gravedad acuden a llamar al médico. Como anécdota contaba que el médico que en aquel momento era D. José Sarmiento Aguilar con quien tenían una gran amistad, les dijo en una ocasión: "¿Qué está pasando en Mairena últimamente que no nace nadie? . ¡Porque no me llaman nunca!."

Algo que sorprende en nuestros días es que encontraron que las mujeres no se lavaban durante los nueve meses que duraba el embarazo porque lo consideraban malo y podía perjudicarles. Así pues, lo primero que tenían que hacer al llegar a la casa era dar baños de asiento a la parturienta y quitar los refajos y demás ropas lo que provocaría un estado de bienestar en la mujer que nos podemos imaginar

De la calle Real se mudaron a la calle Ancha, a la casa donde Acosta tenía la lotería. Aún se conserva, extraordinariamente bien, el rótulo que colocaban como anuncio en la fachada. Finalmente se trasladaron un poco más cerca de la Plaza las Flores también en la calle Ancha. Su madre muere en 1933.


Tuvo dos hijos Carmelita y Fernando.

Aunque los partos tenían un precio estipulado, la mayoría de la gente no tenía dinero para pagarlos y tuvo que hacer muchos partos gratuitos. Incluso dejar algún dinero bajo la almohada para que pudiera hacer un puchero al día siguiente. Otros pagaban con un saquito de cisco o un capacho. Tras la Guerra Civil se instauró el seguro a la Familia que al menos garantizaba un dinero fijo en cada asistencia.

Doña Carmen tenía una dedicación completa a su profesión. Dormía en muchas ocasiones vestida a la espera de que la llamaran para algún parto. No tenía horario, la llamaban a cualquier hora fuera de día o de noche.

Tantos años dan para muchas anécdotas. Durante la feria de Mairena tuvo que asistir a más de una gitana que le venía el parto en su estancia en Mairena. O más de una familia de los turroneros o feriantes.


Dña. Carmen con uno de los muchos mairenero a los que ayudó a vernir al mundo.

Durante 42 años estuvo trabajando hasta 1964, año en que se jubila. El 1 de abril de 1964 recibe un merecido y caluroso homenaje del Cuerpo Local de Sanitarios. En todos esos años asistió a un gran número de mujeres y contaba con orgullo que ninguna había muerto durante el parto. Sufría mucho cuando venían niños con problemas, malformaciones, etc. Las gente la quería mucho y recibía muchas visitas de las mujeres que había asistido.


Diploma concedido en su despedida profesional por el Cuerpo Local de Sanitarios. Hecho por Jesús Gavira.

Fallece en Mairena del Alcor el día 30 de marzo de 1979 a los 85 años de edad.
(Fotos y datos facilitados por su hija Carmelita Vara)