(23-julio-2007) El abandono de los estudio por parte de la juventud uno de los principales problemas en Los Alcores


Informa: Boletín Informativo nº 3 del Proyecto Nueva Estrategia Rural de Andalucía

El alto porcentaje de jóvenes que abandonan los estudios antes de finalizar los ciclos obligatorios de enseñanza se convierte en uno de los puntos más debatidos en la mesa temática sobre Población y Sociedad, celebrada por el GDR de la Campiña y Los Alcores de Sevilla en el camino hacia el diseño de la estrategia de desarrollo rural de la comarca

Numerosos agentes comarcales pertenecientes a los diferentes sectores sociales, culturales y turísticos, que conforman los municipios de la comarca de la Campiña y Los Alcores, analizan su realidad social con el fin de ofrecer soluciones que puedan mejorarla, y aportan recursos para beneficiar a todos sus habitantes.

En este sentido, los participantes de la mesa temática sobre Población, que tuvo lugar el pasado 19 de Junio, realizaron una radiografía social de la situación que atraviesa actualmente la población de la comarca. Entre las conclusiones más destacadas, resalta, por un lado, el alto porcentaje de abandono de los estudios por parte de los jóvenes que prefieren trabajar en oficios tradicionales, como albañilería o pintura; y, por otro, la dificultad que encuentran aquellos jóvenes que sí poseen formación universitaria, a la hora de su inserción laboral en los municipios de la comarca.

Otro de los temas más relevantes que se trataron en el debate hace alusión al crecimiento de la inmigración interior que se está produciendo en la comarca debido a la posición geoestratégica que ocupan los municipios que la conforman. Especialmente, Mairena del Alcor, Carmona y Écija son las poblaciones que han sufrido un mayor incremento en el último año (735 personas, 649 y 601, respectivamente). A ello es necesario sumar el fenómeno de la inmigración exterior, que sigue aumentando. Por el contrario, no se registran elevadas cuotas de migración de la población de la comarca, dado que resalta el alto grado de implicación de los emprendedores de la zona, que apuestan, cada vez más, por fomentar iniciativas empresariales que enriquezcan el territorio y proporcionen un desarrollo sostenible.

En cuanto al grado de civismo, los participantes insistieron en el bajo nivel existente “tanto por parte de la juventud como de la población adulta fomentado por la falta de educación y la influencia que los medios de comunicación ejercen en el reflejo de la realidad social”.

Asimismo, la participación ciudadana esescasa, según los participantes de la mesa, que debatieron también sobre el tema de la conciliación social destacando que el fuerte asociacionismo social podría disgregar la sociedad de la comarca de la Campiña y Los Alcores ante el riesgo de conformación de guetos poblacionales (colectivos de inmigrantes, grupos feministas). Del lado contrario, se constató un escaso grado de asociacionismo por parte de los empresarios que muestran poca voluntad de integrar esfuerzos comunes. Un lugar destacado en el debate ocupó la cuestión del patrimonio etnográfico de la comarca, pues se encuentra en peligro de extinción ante la inexistencia de relevo generacional. En esta ocasión, los asistentes propusieron la revalorización de las costumbres y su difusión pública para dar a conocerlas con el fin de resaltar la idea de la “identidad comarcal” y despertar el sentimiento de pertenencia y diferenciación de otras comarcas.

En torno a estas directrices giró también el debate sobre patrimonio y cultura en el que se hizo hincapié en la necesidad de que intervengan iniciativas privadas que contemplen el punto de vista tanto turístico como económico, dado que los Ayuntamientos, según los participantes, no disponen de los recursos suficientes para abarcar todo el patrimonio histórico y cultural de cada uno de los municipios y ofertar, al mismo tiempo, nuevas alternativas en este ámbito. Finalmente, se planteó la necesidad de mejorar las infraestructuras de ocio y cultura, dada la escasa oferta de los municipios de la comarca (un ejemplo significativo puede apreciarse en la inexistencia de salas de cine en la mayoría de ellos); y la urgencia de conectar logísticamente, a través de medios de transportes públicos, los ocho municipios sin que haya que viajar necesariamente a Sevilla para poder desplazarse entre los pueblos, pues la capital opera como nexo de unión entre los mismos.