(1-noviembre-2008) Un Cristo de Gavira irradia paz desde hoy en el cementerio

Informa: Redacción Mayrena.com

El veterano escultor y catedrático jubilado de Bellas Artes de Mairena del Alcor Antonio Gavira, acaba de ver cumplida una ilusión, un sueño y una encomienda de su madre hace muchos años, ver un Cristo de la Paz labrado con sus propias manos en el camposanto de su pueblo. Hoy, festividad de Todos los Santos, ha quedado inaugurado a las 12 del mediodía.

Alzado sobre un montículo de rocas de albero de Los Alcores, sostenido a su vez sobre una base de mármol a la que envuelve un arriate de amarillas margaritas con labrado de ladrillos y bloques de albero, el crucificado irradia su paz desde un crucifijo de bronce de 4 metros de altura y media tonelada de peso. La imagen, con ligera curvatura de tronco y rostro sereno, mide 1,90 metros y pesa 350 kilos. El Ayuntamiento de Mairena del Alcor ha corrido con los gastos de la obra civil que la circunda y de fundición del metal, aportando el artista gratis su trabajo y el diseño de la escultura.

La inauguración ha gozado de gran presencia de público, que ha alabado su belleza en una concurrida mañana por las típicas visitas a los difuntos que caracterizan al primero de noviembre. Así, los maravillados espectadores se encargaron de transmitir al escultor sus felicitaciones y agradecimiento.
La estatua resalta aún más dado el lugar elegido para su ubicación, el ensanche final del pasillo central del cementerio de San José, delante de la capilla.

Enclave donde Gavira, ante la obra, explicó que con ella cierra el doble cometido de su madre, del que se olvidó por las vicisitudes y ocupaciones de la vida, pero que cierto día recordó en sueños hace sólo unos años: dotar a sus paisanos de dos imágenes que velaran por su paz. Una ya la entregó hace unos años, el Resucitado de la iglesia de la Asunción que saldrá el procesión la próxima Semana Santa, para los vivos. El otro, este Cristo de la Paz, para velar por el eterno descanso de los fallecidos.

El artista agradeció a toda la Corporación municipal con su alcalde a la cabeza el esfuerzo y apoyo recibidos para culminar la encomienda. Luego, Antonio Casimiro Gavira destacó "la herencia y mensaje de paz tan necesarios" que el artista lega a sus paisanos. El acto contó con una parte religiosa a cargo de los sacerdotes Enrique López y Ramón Valdivia.