Cuando la fotografía se fue popularizando a lo largo del siglo XX se fue convirtiendo en algo muy apreciado y próximo para la vida de una familia. Así, a través de las fotos se acercó al gran público la posibilidad e conservar, de forma bastante sencilla y no muy costosa, las imágenes de los familiares más queridos.

Además, por supuesto, de convertirse, a través de la observación y del análisis consiguiente, en una rica fuente documental necesaria para conocer mejor la vida pasada (ropa, modas, peinados, elementos decorativos…), o los momentos realmente importantes en la historia de la propia familia o de su comunidad (bautizos, bodas, inauguraciones, efemérides...), o conservar, de alguna forma, las costumbres populares que iban desapareciendo con los signos de los nuevos tiempos (ir a la fuente por agua, los vendedores callejeros…).

Evidentemente, las resistencias, más o menos personales, que algunos sujetos activos de las fotografías podrían manifestar al ver los resultados al momento, tal vez, quedarían reducidas a la mínima intransigencia si hacían suyas aquellas palabras del escritor Manuel Vicent: “Nada envejece mejor que las fotografías. Cuando alguien se queja de que ha salido mal en un retrato, hay que decirle: Espera unos años y ese rostro que hoy te parece deleznable, un día te va a parecer maravilloso…”.

Iniciamos esta galería de viejos retratos con una entrañable foto familiar. Están todos los miembros básicos de una familia, quedando para la posterioridad la dulce mirada de la madre, que sostiene en sus brazos a un bebe, ricamente vestido, así como la penetrante mirada de la hermana mayor, que permanece segura ante la cámara, pero apoyando sus infantiles manos en la rodilla de la madre, como buscando aún con ese gesto la protección materna ante la cámara del fotógrafo, y la serena pose del padre de familia, que aparece como firme ángel custodio de todos ellos.

Destaca, además, la ropa que cada uno viste, todo un compendio de la moda y la forma de vestir de esta época.

Foto nº 71, Miguel Labrador. 23 de enero de 1924

En la siguiente foto recuperamos del recuerdo todas las fuerzas vivas del pueblo, allá por la dictadura de Primo de Rivera, concretamente el día de la onomástica del Rey, don Alfonso XIII. Cuando el acto de bendición y de entrega de una bandera al puesto de la Guardia Civil local se convertía en todo un rito.

Aparecen en el centro, con la vara de la Alcaldía y sentado, don José Díaz; a su derecha el Gobernador Civil; a su izquierda el párroco, don Antonio Madoz, además del Capitán de la Guardia Civil, el Juez de Paz, don José Jiménez, el primero por la izquierda, don Jorge Bonsor, arqueólogo y dueño del castillo, de pie el primero por la izquierda, el Administrador de Correos…

Otro evento importante en esta época era la Fiesta de la Flor, que en este año se celebró el primer día de Pascua de Navidad, en la que se recaudaban fondos para alguna causa meritoria con la instalación de mesas petitorias en los enclaves más importantes del pueblo: Plaza de las Flores, Plazoleta de San Sebastián y en la calle Gandul.

Foto 73, Domingo Montero.1940

La siguiente es un simbólico retrato que representa claramente los primeros años de la posguerra.

En él encontramos, ataviadas adecuadamente como corresponde al momento, las muchachas colaboradoras del Auxilio Social, aquella organización que socorría a los más necesitados de nuestro pueblo en los comedores públicos, tratando de paliar, al menos en parte, las desastrosas consecuencias de la guerra civil entre los menos favorecidos.

A continuación, publicamos una foto de una de las Visitas Pastorales hechas a Mairena por el Señor Cardenal de Sevilla, Bueno Monreal, que se retrata en el salón del Castillo, acompañado por el alcalde, don José Florindo, y el párroco, don Enrique Pruquer entre otras personalidades.

Foto nº 74. Miguel Labrador, 1955.

Foto nº 75, Pepa Montero

Traemos, también, una fotografía del patio del antiguo Cuartel de la Guardia Civil en la calle Trianilla. A donde habían acudido las autoridades locales del momento (el Señor Alcalde, el Juez, el Secretario, el Médico...) a celebrar el día de la patrona, la Virgen del Pilar.

La compostura, actitud y pose de los personajes de la siguiente foto es, sin duda, encomiable y digna de admiración. Son las autoridades que presidieron una de las salidas de la Virgen de los Remedios en los años sesenta.

Foto nº 76, David García Cruz.

Foto nº 77. Fototeca Municipal de Sevilla, Archivo Galán

En el año 1964 se inauguró la Academia, aquel centro de bachiller que tanto supuso para varias generaciones maireneras, pues les posibilitó a muchos jóvenes cursar estudios medios sin tener que ir a otros pueblos o ciudades. Fue todo un esfuerzo de la Alcaldía del momento, y de profesores tan recordados como don Antonio González, don Manuel Romero, o doña Carmen Rodríguez.

Dos fotografías hemos rescatado de aquel momento. En la primera se ve la presidencia del acto de inauguración. Aparecen el Gobernador Civil, Utrera Molina; el Presidente de la Diputación, Maestre y Lasso de la Vega; el alcalde de Mairena, de pie, don Agustín Jiménez; el párroco, don Enrique López; el Juez de Paz...

La segunda nos muestra una entrañable panorámica del público que asistió a dicho acto.

Foto nº 78. Fototeca Municipal de Sevilla, Archivo Galán

Foto nº 80, Lucía Sánchez