LA ESCUELA EN MAIRENA DESDE EL AÑO 1.866 HASTA 1.931
Manuel Gavira Mateos
(Artículo publicado en la revista de Feria de Mairena del año 1.983)

Este es un estudio concretizado en las escuelas de niños que funcionan en Mairena desde 1.866 hasta el advenimiento de la II República. El período estudiado es complejo por los muchos años que abarca, por los avatares políticos que se suceden y por los pocos datos que se pueden encontrar. Pero, sin duda, estoy seguro que al final de la lectura sabremos algo más de nuestro pueblo.

Antes de entrar de lleno en el tema quiero hacer un análisis de la situación de la educación en España y en Andalucía en esta época.

La educación es el niño feo de los muchos gobiernos, tanto conservadores como liberales, del siglo XIX. Hecho que lo demuestra son los pocos edificios escolares que tenía el país, y éstos eran mayoritariamente de las instituciones religiosas. En el 1.860 existían 58 centros de enseñanza media en toda España con 20,149 alumnos; cifra superada por los 21.170 seminaristas que estudiaban en los 59 seminarios españoles.

La escolarización de los niños era bajísima y la tasa de analfabetos muy alta. Problemas que se agravaban en Andalucía, donde en el 1.880 había más del 60% de niños sin escolarizar y el analfabetismo por arriba del 40% de la población adulta. Situación que era aprovechada por la alta oligarquía nacional para negar a la clase trabajadora el sufragio universal, igual y secreto por falta de instrucción.

A partir del año 1.900 la situación empieza a cambiar. Los gobiernos se comprometen un poco más con el problema candente de la educación. Como lo demostrará la creación del Ministerio de Instrucción Pública y Bellas Artes. A partir de ahora el nuevo organismo nombrará a los maestros y les pagará, relevando a los Ayuntamientos de esta tarea.

Con la dictadura de Primo de Rivera (1.923-30) la enseñanza primaria es fuertemente potenciada con la creación de más de 6.000 escuelas oficiales, el número de alumnos s e pasó de 1.691.331 en el 1.923 a 2.076.696 en el 1.928, y la remuneración de los maestros se mejora en relación con las décadas anteriores. A pesar de todo esto los presupuestos del Estado Español seguían siendo ridículos en comparación con otros países: Inglaterra, en el 1.920, gastaba 20 ptas. por persona en educación, en España, en el 1.930, no llegaba a 8 ptas. por persona.

Una vez que conocemos unas líneas muy generales de la educación en el país durante esta época pasaremos al estudio centrado en nuestro pueblo.

En primer lugar, llama poderosamente la atención la baja escolarización que se daba. Tenía Mairena, en el 1.889, una población de 4.994 habitantes y la población escolar masculina era sólo de 88 niños formalmente matriculados, con una asistencia de forma regular de sólo 60 alumnos. Número que en determinadas épocas del año se reducía aún más, lo que provocaba el cierre temporal de la escuela (Como en período de cogida de aceitunas). Es tan ínfima esta matrícula que hoy se podría calcular la población real de Mairena al multiplicar la cifra de 1.889 por 3, mientras que la población escolar actual sería producto de multiplicar los escolares del año citado por 30.

Quiero aclarar que la cifra censada en el 1.889, aunque real, no es representativa de la población que vivía de forma permanente en Mairena. Ya que, según otras fuentes, entre un 50 o 60% de la población vivía en zonas rurales todo el año: cortijos, casillas, ranchos o haciendas. Circunstancia que generó un personaje particular, hoy desconocido, y entonces denominado "el maestro del campo". Era, generalmente, un hombre que recorría los centros de poblaciones rurales impartiendo una instrucción muy básica: enseñan a leer, escribir, las cuatro reglas y poco más; cobraban cantidades muy modesta y, a veces, cuando el horario coincidía con algunas de las comidas aceptaban de buenas ganas tomar parte de ellas. Una vez que cumplían sus objetivos buscaban nuevos cortijos o casillas donde seguir trabajando. Pienso que esta figura y su incidencia en la enseñanza debería ser objeto de estudios más profundos antes que desaparezcan sus antiguos alumnos y beneficiados.

Así pues, la población infantil de todo este período apenas si estaba escolarizada y la que estaba lo era en condiciones muy precarias. Por esto es preocupación de todos los inspectores, desde 1.866 hay documentos escritos locales, conseguir la escolarización normal. Esta situación queda reflejada en las memorias de Don Antonio Mairena cuando afirma: "Por necesidades económicas de la familia, yo, que era el mayor de mis hermanos, sólo pude ir a la escuela durante unos tres años, y en ese corto espacio de tiempo apenas si asistía un día sí y dos o tres no, por culpa del trabajo de la herrería".

El problema no se verá resuelto, de forma verdadera y efectiva, hasta la década de los 70 en nuestro siglo. Aún en el curso 1.970-71 se estimaban en 8.000 los niños sin escolarizar o mal escolarizado en Sevilla.

Una de las características que más me ha llamado la atención en este estudio es el esfuerzo que hace la Inspección, desde 1.866 hasta finales de siglo, por corregir la pronunciación de nuestros abuelos. No hay duda que esta reuniría condiciones muy localistas. Así, aparece constancia de inspectores, que se llevan más de un cuarto de siglo, intentando corregir el habla popular de nuestra Villa. Es tan intensa esta lucha que, en el año 1.869, siendo maestro D. José María Dana el Inspector de turno le hace saber: "Que para mejorar la pronunciación de sus alumnos les dé conocimiento de la posición que han de tomar los órganos de la voz en el mecanismo de las articulaciones". Después de este testimonio sólo, pienso, nos queda la duda de que si hablaban tan mal un castellano mairenizado o se hacía mairenismo con base castellana.

En el 1.908 aparece, en esta historia de escuelas y maestros, la figura de D. Juan Caraballo. Hoy rescatado del olvido por llevar un colegio su nombre. Su labor fue muy positiva, la Inspección llega a pensar que con su llegada se lleva a cabo la creación de una nueva escuela en contraposición con la existente anteriormente. Pues a partir de ahora no se harán más cierres temporales por falta de asistencias, y la matrícula, además, experimentará un aumento considerable y gradual: en el curso 1.920-21 están matriculados 70 niños pudientes y 130 pobres, y en el curso 1.924-25 se llega a 107 pudientes y 196 pobres.

En el 1.918 funcionaba ya la Escuela Graduada. Esta estaba presidida por D. Juan Caraballo y trabajaban en ella cuatro maestros más. Todo lo relativo a la vida escolar toma un gran auge. A nivel de organización interna los maestros se reúnen en claustro todos los meses, con lo que la tarea escolar se hace de forma más racional y efectiva, en estar reuniones: se aprueban los presupuestos, se reparten los niños por grados, se acuerdan los criterios de asignar los grados a los maestros (Normalmente el maestro cambiaba de grado con sus alumnos), se programan los criterios de evaluación para pasar de grado, se discute el calendario escolar, se establecen la jornada de clase (De 9 a 12 y de 2 a 5), se planifica el horario de las asignaturas, se discute sobre la metodología a aplicar en las diferentes áreas, se proyectan los paseos escolares, se organizan las exposiciones de los trabajos escolares, etc.. A partir de 1.908 empiezan a funcionar las clases de adultos como recurso para combatir el alto analfabetismo de la región. Cuando, en el 1.923, D. Juan Caraballo se va de Mairena deja creada toda una estructura escolar que en los próximos años se desarrollaría de forma considerable.

En ese mismo año de 1.923 se instaura la Dictadura de Primo de Rivera, y a pesar de las connotaciones negativas de todas las dictaduras es este período, al menos a nivel local, próspero en experiencias escolares, algunas de ellas inéditas en su tiempo. Se impone nuevas formas de hacer escuela: en las actividades escolares y en todas las extraescolares destaca la colaboración de los padres y de las autoridades locales. Creo que esta fue la característica más reseñable de esta época. El director de la Graduada fue Don Cristóbal Pérez, aún recordado por muchos de sus antiguos alumnos, y el alcalde de la Villa Don José Díaz.

Es curioso el interés que muestra el claustro de maestros por conseguir "un aparato cinematográfico". La forma de lograrlo sería a través de una suscripción popular, suscripción que sorprendió por su éxito. Por lo que la sesión inaugural se hizo el día 3 de diciembre del 1.925, con la asistencia de "las autoridades locales y elemento oficial". La máquina de cine era una "Pathé Baby" y se adquirieron 18 películas de carácter instructivo. Sin duda todo esto debió suponer un gran acontecimiento en la Mairena de los alegres años 20.

También en este período encontramos otras actividades educativas reseñables: una de ella fue la organización de una serie de conferencias en las que participaban, por deseo de la propia escuela, todo el pueblo. Los resultados quedaron muy bien expresados en esta frase: "el público fue tan numeroso que a pesar del buen número de asientos, hubo más personas en pie que sentadas". Otra actividad destacable fue la puesta en marcha de una biblioteca circulante abierta a todos los vecinos. Para esto se recogieron donativos de libros de diversas personas y el Ayuntamiento preparó la alacena-estantería en una clase. Quedando inaugurada al público el día 10 de octubre del 1.925.

Y se generalizaron una serie de fiestas escolares, algunas se olvidan por ser efemérides del momento, como la feliz terminación del raid aéreo del equipo de Ramón Franco en el hidroavión "Plus Ultra". Otras fiestas mantienen su vigencia durante años, como el día del Cumplimiento Pascual por parte de los niños. Y otras perduran aún, como la fiesta del día del libro y de la raza en el mes de Octubre.

A nivel profesional me ha llamado mucho la atención la polémica que se originó, en el año 1.930, entre todos los maestros de Mairena sobre la necesidad o no de la jornada única. Polémica que hoy, décadas después, tiene plena actualidad. Entre los puntos que consideraron positivo estaban el mejor aprovechamiento del tiempo por parte de los alumnos, pues eran muchos los que no acudían a la sesión de la tarde, y se creía que el esfuerzo de la labor escolar sería más continuado y provechoso. Como factor negativo principal veían la novedosa innovación que supondría dicha medida. La resolución se aplazó y se pierde ya en el tiempo hasta nuestros días, en que muchas asociaciones de maestros, de padres y entidades oficiales, de cuando en vez, emiten sus opiniones. Habiendo sido implantada en algunos centros de la localidad a principios de la actual década.

Y volviendo a los años que nos ocupa también encontramos una satisfacción general del magisterio local con las medidas y reformas que el Ayuntamiento, aunque algunas propuestas tarden años en hacerse realidad, toma o hace en relación con los colegios, que fueron desde la instalación de grifos surtidores hasta el embaldosado del patio de la Graduada, tal como muchos llegamos a conocerlo tiempo después. A la vez sabemos por las actas de la Junta Local de Enseñanza que el Ayuntamiento enalteció la labor de los maestros, como quedó reflejado en la sesión del 9 de julio de 1.929: "El Señor Presidente en vista de la unanimidad de criterio que asisten al acto propone y así se acuerda conceder al Señor Director, Don Cristóbal Pérez, y a los maestros, Don Rafael Serrano, Don Luis Rodríguez, Don Ubaldo Murillo y Don Pablo Muelas, y a las maestras, Doña Amparo Jiménez y Señorita Isabel Mancera, un expresivo voto de gracias por su labor que vienen realizando en beneficio de la clase escolar de esta Villa".

He dejado como epílogo a esta época el apartado de las salidas y excursiones. Estas se realizaron en medios de transportes, entonces casi desconocido, como el autobús o, ya desaparecido de nuestro entorno comarcal, como el tren. Destacó una visita que se hizo a Sevilla con motivo de la Exposición Iberoamericana. Pero, quiero cerrar este capítulo con la transcripción literal de una gira que se hizo a Alcalá de Guadaira en el 1.928. Excursión que se planificó con anterioridad: "El Señor Director dio cuenta de la correspondencia cruzada con la Empresa de autos Casals, en la que dicha empresa pone a disposición de la Escuela el material necesario para un viaje de ida y vuelta de 35 niños y dos profesores a fin de que puedan trasladarse al vecino pueblo de Alcalá en excursión escolar".

Y leemos en el acta de otra sesión: "El Maestro Director dio cuenta a la Junta de haberse realizado la excursión escolar al cercano pueblo de Alcalá, en el día diez del mes anterior según estaba acordado. Hizo resaltar las atenciones que se recibieron por parte de las Autoridades y Magisterio Alcalareño y, sobre todo, el rasgo de cariño que la Empresa de Autocamiones demostró a los escolares de esta graduada; pues a más del magnífico coche que puso a disposición de los excursionistas, éstos fueron obsequiados, al emprender el regreso, con elegantes cartuchos de dulces y los profesores con cajas de ricos pasteles. A tan desinteresado rasgo llevado a cabo por el Señor Casals le había mandado un oficio a dicho Señor, agradeciendo en nombre del profesorado y alumnos de esta Graduada las atenciones y obsequios que del Señor Casals recibieron los excursionistas".