Juan
Mª Coca Saavedra Sacerdote en Lora del Río mártir de la Guerra Civil. Por
Manuel José Guillén Jiménez
Publicado en El Campanillo Boletín Informativo de la Hdad. Sacramental. |
Juan MĒ Coca nace el 24 de diciembre de 1884 en la calle Mesones nē 18 (actual San Fernando, creemos nē 26). Sus padres fueron D. Fernando Coca González, natural de Sevilla, médico y cirujano de profesión y titular de esta villa en estos menesteres y su madre Dña. Ángeles Saavedra Madroñal, natural de Mairena.Tenemos conocimiento de que al menos tuvo dos hijos más, uno llamado Fernando y otro José MĒ Eusebio.
Poco se sabe hasta el momento de su infancia y niñez, salvo lo referido a su vinculación con la Parroquia y los Santo Sacramentos, siendo en esta época cuando inicia su vinculación con la Hdad. Sacramental. No se tienen más noticias de D. Juan MĒ Coca que el acto solemne de celebración de su primera misa, que efectúa en la Parroquia de Mairena a las 11 de la mañana del 26 de diciembre de 1909, actuando como padrino de aquel evento el sacerdote D. Manuel Navarro de Alba. Intervino también D. Wenceslao Manuel Trinidad García, cura de San Pedro de Carmona.
Su vida pastoral la realizó en la villa de Lora del Río (Sevilla), como sacerdote-coadjutor de la parroquia de Santa María de la Asunción, de la que era párroco en aquellos entonces D. Francisco Arias Rivas.
En Lora del Río todavía permanece viva en la memoria de sus habitantes la figura de D. Juan Coca, como allí se le conoce. Es recordado como una persona muy social, en el sentido de haber tenido una férrea voluntad de estar en continuo contacto con todos los elementos del pueblo, no importando su condición social, económica y cultura. Se cuenta que mantenía constantes relaciones con personas adineradas del entorno, donde con su trato afable y de entrega a los demás hace que nazca la amistad, con ella la bondad y por último la limosna económica, la cesión de terrenos, la cita en testamento legando algo para los más necesitados, para sus protegidos. Fue fundador, creador y director espiritual de las conocidas escuelas del Ave María, dedicadas a la escolarización y culturización de las clases más menesterosas; dedicó parte de su vida a instigar y promover a personas que, por su baja capacidad económica no podía permitirse realizar estudios, y de esa forma escapar de la miseria en que vivían. No fue ajeno tampoco al mundo del trabajo, tan conflictivo en aquella época, y así es cofundador en Lora del Sindicato Católico Agrícola de los años veinte; más tarde lo vemos colaborando con la Agrupación Artística Cultural de Lora, representando obras teatrales con fines, como no, benéficos. |
Fue D. Juan MĒ Coca un ferviente devoto de la Virgen María, lo que hizo que nada más llegar a Lora conectara con las gentes de dicho lugar por medio de su amor a la Virgen de Setefilla. Fue miembro de dicha hermandad al igual que de la Hdad. Sacramental de Mairena.
Intervino nuestro paisano activamente obstaculizando la quema y saqueo de conventos e iglesias llevados a cabo en Lora el 1 de mayo de 1931. De esta forma se enfrenta a la cuadrilla que intentaba quemar la bendita imagen de la Virgen de Setefilla. Se cuenta que D. Juan María Coca, cuya fuerte personalidad se hace patente, dirigiéndose a la partida de iconoclastas, les dijo que antes de quemar a la Virgen tendrían que quemarlo a él, ante cuya actitud cedieron y se retiraron sin cumplir sus iniciales propósitos.
D. Juan María Coca fue asesinado y martirizado, junto con el párroco, el 1 de agosto de 1936, según manifiesta D. Carlos Ros en su obra In memoriam de los sacerdotes martirizados en la Archidiócesis de Sevilla en la Guerra Civil del 36. El citado autor nos dice que ignora las circunstancias concretas de la forma en que dieron muerte, pero que "en la prisión que sufrió, según testimonio de testigos, recibió toda clase de insultos y vejaciones, de palabras y de obras, obligándole a limpiar lugares destinados a la inmundicia humana, barrer, regar, trasladar tierra de un lugar a otro, y otras cosas parecidas, con el solo objeto de escarnecer la dignidad personal y sacerdotal del mismo, pues para estas cosas era preferido a los demás presos. Finalmente, declaran que demostraba mucha resignación, dirigía a los demás palabras de consuelo, y muchos de los presos confesaron con él en los días y horas que precedieron a los fusilamientos".
Lo ocurrido en la guerra en relación a D. Juan María Coca es algo que aún no se ha podido explicar , puesto que Juan Coca era una persona muy conocida y querida en Lora, que las personas que lo martirizaron y le diero muerte no eran de Lora, sino venidas de fuera, según rumores de algún pueblo cercano.
En Mairena del Alcor a instancias de la Hermandad Sacramental se solicitó al Ayuntamiento rotular una calle con el nombre de nuestro ilustre y malogrado paisano. Es la que va desde la calle Ancha hasta la carretera.