¿Lesiones?
Por aquel entonces sólo se hacían notar las graves. El médico para ello en Sevilla era Leal Castaño, padre del ya también fallecido Leal Graciani.
¿Cómo llevas lo de tener tu familia el nombre de una calle?
Eso es algo muy bonito. La Comporación Local, en su momento, decidió que dos calles de las que se hicieron en la parcela que ocupaba el campo del San Bartolomé tuviesen como nombre el de las dos más famosas sagas de futbolistas locales, la nuestra "Los Pirri" y "Los Libra".
¿Contento con el doble homenaje que te ha realizado el C. D. Mairenas últimamente?
La campaña pasada me ofrecieron realizar el saque de honor, circunstancia que me llenó de orgullo y satisfacción. En esta, como sabéis, nos regalaron en la Cena de Navidad a varios exjugadores una insignia, un pergamino precioso con fotos impresas y una camiseta con el nombre de cada uno. Fue muy emocionante, pasamos una noche inolvidable.
¿El C. D. Mairena?
La directiva lo está haciendo fenomenal. Espero que consiga su propósito, que es el de todos, es decir el ascenso a 3.ª División. La afición también ha vuelto a responder, cosa que siempre había ocurrido aquí en nuestro pueblo.
Los jugadores que más me gustan son el portero Raúl, el delantero Chiqui y el comodín Rume. Este último se asemeja mucho al tipo de futbolista que yo era.
¿Ha cambiado mucho el balompie?
Bastante. Antes era más ofensivo, ya que ahora se mira más a defender que atacar, siendo la preparación física primordial. También ha variado, eso sí, para bien en todo lo demás como son las equipaciones, las instalaciones, los sueldos, el balón y el terreno de juego. Es una pena que en mi época no hubiese el césped de hoy, sea natural o artificial.