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"UNO DE LOS LATERALES DERECHO MÁS DESTACADOS DE LA HISTORIA, MÁS O MENOS, RECIENTE DEL C. D. MAIRENA, QUE TENÍA EN LA ANTICIPACIÓN Y CONDICIÓN FÍSICA SUS MEJORES ARMAS"
Nació
el 30 de Diciembre de 1951, casado y padre de 2 hijos (niño y niña).
Trabaja en Roca, bético declarado y en cuanto a otras disciplinas deportivas,
amén del fútbol, le gusta el ciclismo. Actualmente, no es socio
del C. D. Mairena ni del R. Betis. La falta de tiempo y la dejadez son las causas
principales.
¿Tus inicios en el balompie?
Como el de todos los de mi generación, en la O.J.E., primero en el infantil
y más tarde, lógicamente, pasé al cuadro juvenil. De ahí
salimos muchos jugadores para el Club del San Bartolomé.
¿Su debú en el C. D. Mairena?
Precisamente, en edad juvenil. Curiosamente, había jugado por la mañana
en mi categoría y por la tarde lo hice con el primer equipo. Entonces,
aunque eso era ilegal, federativamente hablando, no se seguian esos temas tan
de cerca; es decir, que existían muy pocas reclamaciones de alineaciones
indebidas.
¿Siempre lateral derecho?
También lo hice en el costado izquierdo y en alguna ocasión de
central, aunque es cierto que el número 2 era el habitual para mi. Mi
especialidad era el marcaje y creo que lo hacía bastante bien, tanto
que, personalmente, pienso que he sido de los mejores de la localidad en ese
cometido.
¿Algún "pelotero" difícil de sujetar?
A Didí era muy complicado amargarle la fiesta. Fue un grandísimo
jugador.
¿Pudiste militar en otros clubs?
Siendo juvenil se interesó por mí el Coria. Además en una
ocasión habló
conmigo un ojeador del Calvo Sotelo de Puertollano.
El C. D. Mairena (80-81) consiguió el ascenso a Preferente. La foto es de un partido en el San Bartolomé. De pie: Miguel, Vasco, Marín, Gallego, Cubero, Juanín Corrales, Juanma, Quiqui, Juan Armijo (entrenador), Manuel Pineda (presidente) y Andrés "Conguito" (2.º entrenador). Agachados: Chato, Carlos, Mochi, Julio, Palmicha, Eugenio, Diego Gutiérrez y "Lerín" (masajista) |
Te retiraste muy pronto,
¿no Andrés?
Así es, puesto que sólo jugué 5 campañas. Al licenciarme
comencé a trabajar y por eso lo dejé. También es cierto
que tuve una lesión de rodilla de lenta recuperación que aceleró
aún más la cosa.
¿Cómo te fue de entrenador?
El que me metió en esa voragine fue Antonio Ortega "Piito",
ya que me dijo que me apuntase al curso de monitor juvenil con él. Una
vez obtenido el título correspondiente me llamaron para que fuese el
2.º entrenador de Juan Armijo. Estuve junto a este en el año que
logramos el ascenso a Regional Preferente y el siguiente. En una de esas campañas
dirigí al conjunto juvenil con la suerte que luego salieron jugadores
de ahí como Alberto, Reina y Baeza.
¿Por qué abandonas tan rápido esa faceta?
Llegó Juan Corbacho y tenía otras ideas. Recuerdo con mucho cariño
lo que fue la transición entre Armijo y Corbacho, puesto que coincidió
con el Campeonato del Mundo de 1982 y Brasil entrenándose en Mairena
del Alcor. En ese corto periodo yo era el que ponía el rival que valía
de ensayo para los brasileños.
¿Ha cambiado mucho el fútbol?
Por supuesto, como todo en la sociedad.
¿Algo que añadir?
Darle el mérito que se merecen los directivos, pues su labor es encomiable
y de forma altruista.
¿Alguna anécdota?
En un desplazamiento a Sevilla, en la furgoneta de Manuel Monroy, recogimos
a una señora, que iba a dar a luz, que pedía ayuda tras averiarse
el taxi que la transportaba. Indudablemente la dejamos en el hospital.