Hermandad de la Humildad

HISTORIA DE LA HERMANDAD DE LA HUMILDAD

Es difícil determinar los orígenes de esta Hermandad, si bien se constata ya su existencia en el último tercio del siglo XVII merced a un expediente formado a instancia de la Hermandad de la Vera Cruz el 6 de marzo de 1673 y dirigido al Vicario de la diócesis solicitando su actuación en un litigio con la Hermandad de la Humildad referente al día y hora de la salida procesional. Al parecer, en la procesión de sangre de la Hermandad de la Vera Cruz, que tenía efecto en la madrugada del Viernes Santo, se originaban diversos abusos, sobre todo entre las personas que acudían a verla. Debido a ello, varios cofrades de la Vera Cruz expresaron su malestar porque les parecía que la estación perdía mucho de su seriedad y compostura tradicional, por lo que optaron por no salir y unirse a la Hermandad de la Humildad y Paciencia que desde sus orígenes no era hermandad de disciplina, pero que había solicitado y obtenido de la Autoridad Eclesiástica recientemente este carácter de sangre, verificando su estación el Jueves Santo a primera hora de la tarde. Lo que ahora se solicita por la Hermandad de la Vera Cruz es el cambio en el día de salida al Jueves Santo por la tarde, inmediatamente después que entrara en su templo la cofradía de la Humildad, pero, a la vez, a fin de salvaguardar sus intereses y evitar competencias, solicita igualmente que la Hermandad de la Humildad, que se fundó como hermandad de luz, "no se entrometa adelante en ella penitencia de sangre". Ambas solicitudes fueron atendidas.

Así pues se constata ya en esta fecha la existencia de la Hermandad de la Humildad como corporación de luz. Igualmente se conoce que, aunque hasta ahora no desarrolla un instituto de sangre, realizaba estación de penitencia en la tarde del Jueves Santo, portando sus cofrades crucifijos en las manos.

En el Archivo del Palacio Arzobispal se conserva igualmente una interesante documentación relativa a esta Hermandad en el siglo XVIII. El primer documento tiene fecha de 26 de febrero de año 1704. en él, Sebastián de Palacios, como Hermano Mayor de la cofradía que por entonces se titulaba "de la Humildad y Paciencia de Nuestro Señor Jesucristo", sita en la iglesia parroquial de la villa, solicitaba a la Autoridad Eclesiástica la variación del día de salida, proponiendo el Domingo de Ramos en lugar del Jueves Santo. En su escrito exponía que la cofradía acostumbraba salir a partir de la una de la tarde, el Jueves Santo, habiéndola efectuado hasta el año pasado de 1703, pero que desde esa Semana Santa venían surgiendo algunos roces con las restantes cofradías, por ser el templo pequeño y, demás, celebrarse ese día los Oficios divinos. Igualmente hacían patente que declinaban se les fijara el Lunes o Martes Santo como día de salida porque en esas jornadas había poca gente en el pueblo. El informe del vicario de la villa, Alonso de los Ríos, fue favorable a la solicitud de la corporación, ya que, según el sacerdote, ello facilitaría la celebración de los Oficios y evitaría los roces entre la cofradía referida y la Vera Cruz; no obstante, estimó que no era apropiado que saliese el Domingo de Ramos por el Misterio que representaba, y aconsejó que lo efectuase el Miércoles Santo. No conforme con este dictamen, la Hermandad se reiteró en el Domingo de Ramos, por ser perjudicial para sus intereses. El 6 de marzo de dicho año, el fiscal del Arzobispado, licenciado Palta, propuso que, vistos los autos, consideraba que no había inconveniente alguno para conceder a la cofradía lo solicitado, de modo que, a partir de ese fecha, saliera en estación penitencial en la tarde del Domingo de Ramos y que, por tanto, la del Dulce Nombre de Jesús, de la misma localidad, mantenga su estación en el Martes Santo. Así pues, la propuesta del fiscal, desde esa fecha, fue ratificada por mandamiento del señor provisor Juan de Monroy.

Varias décadas después del anterior testimonio, se halla otro interesante expediente que aporta nuevas noticias sobre su devenir histórico. Son unos autos del año 1738, iniciados por Francisco de Mesa, Visitador General del Arzobispado con los que intenta clarificar si era cierto que se había producido el empeño y venta de alhajas de varias hermandades de la localidad mairenera, entre la que figura la, por entonces, conocida como del "Santo Cristo de la Humildad". Atendiendo a lo ordenado por el señor Visitador, el 21 de Abril de dicho año, se requirió a Sebastián Madroñal, mayordomo de la cofradía, a que exhibiese los libros e inventarios donde se recogía los enseres de la corporación. El día 22 del mismo mes y año, el Vicario y el notario Sebastián Palacios visitaron la casa del mayordomo, donde también se personaron por parte de la Hermandad los diputados Alonso Ramón de Trigueros y Juan Madroñal, y examinaron y comprobaron los enseres de la corporación, entre los que se reconocieron "una corona y tres potencias de palta; cuatro angelitos con los atributos de la pasión; cuatro faroles de vidrio y hojalata; cuatro faldones de tafetán sencillo color rosado; un estandarte de tafetán sencillo color rosado con una puntilla de encaje, una cinta y una cruz; una trompeta con su gallardete; dos demandas de metal; cuatro horquillas, treinta hachas de dos libras de cera; un palio de damasco morado con sus seis varas". Se dedujo de la visita que en esta corporación, a diferencia de otras, no existía ningún objeto perdido o extraviado, y por tanto, sus responsables se hallaban libres de toda acusación.

No se ha podido documentar hasta la fecha el acontecer de la Hermandad durante el siglo XIX y los primeros años del XX. El primer dato constatable es el del primer libro de actas que se conserva, donde se da fe del cabildo celebrado el 28 de febrero de 1913 donde varios cofrades deciden reorganizar la Hermandad, tras varios años de decaimiento, y celebrar una reunión con el cura párroco a fin de que les autorice a realizar la estación de penitencia. El día de salida era el Jueves Santo. A pesar de las dificultades que entrañaba la empresa, pudo más la devoción de estos cofrades y muy pronto se van adquiriendo los enseres necesarios para afrontar con dignidad la anual procesión de Semana Santa. En 1915 se decide una variación en la vestimenta de los nazarenos, eliminándose, por un lado, la cola de las túnicas y añadiéndose la capa y, por otro, la inclusión de pana grana en los antifaces con las letras H.M. Los años subsiguientes están plagados de estrenos de insignias, sayas, así como de nuevos pasos para las Sagradas Imágenes.

En la noche del 19 al 20 de julio de 1936 tiene efecto la quema de la iglesia parroquial en el transcurso de los lamentables incidentes registrados durante la Guerra Civil respecto al patrimonio histórico-artístico de la Iglesia. Para la Hermandad constituyó uno de los acontecimientos más tristes de su historia: en el incendio desaparecieron las imágenes titulares y prácticamente todos los enseres procesionales, amén del archivo documental. Había que comenzar otra vez de cero.

El clima de la primera Posguerra era favorable a la revitalización de las hermandades y cofradías y al comienzo de la década de los cuarenta, la Hermandad ya había bendecido las nuevas imágenes titulares. Dato curioso y significativo de estos años es que en la estación del año 1940 hay una prohibición expresa de que no se admitan hermanas nazarenas. Año tras año, la Hermandad va consolidando sus estructuras y la procesión de Semana Santa va ganando en nazarenos y en la más rica ornamentación de pasos e insignias. Así mismo creó una banda de cornetas y tambores propia (1921).

Ya en nuestros días hay que señalar el gran auge que ha alcanzado la Hermandad tanto en patrimonio como en actividades a lo largo del año, tanto propias como las formativas, Grupo Joven, Pregón, peregrinaciones, etc. En 1977 se introduce como nuevo titular de la Hermandad a Santiago Apóstol, en 1979 realiza la primera estación de penitencia con hermanos costaleros, celebrándose este mismo año una solemne procesión el 15 de septiembre con la Santísima Virgen, conmemorando el 125 aniversario de la proclamación del dogma de la Inmaculada. Pero quizás el hito más significativo de estos últimos años ha sido la construcción de una amplia y acogedora casa de hermandad, obra realizada enteramente por los hermanos, de donde ya en 1984 parte de la cofradía salió para realizar su estación de penitencia(solo costaleros y cuerpo de nazarenos). Sería en la Semana Santa de 1985 cuando se realizará la primera salida desde la casa hermandad; aunque por supuesto se mantiene como sede canónica la iglesia parroquial, donde durante todo el año se veneran en retablo propio las imágenes titulares de la Hermandad y donde se celebra sus cultos cuaresmales, tras los cuales son trasladadas a la casa de hermandad, donde se preparan los pasos y sale la cofradía, siendo devueltas a su sede canónica solemnemente el Domingo de Resurrección.

Son fechas destacadas en esa Hermandad las siguientes:

Año 1925.- Se realiza un nuevo paso para el Stmo. Cristo de la Humildad.

Año 1927.- Se aprueban las Reglas de la Hermandad.

Año 1929.- Se estrenan nuevas bambalinas para el palio de la Stma. Virgen de los Dolores, obra de Juan Manuel Rodríguez Ojeda

30 de Marzo de 1941.- Bendición de la nueva imagen del Stmo. Cristo de la Humildad obra del insigne imaginero sevillano Castillo Lastrucci.

25 de julio de 1943.- Bendición de la nueva imagen de la Stma. Virgen de los Dolores, obra del insigne imaginero sevillano Antonio Illanes.

12 de Abril de 1951.- Se aprueba hacer un nuevo paso para el Stmo. Cristo de la Humildad. Sería dorado y los trabajos de carpintería los haría Antonio Jiménez Isorna.

Año 1952.- La Sagrada imagen de la Stma. Virgen de los Dolores es restaurada por Sebastián Santos.

Año 1956.- se gestiona la venta del paso el Señor y hacer uno nuevo "más rico en talla y del gusto de todos los hermanos". El paso se le encarga al tallista sevillano José Martínez Martínez.

Año 1972.- Obra del sevillano Antonio Santos Campanario, se estrena un juego de doce varales, repujados y plateados, para el paso de la Stma. Virgen de los Dolores.

Año 1973.- se estrenan los respiraderos del paso de la Stma. Virgen de los Dolores, obra de Antonio Santos Campanario.

31 de Agosto de 1975.- Se firma el documento de compra por el cual la Hermandad de la Humildad adquiría a la iglesia Prioral de Santa María de Carmona, un retablo de madera de caoba tallada en su color, de finales del siglo XVIII. Dicho retablo es bendecido el día 3 de diciembre del mismo año.

Año 1977.- Se adquiere una imagen del Apóstol Santiago, obra de Antonio Gavira Alba; por este motivo se acuerda que en adelante la Hermandad se denomine "Hermandad del Stmo. Cristo de la Humildad, Ntra. Sra. De los Dolores y Santiago Apóstol". La imagen es bendecida el día 24 de marzo de ese mismo año.

Año 1980.- Su Alteza Real el Príncipe Felipe de Borbón, acepta el nombramiento de "Hermano Mayor Honorario".

Año 1988.- Con motivo de las Obras que se realizan en la Iglesia Parroquial, las Sagradas Imágenes son trasladadas a la casa de hermandad donde recibirán culto mientras duran los trabajos.

Año 1990.- Se aprueba en Cabildo extraordinario hacer un nuevo paso para el Stmo. Cristo de la Humildad.

Año 1998.- Durante los meses de Julio a Diciembre se procede a la restauración del Stmo. Cristo de la Humildad y la Stma. Virgen de los Dolores. Estos trabajos de restauración corrieron a cargo del imaginero sevillano José Manuel Miñarro.