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El Campanillo
Hermandad Sacramental

Edición Digital 2003


¡¡Ya tenemos Casa-Hermandad!! Manuel Morales Rodríguez

¡Por fin ya tenemos CASA HERMANDAD! Gracias a la generosidad de nuestros hermanos que han correspondido con su estimada ayuda económica haciendo realidad un sueño que parecía imposible ver realizado, dado que los ingresos de nuestra Hermandad son muy limitados. Sólo se dispone de la cuota anual de hermano, esporádicas limosnas por intenciones particulares en los cultos, y, las que proporcionan nuestras rifas y viajes.
Pero con el motivo de la compra de la CASA-HERMANDAD la respuesta de nuestros hermanos ha sido admirable, que nos ha permitido conseguir la compra de la CASA que ya es propiedad de la Hermandad, y desde donde podamos acometer el lanzamiento de nuestros fines en los apasionantes tiempos que vivimos.
No olvidemos que empezamos el siglo XXI de la Era Cristiana y nuestra Hermandad está llamada y obligada a dar a conocer a Jesús Sacramentado.
Pero también somos custodios de la imagen de Jesús Resucitado y tenemos que anunciar la Resurrección del Señor, esperanza, consuelo y meta de nuestra vida de fe.
Tenemos a Jesús Niño (Niño Campanillo), que espera el amor y la devoción de nuestros niños y mayores... ¿Cómo agradeceremos a Dios que se hizo Niño y luego Hombre para “acampar entre nosotros”, para darnos ejemplo y redimirnos?.
Tenemos el culto y la custodia de la Virgen del Rosario, mediadora de todas las Gracias y corredentora, a la que diariamente, invocamos con el Santo Rosario que nos obliga a promocionar y a que sea el cauce de nuestra devoción particular y familiar.
Y por último, nuestra Hermandad tiene a San Bartolomé, Patrón de Mairena, mártir de la fe, modelo a seguir, que nos invita a darlo a conocer como hombre que por amor entrega su vida.
¡¡Tiene mucho campo donde trabajar nuestra Hermandad!! Por eso tenemos que continuar nuestro esfuerzo, cada hermano en la parcela que elija, convencidos de que la suma de la acción y testimonio de cada uno será nuestra aportación, como Hermandad, a la Iglesia.
Ya ves hermano que, aunque, de forma muy somera expuesta, a la Hermandad la tenemos que dinamizar cada día más, y animarnos para que cumpla, cada día mejor, su cometido, que redundará en mayor Gloria de Dios.
Dentro de la satisfacción que a todos nos embarga por el logro de la CASA, tenemos la alegría de comprobar la generosidad de nuestros hermanos con su ejemplo de solidaridad y desprendimiento que a todos dignifica y engrandece por su demostrado amor a la Hermandad.
¡¡La familia SACRAMENTAL tiene casa!!
¡¡BENDITO Y ALABADO SEA JESÚS SACRAMENTADO!!.