Manuel Marín Valencia “Marín el Cantaor” o “Marín el Viejo” (1851 – 1935)
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Extraido de Raices Flamencas de
Mairena del Alcor (Antonio Rincón Muñiz)

El primer cantaor de Mairena, del que se conocen algunos rasgos, aunque imprescisos y contradictorios a veces, es Marín el Cantaor, Marín el Viejo o sencillamente Marín, que de todas estas formas era conocido por sus contemporáneos y aún hoy se le recuerda.

Su nombre completo era, Manuel Marín Valencia y había nacido el año 1851 en la calle Estanquillo, rotulada luego con el nombre de Concepción y actualmente como Catalina González. Sabemos también que casó con Dolores Ortega Galocha en 1884, muriendo a los 84 años, el día 6 de Abril de 1935, en el número 5 de la calle Jímenez Cisneros - hoy Jorge Bonsor -, donde vivía.

Con anterioridad a esta fecha no existen datos que confirmen la existencia de otros cantaores maireneros. Es de suponer, empero, que habría otros anteriores a Marín, nacidos antes de 1850, que de alguna forma tuvieron conocimientos. del cante que Francisco Ortega «El Fillo» empezaba a popularizar, sí nos atenemos a los hechos que demuestran que este primitivo cantaor gaditano pasó la mayor parte de su vida en Triana y Morón, lugares ambos cercanos a Mairena y, por otra parte, por ser el Fillo el primero que hiciera salidas «artísticas» a otros puntos de Andalucía la Baja y más concretamente por las provincias de Sevilla y Cádiz, sí no como un profesional al estilo de los de hoy en día, sí al menos como un maestro al que llamaban para que cantara aquello que no habían escuchado antes: siguiriyas, cabales, tonás etc.

Marín el Viejo, a decir de algunos que lo conocieron y escucharon - siendo aquel muy viejo y estos muy jovenes -, fue un gran maestro y el primero que conoció e interpretó la saeta «revoleá». Esta saeta - originaria de Marchena la trajo a Mairena a finales del siglo diecinueve un marchenero, vendedor ambulante, que venía por aquí con cierta frecuencia, y al que gustaba lucir este cante por las tabernas y tertulias existentes en aquel tiempo en la villa alcoreña.

De este curioso personaje la aprendió Marín, para más tarde difundida por su pueblo natal. Tras Marín serían muchos los que interpretaran esta saeta, con profusión y calidad, destacando los nombres de: Curro de la Albinas, su hijo Currindín, Zamarra, los hermanos Manuel y Agustín Coquilla, Romero, etc.

Esta saeta revoleá se considera mairenera y todos lo entendemos así, a pesar de lo expuesto más arriba, porque sólo se canta en Mairena y porque además, aquella primitiva que cantara el de Marchena sería un esbozo de lo que es hoy, siendo la de aquí el producto acabado y perfecto que conocemos, que hicieron posible esos hombres que hemos citado más arriba y otros que vendrían después como: Juan Marín «Anzúcar», Trigueros, Justa la Gazpachita y un largo etc. que llega hasta nuestros días de la mano de Pepito Jiménez, Antonio Mairena, Homerito, Manuel López “Panzilla”, Gabino y Manuel Crespo.Volviendo a Marín, hemos de señalar que aunque no se le atribuyen interpretaciones de otros cantes, suponemos que los ejecutaría, si bien no con la frecuencia y calidad con que cantaba las saeas, de las que todos coinciden en señalar que era el mejor.

Cantaba Marín también la otra saeta mairenera - autóctona - que todo el mundo conoce por la de la Voz del Angel y que es la más primitiva de cuantas se cantan en Mairena por su condición de canto religioso, sin ningún parecido con las otras saetas al uso.

Manuel Marín Valencia murió octogenario en los años previos a la guerra civil.