Tenemos todos, en general, una vaga idea de aquello a lo que se dedica Cáritas en nuestro pueblo: la atención inmediata de las personas que sufren la injusticia de la pobreza. Sin embargo, ¿Qué hay detrás de esto para posibilitar y sustentar dicha acción? ¿Cómo se organiza y gestiona? ¿Qué ámbito realmente se asume?

Es nuestra impresión, ampliamente compartida con no pocas personas, el escaso conocimiento exacto de dicho cometido —no así de cuantas otras se realizan en la Parroquia—, cosa que ocurre incluso para muchas de las personas cercanas a la misma. Queremos, así pues, emplear el espacio monográfico que nos brinda este primer número, para dar a conocer algo más extensamente la dinámica del grupo de Cáritas, quiénes lo componen y cuál es su estructura interna.

En primer lugar, significar que Cáritas lleva muchos años trabajando para socorrer las elementales y más perentorias de las necesidades que padecen no pocas familias de Mairena, al menos, de cuantas se haya tenido conocimiento de su precaria situación (bien por ellas mismas, bien sea por vecinos que nos la han alertado) y siempre y cuando ha estado en nuestras manos —y así se ha decidido— posibilitarles la ayuda. Decir al respecto, que ésta no se distribuye arbitrariamente, ni se atiende a todo lo que se nos pide, sin que medie un previo estudio de su situación concreta —lo más real posible—, por cuanto, conscientes de ser meros "administradores" de unos bienes donados con la finalidad de un justo reparto, no queremos en ningún momento propiciarlos sin una previa valoración, siempre y cuando las posibilidades del caso por su no urgencia y cuantía lo permitan.

Claro que aquí es donde estriba toda la dificultad de tan ardua e ingrata tarea: tratar de discernir cuál es el mejor destino y a quién dedicarlos. Como quiera que es imposible acertar siempre, desde aquí queremos, antes de nada, pedir públicamente perdón y disculpas a todas y a cada una de las personas que se hayan sentido agraviadas por haber errado nosotros en la decisión tomada. Estamos siempre abiertos a cualquiera de las sugerencias al respecto que nos hagáis y, cómo no, a toda colaboración que deseéis prestar.

Sentado esto, queremos a continuación presentar las personas que actualmente componen el grupo, desde el reparto de responsabilidades y las correspondientes funciones:

Manuel Jesús Vallejo Jiménez

Stefano Cipollone

Mª Angeles Rodríguez Morales

Lidia Pérez Ortega

Carmen Jiménez Guillén

Pepi Peña Rodríguez y

Mª Carmen López Sánchez

Diego Guillén Domínguez

Francisco Castillo Navarro

José Manuel Díaz Roldán

Antonio Mellado Ortega

Mª Carmen Jiménez Sánchez

Cada uno de estos coordinadores cuenta al menos con un/a colaborador/a más de las otras áreas de responsabilidad (hasta un máximo de seis miembros) con las que organizar y llevar adelante dicha misión.

Independientemente de la forma interna de resolver cada subgrupo las situaciones propias de su ámbito, funcionalmente tenemos todos una reunión semanal los Lunes de 8,30 a 10h. de la noche. La primera de mes se celebra junto con los responsables de la actividad caritativa de cada Hermandad, donde se leen las actas del mes anterior, se les informa de los casos vigentes y se ponen en común criterios y decisiones afines. La segunda y cuarta del mes se dedican a la decisión consensuada de aquellos casos donde no parece clara la postura o decisión a tomar y que requieren el conocimiento general de todos. La tercera del mes se dedica a la revisión de la marcha de los Proyectos, así como a las dificultades en el desempeño de cada responsabilidad.

La reunión comienza con el rezo en común, una lectura del NT, comentarios sobre la misma, lectura del acta anterior y desarrollo de los puntos a tratar en el día.

Los trabajos fundamentales que se gestionan se pueden distribuir o agrupar en los siguientes conceptos:

• Las "Guardias", de atención directa y personalizada a cada familia o persona (Martes de 18 a 20h. y Jueves de 20 a 21h.), donde se les escucha, se les atiende en la necesidad urgente y se recaban los datos necesarios de su situación concreta para abrir o actualizar el expediente que le corresponda.
• El "Almacén" de los alimentos que se entregan, lo que comprende el suministro previo, la ordenación por artículo y caducidad y su adecuado mantenimiento.
• La asistencia a los "Transeúntes", desde la atención a su problemática concreta, hasta la gestión del alojamiento nocturno y cena, si proceden.
• Las "Visitas a domicilio", donde se prolonga el contacto con las familias —cuando así se determina necesario— y se trata de observar sobre el terreno su realidad, para propiciarles una ayuda lo más eficiente posible.
• Por último, la "Gestión administrativa", donde se engloba la dirección (animación del grupo, gestiones varias y contacto con Cáritas diocesana), la secretaría (actualización de los expedientes, las actas, correspondencia…) la tesorería (balance de cuentas, pagos, informes económicos…) y la organización de los Proyectos existentes y de las Publicaciones.

Monográfico Gaceta número 2, Diciembre 1999

El 6 de Julio del presente año moría nuestro entrañable amigo Pablo con 62 años de edad. Fue una de las personas más activas de cuantas han colaborado con Cáritas de Mairena del alcor, a la que le dedicó largos e intensos momentos de su vida, convirtiéndose en uno de los miembros con más antigüedad en esta entidad.

Su labor la encaminó especialmente a la atención directa de los casos ayudando en las Guardias de entonces y ocupándose al mismo tiempo de la gestión del almacén de alimentos. Tuvo siempre un gran acercamiento a los necesitados de nuestro pueblo —gran conocedor de sus problemáticas concretas—, lo que le daba cierto margen de garantía en el discernimiento de lo que se debía hacer, y por ello, probablemente, reflejara un carácter tajante y vehemente en sus decisiones.

Materializó su fe y amor al prójimo bajo esta permanente dedicación, y el último año de vida le brindó la oportunidad de mostrar su gran entereza, al superar con alegría esa difícil prueba a la que le sometió su enfermedad. Los amigos que le visitaron nunca escucharon salir de sus labios una sola lamentación, a pesar de que en su estado hubiesen estado justificadas las múltiples quejas. Cuentan las personas que le visitaron con el propósito de "dar", que eran ellas las que salían llenas y fortalecidas, por el testimonio que él les daba.

Dedicado también a la Hermandad de la Ánimas, unos hermanos campanilleros y amigos suyos le han compuesto estas letras :

Monográfico Gaceta número 3, Marzo 2000

El Arzobispado de Sevilla editó el año pasado, a raíz de la reflexión sobre el Congreso de Caridad y Pobreza que se celebró en Nov-98 en nuestra capital, de los estudios acerca de las condiciones de vida de la población pobre, de los análisis de los libros y guías últimamente editados a este respecto y de las valiosas aportaciones realizadas en los distintos sectores por los grupos de trabajo creados a raíz del Congreso, un Plan para toda la Diócesis de Sevilla.

En él podemos encontrar —en palabras del propio Arzobispo—, "una ayuda pastoral con algunas líneas de orientación para nuestro trabajo en la caridad en los próximos años".

No se trata de un tratado de eclesiología ni de un proyecto teórico-técnico, sino de un instrumento a modo de "respuesta sincera y comprometida a la situación de pobreza y exclusión de tantos hermanos nuestros".

El Plan se tiene que convertir —dice el texto— "en el CENTRO de nuestro comportamiento cristiano, de la acción y de la organización de nuestra Iglesia y de todas sus comunidades e instituciones". Por lo que, "Obispo, Consejo episcopal, vicarías y arciprestazgos, parroquias, delegaciones y secretariados de pastoral, comunidades religiosas e institutos seculares, asociaciones, movimientos y comunidades laicales, hermandades y cofradías, el seminario, los consejos pastorales… Todos están llamados a colaborar y asumir sus responsabilidades en este Plan".

En este sentido, el Plan presenta una valiosa aportación en su introducción acerca de las "actitudes y comportamientos" que deberían regir toda nuestra actividad eclesial, clave del impulso comunitario-misionero que se pretende en la diócesis. Asimismo, tras abordar las "propuestas para suscitar la acción pastoral", presenta los "objetivos y orientaciones" para cada sector de pobreza definido (un total de 16 sectores). Un último punto sobre la "animación y seguimiento" al Plan cierra el sumario sobre el que se ha construido su estructura expositiva.

De entre las muchas e interesantes ideas que se exponen se pueden destacar las siguientes:

• "La caridad y la eliminación de la pobreza no son algo más en nuestra Iglesia; es lo CENTRAL, de tal modo que condiciona la evangelización, la catequesis y la liturgia, la organización y la comprensión del mismo servicio ministerial".

• "Cuidar que la catequesis de niños, jóvenes y adultos… contribuya a descubrir que la opción preferencial por los pobres es algo constitutivo de la identidad cristiana y ayuden a asumirla mediante una pedagogía activa".
• "Llevar a las celebraciones litúrgicas de nuestras comunidades parroquiales, especialmente en la eucaristía dominical, "el grito y los sufrimientos de los pobres".

• "Toda comunidad cristiana ha de asumir un compromiso de denuncia y lucha contra las diversas situaciones de pobreza y marginación, y también contra el fraude y la corrupción, como comportamientos antievangélicos de la vida individual y pública".

• "Dentro del Plan pastoral de acción caritativa y social la comunión eclesial se presenta como un elemento fundamental, que nace de la obligación de ser fieles a la acción de la Iglesia y de la necesidad de aunar esfuerzos, voluntades, propósitos y proyectos, de manera que hagamos eficaz el servicio de nuestras acciones a favor de los pobres".

Monográfico Gaceta número 4, Junio 2000

Con mi título de informático recién obtenido, me propuse realizar la audacia de tener una entrevista vía internet con el mismísimo Dios. Busqué entre las múltiples direcciones y páginas WEB que llenan la red, hasta que finalmente, tras mi insistente persistencia en este empeño, obtuve la siguiente pregunta por pantalla: —¿Así que quieres entrevistarme?

Tras, titubear algunos segundos, escribí: —Bueno, si tienes tiempo….

La respuesta no tardó en aparecer:

—Mi tiempo se llama Eternidad y lo alcanza todo; ¿Qué quieres preguntarme?

—Algo no demasiado difícil, supongo, para Ti: ¿Qué tres cosas te sorprenden más de los hombres?, escribí no con demasiado apresuramiento.

Sin demora alguna, casi instantáneamente, aparecieron estas respuestas:

• "Que se aburren de ser niños, apurados por crecer, y luego suspiran por regresar de nuevo a serlo".
• "Que primero pierden la salud para tener dinero y enseguida pierden el dinero para recuperar la salud".
• "Que viven como si no fueran a morirse, y se mueren como si no hubiesen vivido".

—¿Qué deseas más saber?

Yo contesté, tras una espaciada pausa: —¿Qué le pedirías, como Padre que eres, a tus hijos?

• "Que aprendan que no pueden lograr que alguien los ame. Lo que sí pueden hacer es dejarse amar".
• "Que aprendan que lleva años construir una confianza, y sólo segundos desbaratarla".
• "Que lo más valioso no es lo que tienen en sus vidas, sino a quien en ellas tienen".
• "Que aprendan que rico no es el que
• más posee, sino el que menos necesita".
• "Que aprendan que deben controlar sus actitudes, o éstas los controlarán a ellos".
• "Que a veces, cuando están molestos, tienen derecho a estarlo, pero eso no les da derecho a, quien al lado tienen, molestarlo ".
• "Que aprendan que bastan pocos segundos para provocar profundas heridas y daños, y muchos años el sanarlos".
• "Que aprendan que a perdonar, se aprende practicando".
• "Que no siempre es suficiente ser perdonado por otros; algunas veces, uno mismo, debe ser perdonado".
• "Que aprendan que son dueños de lo que callan, y esclavos de lo que hablan".
• "Que aprendan que quien chismes siembra, intrigas cosecha. Y quien amor reparte, felicidad recauda".
• "Que aprendan que nunca harán nada tan grande que haga que Yo les ame más, ni nada tan malo que menos Yo los ame. Simplemente los amo, independientemente de lo que hagan".
• "Que aprendan que la distancia más lejana que pueden estar de Mí es la inconsciencia de mi presencia en sus vidas. Que una simple oración les llevará a mis brazos".

Monográfico Gaceta número 5, Septiembre 2000

El Proyecto de "Vacaciones en paz" de acogida veraniega de niños saharauis que habitan los desérticos campos de refugiados argelinos, finalizó el pasado día 26 de Agosto tras los dos meses de estancia aquí, con el regreso de los 20 niños acogidos este año en Mairena, desde el aeropuerto de Málaga a Tinduf, y de allí, a sus lugares de orígenes.

Una experiencia inolvidable.

Una veintena de niños y tres que permanecieron todo el año en Mairena, han llenado de regocijo y felicidad incalculables a una gran multitud de familias, amigos y vecinos de nuestra localidad, que se han visto agraciados por el cariño inestimable de estos pequeños tan carentes de las necesidades más básicas y perentorias.

Sus risas, su asombro ante lo más corriente y rutinario para nosotros, su afán de disfrutar intensamente de todo lo que acaparaban a su alrededor, sus deseos jamás plenamente satisfechos por mucho que se les quisiera dar, su increíble poder de adaptación ante un idioma, cultura, aspectos nutritivos y de higiene totalmente nuevos, sus incontables besos y gestos de generosidad… han marcado huella profunda y definitiva en los corazones de los que hemos tenido la gran dicha de haber acogido a uno de estos "predilectos de Jesús".

La recompensa recibida —sin antes haberla premeditado— ha sido notoria: cada miembro de la familia ha experimentado un importante crecimiento personal y una profunda paz que se traduce en gran equilibrio interior. ¡Se es ahora mucho más humano!

Hoy en día, es un regalo que desgraciadamente poco abunda en el mundo en el que vivimos.

Doce de ellos eran del AAIUN, tres de SMARA, tres de DAJLA y dos de AUSERD, que son los cuatro grandes campamentos allí existentes. Quince quedaron en Mairena, cuatro en el Viso del Alcor y uno en Sevilla.

El coste económico del Proyecto se desglosa en los siguientes conceptos:

• Vuelos de los niños y transporte en autocares (20x68.000) = 1.360.000 ptas.
• Alquiler de vivienda de los monitores (Embarka y Sidi) y gastos personales de sus estancias = 174.166 ptas. (144.000 ptas. con cargo a la Asociación de Sevilla).
• Gastos de luz y agua de la vivienda alquilada: aún por valorar (se estima alrededor de unas 30.000 ptas.).
• Gastos de teléfono y coordinación, incluidos los 6 días de desplazamiento a Málaga = 40.000 ptas. (estimación mínima en torno a las 75.000 ptas. reales de costo).
• Aportación alimentaria de Cáritas para la manutención de los monitores: por valorar.

TOTAL APROXIMADO DEL COSTE DEL PROYECTO = 1.625.000 ptas.

Quedan fueran de dicho costo:

• La manutención del niño por la familia de acogida (alimentación, vestido, calzado, juguetes, etc.).
• El envío de equipaje para el Sahara (en torno a los 25 Kg. por niño en ropa, medicamentos, higiene, alimentación…) y la ayuda económica para la familia correspondiente, costo también a cargo de la familia de acogida.

La financiación del Proyecto se ha obtenido gracias a:

• La jornada de Tiro al plato celebrada el 4 de Junio con esta finalidad (425.125 ptas.).
• La sexta parte de lo recaudado en los días del Ria Pitá (394.750).
• Aportación de Cáritas Mairena (200.000), Provida (125.000), donativos particulares (60.000), y colaboración de algunas Hermandades (45.000).
• Aportación de la Asociación de Sevilla para la vivienda de alquiler y gastos de monitores (144.000).
• Aportación de algunas familias de acogida (136.000).

Queda pendiente por abordar la financiación del Proyecto "Caravana por la paz" (adquisición de camión, recogida de alimentos, enseres de higiene, ropa en buen estado y otros) valorado aproximadamente en 1.350.000 ptas.

Monográfico Gaceta número 6, Diciembre 2000

Aún resuenan en nuestros oídos y en nuestro corazón, las palabras claras, directas, valientes y precisas de nuestro gran arzobispo de Sevilla, ante el dolor, la sangre y el luto provocados por la avalancha criminal de ETA. Sin ambigüedades y sin esa «cautela culpable» con la que otros intentan disimular su miedo a la represalia terrorista, cuando no su inaudita insidia de medir por el mismo rasero a los que matan y a los que mueren. La voz recia, firme y leal al compromiso Apostólico de monseñor Carlos Amigo Vallejo se ha multiplicado, primero bajo la bóveda de nuestra Catedral y, después, por todos los rincones de una Patria herida, clamando ante la Virgen de los Reyes el dolor que durante tantos años de aflicciones alienta en el corazón de la gente biennacida: "En nombre de Dios —dijo nuestro Fray Coraje—, pedimos a los terroristas que cesen de derramar la sangre de sus hermanos y se arrepientan, que escuchen el llanto de los huérfanos y de las viudas y el clamor unánime de toda la sociedad, que exige el final inmediato de la violencia ciega que desprecia la dignidad sagrada de la persona humana y de la vida".

Así de transparente e intrépido, porque así lo reclama la conciencia de un pueblo estremecido por la barbarie. Sin medias tintas convenientes, de cinismo y autodefensa incomprensibles. Conjugando la humildad franciscana con la exhortación del cara a cara al que obliga una responsabilidad que, en el Santo Nombre de Cristo, no puede permanecer insensible a la brutalidad de tantas familias destrozadas por el odio y la demencia homicida.

El 31 de enero de 1998, cuando la locura asesina dejó tendidos en la calle a Alberto Jiménez Becérril y a Ascensión García Ortiz, la voz de monseñor Amigo fue como una sacudida en la conciencia de quienes creían que la Iglesia iba a permanecer enquistada en prudencias contemporizadoras. Nuestro arzobispo Carlos Amigo Vallejo, con imperturbable temple, tuvo los arrestos de ofrecerse como mensajero de un pueblo arrasado por las lágrimas: "Nuestra razón se enturbia y confunde ante el triste pensamiento de ver cómo unos hombres, quizás también jóvenes como el matrimonio asesinado, emplean su, fuerza para el mal. ¿En aras de qué ideales? ¿Qué sociedad se puede construir bajo el Imperio del terror, del asesinato y de la violencia?"...

Monseñor Amigo, con el ardor del pastor de almas que no quiere ni puede ser promiscuo con la iniquidad, dijo entonces las palabras exactas, fieles a la tarea que Dios le tiene encomendada: "No comprendemos ni queremos admitir que la muerte, la extorsión, el secuestro, la intimidación de las personas, el miedo, el terror y la injusticia sean la solución para nada. Desde nuestra fe cristiana podemos perdonar (... ). Pero vosotros, los que tanto dolor y tanto mal nos habéis, causado, no nos podéis pedir que renunciemos a la justicia y a buscar sin descanso, y por todos los medios legítimos, la paz que tanto deseamos"…

Y hace unos días, en San Lorenzo del Escorial, refiriéndose al «diálogo» a gusto de los terroristas: «No puedo aceptar de ninguna manera, como condición, que ETA siga matando. El derecho de las personas a vivir no es negociable».

Sin título alguno para ello, yo pediría á todos que se repitan a sí mismos estas palabras porque son, inequívocamente, las que interpretan, sin asomo a la menor duda, el sublime espíritu del Evangelio.

Hace doce días, teniendo por testigo a la Virgen de los Reyes, monseñor Amigo acaso haya impartido la mejor lección de su trascendental apostolado, y estoy seguro de que en el corazón de toda la gente biennacida habrá resonado como campanas de fe y de esperanza. Sin matices más o menos esquivos y sin «cautelas, culpables», como seguro estoy de que siempre, en esas horas de desaliento con que el crimen vuelve a abrirnos todas las heridas, tendremos el consuelo de evocar las palabras directas, limpias y valerosas de nuestro Fray Coraje.

Monográfico Gaceta número 7, Marzo 2001

Aun a riesgo de simplificación y en un intento de clarificar las posibles actitudes y posturas del creyente ante la realidad social en la que se ve inmerso y sus reacciones frente a ella, tipifiquemos en tres tipos los posibles casos que se dan:

1. Una religiosidad sin ética. Sobre todo sin ética social. Es la actitud de todos los grupos y personas creyentes que dejan el mundo y su organización, la historia y su devenir, al margen de sus compromisos religiosos. Dan un especial relieve a los aspectos escatológicos de la salvación, con una concepción del "más allá" fuertemente individualista. Son los que esperan lo nuevo en total ruptura con el presente, que hacen, por tanto, inútil cualquier tipo de compromiso intrahistórico, dejando la intervención al capricho de un Dios todopoderoso que destruye y recrea las cosas sin contar con nosotros. Son los llamados "cristianos de la ausencia": creyentes replegados, acomplejados, privatizados, recluidos, al margen del futuro que se está jugando en la sociedad.

2. Una ética social, sin religiosidad. En el extremo contrario se encuentran quienes reducen la dimensión religiosa a ética, una acentuación exclusiva de la praxis, que llega a cortarla de la raíz confesante.

Es la aconfesionalidad con la que algunos intentan imprimir a las expresiones de la pastoral caritativa y social que realizan, lo que pone en peligro el origen motivador de dicha acción. Cuando la ética tiene, y no la disimula, una honda raíz religiosa, se convierte entonces en expresión evangélica y en signo de esperanza.

3. Una "ética sacramental": mediadores del amor misericordioso del Padre. Esta es la actitud más correcta. Hay que buscar en la historia, los caminos que Dios abre al hombre cuando lo llama hacia Él y se le manifiesta como origen y meta del cumplimiento de su vocación humana. El cristiano se convierte así en mediador, al encarnar en el aquí y el ahora de su momento histórico la presencia salvadora de Dios.

El primero de los casos presentado, pretende responder a la pregunta que encabeza el artículo diciendo que lo importante es "amar a Dios". El amor a los hermanos parece como si fuese de segunda categoría, que estuviese supeditado a lo que nos sobra del primero.

Los de la opción B) ponen el énfasis en responder que el "amor a los hombres" es lo principal de todo (el humanismo exacerbado). Mientras que la tercera postura parece hacer la síntesis adecuada al planteamiento inicial: si queremos amar a Dios, hagámoslo amando a nuestros hermanos; en ese amor encontraremos el amor a Dios.

Las reflexiones de la primera carta de S. Juan, hechas en un contexto de disgregación gnóstica de la convergencia de los caminos de Dios en la Historia, establecerán para siempre el realismo histórico-salvífico de la confesión cristológica, y el realismo del amor al prójimo como única vía de acceso a la unión del hombre con el Dios-Amor, revelado para siempre en la historia de Jesús, venido en carne: en esto se hizo visible entre nosotros el amor de Dios: en que envió a su Hijo para que nos diera vida (1 Jn 4,9). Si Dios nos ha amado tanto, es deber nuestro amarnos unos a otros; a Dios nadie lo ha visto nunca. Si nos amamos mutuamente, Dios está con nosotros y su amor se ha realizado en nosotros (1 Jn 4,11-12). El que diga: "yo amo a Dios" mientras odia a su hermano, es un embustero, porque quien no ama a su hermano a quien está viendo, a Dios, a quien no ve, no puede amarlo. Y éste es precisamente el mandamiento que hemos recibido de él: quien ama a Dios, ame también a su hermano (1 Jn 4,20-21).

Con razón puede decir S. Agustín: "si ves la caridad, ves la Trinidad" (De trinitate, 8, 8, 12).

Monográfico Gaceta número 8, Junio 2001

Ha sido el mismo Dios quien nos ha reunido para formar un solo pueblo. Y el Padre es quien ha enviado a su hijo Jesucristo para hacer que hubiera un solo rebaño y un solo Pastor. Hombres de toda raza, pueblo y nación han sido llamados a formar esta única comunidad en la que todos participemos en la fuente del mismo bautismo y en la mesa del mismo pan: el de la Palabra, el de la Eucaristía y el de la Caridad.

El formar ya parte de esta comunidad cristiana, no solamente no nos aleja de aquellos que puedan tener otra fe, o que no tengan ninguna, sino que el mismo amor a Cristo nos impulsa a salir a la calle y buscar a todos los hombres y mujeres del mundo para compartir con ellos el amor que de Jesucristo hemos recibido. Esta es la razón, fundamental y abiertamente cristiana, que nos lleva al deseo de formar esa comunidad humana de los hijos de Dios en la que nadie quede excluido y ninguno deje de participar en los bienes que Dios ha dado para bien y disfrute de todos.

Pero sabemos muy bien que hay muchas personas que no disfrutan de bienes tan importantes como son el de la justicia, el del amor fraterno, el del trabajo, el de la familia, el de la libertad .... Dios ha puesto la unidad, el amor, la justicia, la paz. Nuestros pecados, nuestros egoísmos, nuestras indiferencias son quienes ponen las divisiones, los enfrentamientos.

La exclusión no es un concepto meramente teórico, el rechazo de una persona, de apartarla de la mesa común del bienestar, del trabajo, de la familia, de la vida de la comunidad humana y cristiana, es un verdadero pecado que clama al cielo y es apropiación de un bien, el de la unidad de la familia humana, que Dios ha dispuesto para que fueran compartidos por todos.

A los que nosotros excluimos, son los preferidos de Dios, por ser los más pobres y tantas veces los mas perseguidos a causa de unas razones incomprensibles. Si queremos estar junto a Dios, tendremos que estar también junto a todos nuestros hermanos y hermanas. Porque en un solo Espíritu hemos sido todos bautizados, para no formar más que un cuerpo, judíos .y griegos, esclavos y libres. Y todos hemos bebido de un solo Espíritu (I Cor. 12, 13).

Pero si hay unos privilegiados son precisamente los más débiles, los más pobres. Si unos gozamos de cierto bienestar, ello debe ser motivo para una constante acción de gracias a Dios, de quien llegan todos los bienes. Una gratitud que debe hacerse eficaz en obras de caridad: el que quiera alabar a Dios que sirva a su hermano. Las exclusiones de la mesa común del bienestar provienen, unas veces de leyes injustas, y muchas más, del olvido de la obligación de compartir los bienes que Dios ha puesto en este mundo para disfrute de todos. ¿Qué tienes que no lo hayas recibido? Y si lo has recibido, ¿a qué gloriarte cual si no lo hubieras recibido? (l Cor 4, 7).

El día de la caridad se celebra coincidiendo con la fiesta del Cuerpo y de la Sangre de Cristo. Se queja San Pablo de que en las celebraciones de la eucaristía: "Cuando os reunís, pues, en común, eso ya no es comer la Cena del Señor; porque cada uno come primero su propia cena, y mientras uno pasa hambre, otro se embriaga (I Cor 11, 20-21).

El pasado día 29 de abril, el Papa Juan Pablo 11 beatificaba al sacerdote sevillano, después obispo de Málaga y de Palencia, Don Manuel González. El nuevo beato solía decir que su camino era el del Sagrario, el de la Eucaristía, y que hasta allí quería llevar a cuantos encontrara por el camino. Nadie queda excluido del amor de Dios tampoco lo puede quedar de nuestra caridad fraterna.

Monográfico Gaceta número 9, Septiembre 2001

unque el Estado español en 1975 abandonara el territorio del Sahara Occidental para permitir la ocupación marroquí, de acuerdo con la legalidad internacional en vigencia, sigue siendo aún la Potencia Administradora de la zona y el auténtico responsable del proceso de descolonización del mismo (que tiene aún vigencia anual en la IV Comisión de la ONU) y tiene, además, una responsabilidad histórica y una deuda moral con el Pueblo Saharaui que no puede eludir amparándose en una posición de supuesta neutralidad.

Aquella invasión, sin legitimación internacional alguna, no puede ahora ampararse en el supuesto ofrecido por Marruecos de convertir la zona en "comunidad autónomica" bajo su soberanía, por la que parece decantarse últimamente las propuestas de Naciones Unidas como salida al conflicto, en lugar de exigir el Plan de Paz auspiciado por ésta y la OUA desde 1991.

Toda esta situación de incumplimiento de los acuerdos tomados implica una grave irresponsabilidad que no sólo agrava el sufrimiento del Pueblo Saharaui, sin que ha llegado a ser una verdadera amenaza para la paz en la región, ya que la posibilidad de un retorno a la guerra es, cada vez más, una realidad cercana.

Por todo lo anterior, Andalucía, quien más estrechamente mantiene vínculos de solidaridad con este Pueblo sufriente, ha querido dar un paso adelante en su apoyo para reclamar la exigencia del cumplimiento del Plan de Paz establecido, proponiendo la celebración de un Referéndum Andaluz que dé la oportunidad de pronunciarse a los ciudadanos andaluces sobre este respeto.

Es, por tanto, una votación simbólica para que participe la población Andaluza y pueda expresar su opinión sobre el conflicto del Sáhara Occidental.

Para el 19, 20 y 21 de Octubre, según el siguiente reparto:

• IES Alcores (de 9 a 12 h.)
• IES Mª Inmaculada (de 12,30 a 14 h.)
• Casa de oficios/Escuela Taller en c) Trianilla (de 11,30 a 13 h.)
• Centro Salud (de 9 a 13 h.)
• Hogar de Pensionistas (de 16 a 19 h.)

• Polideportivo, junto a la Noche (de 17 a 20 h.)

• Plaza Ayuntamiento Ant. Mairena (de 9 a 11 h.)
• Plaza Bayamo, en Huerta Retiro (de 11 a 14 h.)
• El Patriarca (de 9 a 14 h.)
• Campo futbol (de 11,15 h. a 14 h.)
• Casa Palacio (de 10,30 a 13 h. y de 17 a 20 h.)
• Y en las misas matinales de la Ermita y Parroquia.

• Adopte medidas políticas para demandar a la ONU y a la Unión Europea la estricta aplicación del Plan de Paz (celebración del Referéndum de autodeterminación).
• Acredite a la delegación del Frente Polisario como legítimo representante del Pueblo Saharaui, y le otorgue el estatuto diplomático.
• Apruebe una partida presupuestaria de ayuda destinada a los Campamentos de Refugiados Saharauis.
• Presione a Marruecos a cumplir los Derechos Humanos en los territorios ocupados.
• Solicite a la ONU la designación de un Relator que garantice los derechos del Pueblo Saharaui durante el proceso.

• Componer la Comisión Local responsable del proceso.
• Coordinar las distintas acciones encaminadas hacia su cumplimiento.
• Cooperar en sumar personas y colectivos al Proyecto.
• Representar al movimiento de solidaridad con la causa saharaui.

• Supervisar la preparación del proceso electoral.
• Supervisar el recuento de votos.
• Certificar los resultados del escrutinio.
• Depositar las actas definitivas del recuento local.

Para ello, se hará distinción entre Adulto (A) y Joven (J) a la hora de la votación y del escrutinio de los votos.

Para votar será imprescindible presentar el Documento Nacional de Identidad o un documento oficial con fotografía que acredite tu nombre y número. ¡NO OLVIDES TU DNI!

Monográfico Gaceta número 10, Diciembre 2001

La horrible tragedia del 11 de Septiembre pasado, no puede legitimar ninguna acción militar que suponga atacar de una manera premeditada a civiles inocentes del país que sean.

Este terrible hecho reclama el análisis del contexto mundial, no perdiendo de vista, como causas de estos extremismos, la prolongación absurda del conflicto entre Israel y Palestina, las actuales estructuras mundiales que perpetúan y agrandan el abismo entre países ricos y pobres, la asfixiante situación de condena a la que los países endeudados se ven sometidos y, sobre todo, la réproba postura de indiferencia que solemos tener los que la fortuna nos ha situado en la parte norte y rica del globo terráqueo ante esas lamentables injusticias que padecen los países del Tercer Mundo. Todo eso es fuente de desesperación.

La respuesta para erradicar el terrorismo no puede ser, como se ha dicho, "una lucha del bien contra el mal", cayendo en el fácil maniqueísmo de buenos y malos. Si fuera una lucha del bien, la respuesta debería ser integral, es decir, no quedarse en el castigo de los culpables, sino posibilitar las bases y estructuras necesarias para alcanzar el justo desarrollo de las personas y los pueblos. Buscar la solución, en definitiva, para acabar con las situaciones de injusticias que padecen tantos hermanos nuestros. A eso, se le llama también construir el Reino y por eso, llevar a cabo esta Buena Noticia, sí sería hacer el bien, es lo bueno, es lo que agrada más a Dios.

Hay, pues, que estimular el diálogo para garantizar la paz, la libertad y el respeto mutuo a las ideas y creencias propias, conseguir una vida digna para todos, combatiendo el hambre y las enfermedades con remedios eficaces y fomentar los lazos culturales que nos unen a los hombres desde el prisma de la solidaridad y el reparto de las riquezas. Es necesario que los que estamos en posesión del 80% de los bienes de este mundo —que somos el 20% de la población mundial— invirtamos con nuestros abundantes medios en el desarrollo de ese 80% restante de población. Sólo así, la paz podrá legar a ser un bien universal.

Ya el Concilio Vaticano II, hace más de tres décadas, en la Constitución "Gaudium et Spes" (84) decía: "Dados los lazos tan estrechos y crecientes de mutua dependencia que hoy se dan entre todos los ciudadanos y entre todos los pueblos de la tierra, la búsqueda certera y la realización eficaz del bien común universal exigen que la comunidad de las naciones se dé a sí misma un ordenamiento que responda a sus obligaciones actuales, teniendo particularmente en cuenta las numerosas regiones que se encuentran aún hoy en estado de miseria intolerable".

El Papa, refiriéndose a los atentados del 11 de Septiembre como "un día oscuro en la historia humana", pidió a los "responsables de las naciones para que no se dejen dominar por el odio y el espíritu de represalia; que hagan todo lo posible por evitar que las armas de destrucción siembren nuevo odio y nuevas muertes y se esfuercen por iluminar la oscuridad del acontecer humano con obras de paz" (Vida nueva 22-09-01, nº 2.297).

Finalmente, terminemos este breve artículo con otra frase de Juan Pablo II: "Pidamos todos, musulmanes y cristianos al Dios único y omnipotente, el gran don de la paz".

Reflexión sobre el nº 6 de Justicia y Paz de Sevilla (Nov-01)