Mairena
del Alcor
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Reflexión Gaceta número 3, Marzo 2000
Con caridad el pobre es rico; sin caridad, cualquier rico es pobre (San Agustín)
Reflexión Gaceta número 4, Junio 2000
Busqué a Dios y no lo encontré; me busqué a mí mismo y tampoco lo logré. Busqué al prójimo y encontré a los tres.
(Hessler)
Reflexión Gaceta número 5, Septiembre 2000
Un Padre nuestro
PADRE NUESTRO que estás en medio de millones de niños hambrientos.
SANTIFICADO sea tu nombre en los pobres y los humildes de corazón.
VENGA A NOSOTROS TU REINO de amor sincero, de exigente servicio y verdadera liberación.
HÁGASE TU VOLUNTAD, que es felicidad fraternal y crecimiento personal para todo hombre (la Buena Nueva del evangelio).
DANOS HOY NUESTRO PAN DE CADA DÍA: el pan para vivir, el del saber y el trabajo, el de la paz y la salud, el pan de tu Palabra.
PERDÓNANOS, Señor, por olvidarte olvidándonos de nuestros hermanos, por no colaborar contigo en la construcción del Reino.
LÍBRANOS DEL MAL, de la tentación de pensar sólo en nosotros mismos. AMÉN.
Que no se me endurezca el corazón, Señor
Que no se me acostumbre, Señor, el corazón, al ver hombres y mujeres sufriendo en situación injusta. Que no me acostumbre a un mundo como el que hemos montado, en el que unos tenemos de todo y a otros les falta todo.
Que no se me acostumbre el corazón, Señor, a la mirada triste y perdida, al olor denigrante del alcohol, a las pocas ganas de vivir y a cualquier deterioro del hermano, que son sus gritos desde la cuneta de la vida.
Que no se me acostumbre el corazón, Padre, a ver como normal al recién llegado que cruza el mar para buscar trabajo, o al que se ha quedado sin familia, sin trabajo o sin hogar.
Que no se me acostumbre el corazón, Padre, a volver a mi casa y tener la nevera yo bien llena, los armarios en que no cabe una prenda y los míos esperándome con cariño para cenar en una casa confortable y al teléfono llamándome un montón de gente, mientras mañana me espera mi trabajo seguro.
Pon ternura, Señor, en mi mirada y caricia en mi mano que saluda. Pon misericordia en mi mente que hace juicios. Pon escucha en mis oídos al recibirlos y sabiduría en mi hablar.
Que no se me acostumbre el corazón, Señor, al dolor del hermano, Que sepa comprender con ternura su historia y su situación. Que el encuentro con él sea el encuentro de dos hijos tuyos .
Reflexión Gaceta número 6, Diciembre 2000
Un Padre nuestro
PADRE NUESTRO, Señor soberano de la historia en marcha.
SANTIFICADO sean tus hijos que llevan tu nombre, infundiéndoles en ellos un profundo dinamismo transformador de corazones y estructuras sociales.
VENGA A NOSOTROS TU REINO, llegando a ser realidad tu plan de amor fraterno entre todos los hombres que habitan el mundo que creaste y, por tanto, haciéndose TU VOLUNTAD.
DANOS HOY el alimento que necesitamos para el cuerpo y para el espíritu. Haz que lleguemos a conseguir que, el PAN NUESTRO DE CADA DÍA: se reparta para todos con la equidad con que se reparte en una gran familia, donde toda injusta desigualdad queda excluida.
PERDÓNANOS y libéranos, pues queremos arrepentirnos de tantas injusticias como cometemos, ASÍ COMO NOSOTROS PERDONAMOS, con verdadera actitud fraterna, a todos aquellos que nos han causado mal, reconociéndolos como radicalmente hijos tuyos y hermanos nuestros.
NO NOS DEJES CAER EN LA TENTACIÓN del desaliento en nuestra lucha por un mundo más fraternal y humano, enfrentado con profundos egoísmos desestabilizadores.
Y LÍBRANOS DEL "MAL espíritu" de nuestro propio egoísmo, que a tiempos sentimos actuar solapadamente en nosotros. ASI SEA.
Señor no tienes...
Jesús, no tienes manos. Tienes sólo nuestras manos para construir un mundo donde reine la justicia.
Jesús, no tienes pies. Tienes sólo nuestros pies para poner en marcha la justicia y el amor.
Jesús, no tienes labios. Tienes sólo nuestros labios para anunciar por el mundo la Buena Noticia a los pobres.
Jesús, no tienes medios. Tienes sólo nuestra acción para lograr que todos los hombres sean hermanos.
Jesús, ayúdanos para ser tu Evangelio, que nuestras vidas sean obras y palabras eficaces para leerlo, ayúdanos a desarrollar nuestros talentos y ponerlos al servicio de tu Reino.
Reflexión Gaceta número 7, Marzo 2001
Un Padre nuestro
Papi mío, Papaito de todo creyente, PADRE del indiferente, del ateo, incluso del blasfemo.
SANTIFÍCANOS y haznos aptos para asumir el reto de tu Reinado.
Que nos convirtamos en colaboradores tuyos, construyendo aquí y ahora tu REINO de justicia, según TU VOLUNTAD.
DANOS lo que necesitamos para esta ardua tarea.
Ayúdanos a superar las dificultades y a PERDONAR tal y como Tú olvidas nuestras flaquezas y debilidades.
NO permitas que hagamos EL MAL, incluso si absurdamente nos empeñamos en ello. Haz que nuestra humanidad se divinice en tus manos. Amén.
Las Binaventuranzas…
"Dichosos los pobres…"
Aquellos que se conforman con lo suficiente y comparten lo que tienen con los demás; los que aspiran, no a tener más, sino a "ser" mejores. Dios está de vuestra parte.
"Dichosos los que tenéis hambre…"
Aquellos que tenéis ansiedad por la justicia, por la paz y por que se acaben las desigualdades opresoras. Dios está a favor de vuestra causa.
"Dichosos los que lloráis…"
Aquellos que soportáis el dolor con fortaleza; los que del sufrimiento hacéis florecer alguna bondad; los que acompañáis a los demás en su dolor. Dios estará a vuestro lado.
"Dichosos cuando os odien por la causa de Dios…"
Aquellos que no os avergonzáis delante de los demás por defender al débil y al oprimido, al marginado y al indefenso, al que sufre situaciones injustas. Estáis defendiendo así la causa de Dios, porque Él ha hecho suya la causa de los pobres.
… y los Ayes.
"Ay de vosotros los ricos…"
Los que nunca tenéis bastante y cada vez necesitáis más. Vuestra insaciabilidad será vuestro propio verdugo.
"Ay los que estáis saciados…"
Los que vivís para consumir y no pensáis más que en vosotros mismos. Vuestro propio egoísmo os consumirá.
"Ay de vosotros que reís…"
Los que vivís superficialmente y carcajeáis ante las lágrimas de los que sufren. Vuestro propio desprecio os ahogará en llantos y amarguras.
"Ay si todos hablan bien de vosotros…"
Los que buscáis agradar y quedar bien por encima de la verdad y lo justo. La tibieza de vuestro actuar será quien os delate.
Reflexión Gaceta número 8, Junio 2001
Y por eso lo mataron
El era un obrero. Cada mañana despedía a su madre con un beso. Hombros anchos, manos fuertes. Él amaba, sobre todo, la justicia.
Y por eso lo mataron.
Él era hombre libre. Nunca fue esclavo. Conservó su libertad sobre la muerte. Su verdad nos hizo libres. Su amor nos hizo hermanos. Rescató la libertad para su pueblo.
Y por eso lo mataron.
Él era muy pobre. Nada tenía. Predicaba su doctrina con su vida. Sus amigos eran pobres. ¡Ay de los ricos! gritaba. Despojó de sus tesoros a los ricos.
Y por eso lo mataron.
Él amaba a todos. Era muy bueno. Los enfermos por su mano eran curados. A los muertos les dio vida. Acariciaba a los niños. Dio de comer a su pueblo en el desierto.
Y por eso lo mataron.
Él les estorbaba. Lo procesaron. Predicaba la igualdad para los hombres. Libertad para su pueblo. Justicia para los pobres. Destronó de su poder a los soberbios.
Y por eso lo mataron.
El servicio a la vida
"El servicio de la caridad a la vida debe ser profundamente unitario: no se puede tolerar discriminaciones, porque la vida humana es sagrada en todas sus fases y situaciones. Es un bien indivisible. Por tanto, se trata de hacerse cargo de toda la vida y de la vida de todos" (EV, 87).
"Quien quiere hacer algo, encuentra un medio; quien no quiere hacer nada, encuentra un pretexto" (Proverbio árabe).
Reflexión Gaceta número 9, Septiembre 2001
¿Qué es la vida?
La vida es una oportunidad, aprovéchala.
La vida es belleza, admírala.
La vida es beatitud, saboréala.
La vida es sueño, hazlo realidad.
La vida es un reto, afróntalo.
La vida es un deber, cúmplelo.
La vida es un juego, juégalo.
La vida es preciosa, cuídala.
La vida es riqueza, consérvala.
La vida es amor, gózala.
La vida es un misterio, desvélalo.
La vida es promesa, cúmplela.
La vida es tristeza, supérala.
La vida es un himno, cántalo.
La vida es un combate, acéptalo.
La vida es una tragedia, domínala.
La vida es una aventura, disfrútala.
La vida es felicidad, merécela.
La vida es la vida, defiéndela.
Madre Teresa de Calcuta
Tres aspectos de la bondad
La bondad en las palabras crea confianza.
La bondad en el pensar crea la profundidad.
La bondad en el dar crea el amor.
Aguiluchos, 491
Todos somos corresponsables
Cuando hablen de los otros, no digas nunca: "no es mi problema".
Cuando no estén de acuerdo contigo, no digas nunca: "no vale la pena seguir hablando".
Cuando te pidan colaboración, no digas nunca: "es que yo no puedo".
Cuando se trate de tus obligaciones, no digas nunca: "no tengo tiempo".
Cuando te encuentres a un pobre, no digas nunca: "no tengo nada que darte".
Sabes en tu interior que te incumben los problemas ajenos; que el diálogo es la única vía de entendimiento; que querer es poder; que siempre se halla tiempo para aquello que nos interesa; y que tenemos tantas cosas por las que estar tan agradecidos...
No podemos lavarnos las manos. Somos responsables de nuestra sociedad y del futuro de nuestro mundo.
Reflexión Gaceta número 10, Diciembre 2001
¿Quién es de color?
Cuando nací, yo era negro.
Cuando crecía, yo era negro.
Cuando estoy enfermo, yo soy negro.
Cuando tengo frío, yo soy negro.
Cuando muera, seré negro.
Pero usted….
Cuando nace, es rosado.
Cuando crece, es blanco.
Cuando está enfermo se vuelve verde.
Cuando hace frío se pone azul.
Cuando toma el sol se torna rojo.
Cuando muere, morado…
¿Y usted tiene el valor de llamarme a mi "de color"?.
Poema de El Colectivo
La oración del Reino
Nos señalaste un trozo de la viña y nos dijiste: "Venid y trabajad".
Nos mostraste una mesa vacía y nos dijiste: "Llenadla de pan".
Nos presentaste un campo de batalla y nos dijiste: "Construid la paz".
Nos sacaste al desierto con el alba y nos dijiste: "Levantad la ciudad".
Nos pusiste una herramienta en nuestras manos y nos dijiste: "Es tiempo de crear".
Escucha Señor al mediodía el rumor del trabajo, conque el hombre se afana en tu heredad.
"Hemos aprendido a volar como los pájaros, a nadar como los peces, pero no hemos aprendido el arte de vivir juntos, como hermanos" (Martin L. King).