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CUARESMA
DE 2003
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EL
MUÑIDOR
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BOLETÍN
Nº 15
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Sobre el origen y la primera etapa de las Hermandades Nazarenas
En estos últimos
años se ha podido constatar con la aparición de las reglas fundacionales
de diferentes cofradías filiales a la Hermandad sevillana del Silencio,
origen de todas las Hermandades Nazarenas de la provincia, que es a principio
del siglo XVII cuando se regulan muchas de éstas. Así, la de Carmona
aprueba sus Reglas en el 1.695, a imitación de la de Utrera que fue la
primera de los pueblos, la de Marchena en el 1.607, la del Viso en el 1.617,
y la de Mairena entre 1.600 y 1.625.
Todas tenían en común, imitando a la Hermandad matriz del Silencio,
diversos aspectos y actitudes:
· eran hermandades sencillas y pobres, que sólo contaban con las
limosnas de sus hermanos y no con el patrocinio de poderosas órdenes
religiosas o estratos sociales dominantes como en otras,
· oficiaban sus cultos internos, Novena y Función, en la segunda
o tercera semana de la cuaresma,
· hacían la salida con profunda religiosidad en el amanecer del
Viernes Santo,
· la imagen de Jesús con la cruz a cuesta iba en una sencilla
andas que llevaban seis u ocho hermanos horquilleros,
· organizaban en su recorrido un Vía-Crucis, en el que destacaban
el encuentro de Jesús con su Madre y origen, sin duda, de los "sermones"
de estas hermandades, que tenían una primera parte en la iglesia antes
de salir y otra final en el Calvario,
· al concluir el sermón se emprendía el regreso, soltándose
entonces los nazarenos la cola de las túnicas, para arrastrarlas por
el suelo, en señal de duelo,
· sus devotos llevaban túnicas moradas con cuerda de esparto a
la cintura, la mayoría de ellos iban con cruces al hombro, el resto con
hachones encendidos, y mientras algunos tocaban unas destempladas trompetas
otros pedían limosnas,
· asistían a la procesión mujeres piadosas acompañando
e iluminando a las imágenes, y a sus fieles se les conocían con
el nombre de "nazarenos", es decir hermanos de Jesús Nazareno.
Nota propia y específica en relación con las demás hermanos
de las otras cofradías de Pasión, que recibían el nombre
de "penitentes", pues se contemplaba en sus Reglas la posibilidad
de que en la procesión se infligieran duras mortificaciones y severos
martirios corporales.
Así pues, la característica común a todas las hermandades
nazarenas, y su gran aportación, fue el inédito modo procesional
que imprimían, creando un ambiente de oración, serenidad y recogimiento,
sin silicios, azotes, cadenas, dolor... . Era la modestia y el "silencio
del cortejo" lo que llamaba la atención en sus desfiles por las
calles de nuestros pueblos.
Pero con el paso de los años el Arzobispado fue dictando una serie de
edictos y cédulas que pretendían dirigir las formas y maneras
de las procesiones, tanto para las hermandades de penitentes como para las de
nazarenos. Legislación que pretendía corregir los abusos y desmanes
que iban vaciando estas genuinas manifestaciones religiosas de su contenido
espiritual primitivo. Así, con este fin, se prohibió a finales
del siglo XVII que se procesionará con túnicas, yendo entonces
el clero de negro y los hermanos con trajes oscuros. Esto hizo que cuando, casi
un siglo después, se volvió a salir con túnicas, muchas
hermandades nazarenas cambiasen sus túnicas por el color negro, como
fue el caso de la Hermandad Matriz del Silencio en Sevilla.
Llama la atención la gravedad que fue tomando este tipo de medidas correctivas
con el paso del tiempo, ya que se llega a prohibir "que en las procesiones
de Semana Santa haya disciplinantes, empalados y otros espectáculos semejantes,
que se hagan de noche, como también que lleven los rostros cubiertos,
y que se pongan en los tránsitos de ellas mesas de comestibles o licores".
Pero si concretizamos en Mairena, debemos pensar que nuestra hermandad debió
de seguir las pautas y comportamiento de las demás hermandades de la
provincia, y así desde una situación de quietud se fue pasando
a otra de agitación o bullicio profano.
De la primera realidad hay un documento en el que se puede leer: "La cofradía
de Jesús Nazareno se compone de limosnas, que se juntan con la demanda
y otras que dan los hermanos y diputados por ofrecimientos que hacen, que todo
regulado por quinquenio importan al año 840 reales, que se distribuyen
en una procesión de penitencia, con sermón de pasión, gastos
de cera y otros que tiene esta cofradía. Halláronse tomadas cuentas
por sus diputados a los Mayordomos que han sido, y por las últimas que
dieron Gaspar y José de Carrión de un año hasta abril de
1.729. Resultó de alcance a favor de los susodichos 34 maravedíes,
que perdonaron a dicha cofradía."
Del segundo estado, llama la atención la labor de un Vicario de nuestra
parroquia, Don Andrés Jiménez, que emprendió cuantas medidas
creyó oportunas para no "ofender a Dios en unos tan santos días
en las casas de los hermanos mayores de las cofradías". Algunas
de sus disposiciones fueron:
- quitar "la perniciosa costumbre de repartir la cera a los hermanos dentro
de la iglesia", por lo que alborotan "tanto las gentes de uno y otro
sexo".
- fijar ordenes para que "los seglares no se permitan en la sacristía,
máxime en concurrencia de los eclesiásticos, pues ha habido en
estas muchos desórdenes y ocasionalmente menosprecio de un sitio tan
digno de respeto".
- prohibir "las conversaciones en las puertas de la Iglesia, y otros escándalos
y actos"
Además, Don Andrés notificaba de cuantas providencias le llegaban
del Señor Arzobispo, sobre las normas a seguir por las cofradías,
al Corregidor de la Villa, quien no dudó hacer constar en el libro de
actas de los Cabildos Municipales, en marzo del 1.788, este texto: "Asimismo
se hizo presente por el propio Sr. Corregidor la corruptela o abuso que había
en esta Villa, de las comidas o cenas que se acostumbran a hacer en los días
de Semana Santa por los cofrades de las Hermandades, de las que se originan
embriagueses, escándalos y alborotos. Redundando todo en ofensa de la
Divina Majestad, especialmente en estos días en que todos deben concurrir
al templo a pedir a Dios misericordia, y en menosprecio de las Reales Ordenes
expedidas a su prohibición, y a la mayor compunción de los vasallos
de Su Majestad en memoria de la Pasión y Muerte de Nuestro Redentor Jesucristo.
De lo que enterado este Ayuntamiento acordó se prohíba absolutamente
para el presente tiempo y para lo futuro semejante abuso y corruptela, corrigiéndose
severamente a todos los Mayordomos de Hermandades, así a hermanos pedidores
y demás personas, que practiquen y se junten en la Semana Santa, con
inclusión del Domingo de Ramos, a tales convitones y comilonas. Exigiéndoles
a los que contravinieren este acuerdo la multa de veinte ducados, independientemente
de procederse para la inobediencia criminalmente contra sus personas, y en la
misma pena incurrirán los que rompieren o quitaren el Edicto testimoniado
de este acuerdo, que en relación se fijara en el sitio público
acostumbrado. Por lo que así quedó acordado".
D. Manuel Gavira Mateos
BODAS DE ORO Este
año 2003, celebrarán sus Bodas de Oro como miembros de
la Hermandad (50 años inscritos), los siguientes hermanos:
Enrique Ortega Gutiérrez Enrique Crespo Domínguez Francisco Galocha Crespo Laureano Jiménez Sosa Luis Domínguez Navarro |
DIFUNTOS La Hermandad mantiene siempre en el recuerdo a aquellos hermanos que nos han precedido en la fe y en la misma devoción a nuestras Sagradas Imágenes, recordemos especialmente a los fallecidos en el transcurso de este último año que han sido los siguientes: Eulogio
Carrión Guillén A todos ellos los encomendamos a Ntro. Padre Jesús Nazareno y a su Stma. Madre de la Amargura |