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CUARESMA
DE 2003
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EL
MUÑIDOR
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BOLETÍN
Nº 15
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Jesús Nazareno, que
dichosos nos sentimos cuando vamos a tu encuentro en el Sagrario. Al ver tu
cara ensangrentada se percibe el sufrimiento que padeciste para perdonar nuestros
pecados; y tus ojos, que nos colman de paz, amor y sosiego necesarios para seguirte
hora a hora y día a día.
La misma dicha que sentimos, Señor, nos gustaría que se hiciese
extensible a todo miembro de esta Muy Antigua Hermandad, pero sólo hay
un camino para conseguirla, y es, participando en tu última cena, cada
domingo, al recibir tu cuerpo y tu sangre.
Desde aquí se os quiere invitar a que no os acerquéis a Cristo
sólo el Viernes Santo en nuestra Estación de Penitencia, sino
también en el Vía Crucis, y en los cultos internos en honor a
Nuestro Padre Jesús Nazareno, a su Madre bendita de la Amargura y a San
Juan Evangelista; ya que como hermanos de esta nuestra Hermandad, debemos participar
en todos ellos.
Jesús María Morales Sánchez.
Diputado de Cultos y Formación.