CUARESMA
DE 2004
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EL
MUÑIDOR
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BOLETÍN
Nº 16
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Siempre, cuando llegan estas
fechas y los boletines salen a la calle, el Hermano Mayor - en nuestro caso
-, se pone en contacto con todos y cada uno de los hermanos de nuestra querida
Hermandad; llamo a la puerta de vuestras casas y estas se abren para que la
Hermandad de Ntro. Padre Jesús Nazareno y Ntra. Sra. de la Amargura entre
en ella, para que os acontecimientos de todo el año, se puedan traspasar
al papel y en este quede para que las generaciones venideras lean lo que sus
antepasados hacían, decían y hasta discutían, pero sobre
todo, el amor que ponían, que ponemos en pro de la Hermandad de nuestros
amores.
Por ello, y por lo que dan los años al servicio de nuestra Hermandad
y de la experiencia acumulada, no me queda más remedio que daros una
vez más mis más sinceras gracias tanto por el trato recibido,
como por la ayuda prestada, no ya al hombre - que siempre es de agradecer -,
sino al hermano mayor y como consecuencia al representante de nuestra Hermandad.
Sabéis que una de mis mayores preocupaciones ha sido, es y seguirá
siendo la constancia, nada se puede conseguir sin ella, y nosotros los "jesuistas
", podemos presumir con legitimo orgullo de poseerla, pues no hace muchos
años, ni los más optimistas pensábamos en tener los enseres
con que cuenta la cofradía, la banda de cornetas y tambores, el número
de hermanos tan extenso, la caseta de feria, la casa hermandad con el bar abierto
todos los días, la nave, la transformación que para mejorar han
tenido nuestros cultos, el ampliar hasta llegar hasta la Junta Joven y las cuadrillas
de hermanos costaleros. Y como colofón, como premio a todo nuestro trabajo,
esfuerzo, amor, entrega y - como decía al principio -, constancia, el
Sagrario presidido por nuestros Sagrados Titulares, para acompañar continuamente
a Jesús Sacramentado, al Nazareno perpetuo y permanente que nos espera
día y noche para el perdón de nuestros pecados, para que una palabra
suya baste para sanarnos.
Creo queridos hermanos, que cuando entramos por las puertas restauradas de nuestra
Ermita de San Sebastián, los ojos reciben la imagen preciosa y majestuosa
de la Santísima Virgen de los Remedios que nos preside e inmediatamente
la rodilla besa e1 suelo al mirar y ver a Jesús, Nazareno y Sacramentado,
acompañado de la que paso por la Amargura mayor de cuantas han pasado
mujer alguna, de su Santa y Bendita Madre, y las lágrimas, fruto de la
emoción y del amor, la de orgullo y de sentimiento cofrade y "jesuista"
se asoman para no perderse detalle, y es cuando en el silencio del encuentro
con el Señor, repasamos y revisamos tanto nuestras vidas privadas, como
nuestra vidas de Hermandad; así lo hago yo, queridos amigos, y recuerdo
y me acuerdo de aquellos hermanos que pasaron a 1a Gloria del Señor y
que sin su ayudas y sin sus trabajos, así como de sus ejemplos y enseñanzas
jamás hubiésemos sido capaz de conseguir lo conseguido.
Y los rezos que desde niño aprendí me vienen a la memoria, y pido
perdón por aquello que no he sabido hacer o que hice mal, y perdono con
el Padre Nuestro a aquellos hermanos que me ofenden o me han ofendido, y e1
rato que estoy con el Señor es el bálsamo espiritual que todo
cristiano y cofrade necesita.
Perdonar que este año me haya extendido en cosas mías, pero los
años y los deberes hechos con el corazón, me dan pie para ello,
amen de 1a satisfacción de podernos postrar en el sagrario de la Ermita
de San Sebastián delante de Jesús Nazareno y Sacramentado.
Gracias de nuevo queridos hermanos, y antes de terminar permitidme un ruego:
que pidamos a Dios, Nuestro Señor Jesús Nazareno, por nuestro
hermano Juan Carlos Mateos Madroñal para que su voz sea el mensaje evangélico
y cofrade que el pueblo de Mairena espera de su pregonero.
Antonio Jiménez
Rodríguez
HERMANO MAYOR