Mañana
del Viernes Santo,
ya suenan los tambores
huele a azahar y azucena,
ya está saliendo Jesús
de la linda Plazoleta.
Yo inquieta como una niña,
¡vamos madre que ya
suenan las trompetas;
que ya viene Jesús subiendo
por la esquina del Carreta!.
¡que mañana tan bonita,
me da el olor a claveles
y es que viene mi Jesús
por la calle de los quinqueles!.
Ya va llegando a la esquina,
abrazando su cruz
con los labios entreabiertos
y sangrando las heridas.
Lo bajan los costaleros
con amor y con dulzura
a la voz del capataz
desgarrada de ternura.
No se oye ni un suspiro;
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todo el mundo está
rezando,
lleva la cruz arrastrando
y su cuerpo dolorido.
Solo los pajarillos
por el cielo se ven volar
acompañando a Jesús
en su triste caminar.
Ya empieza a brillar el sol
y en su túnica morada
relumbra el resplandor
de esta bendita mañana,
mañana de Viernes Santo.
Ya va Jesús pa la plaza
va bajando por la calle
con temblor en la mirada.
Quisiera ser pajarillo
para poderte quitar
espinas de tu corona
Ya se ven las bambalinas
de la preciosa amargura
que llena de amor y pena
está llegando a la esquina.
Se hace otra vez el silencio
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la banda le toca
"Amargura".
Todos seguimos rezando
y llorando a lágrima pura.
Danos tu bendición María
y para el año que viene
no falte nadie en la esquina.
Así es la mañana del Viernes Santo
en mi pueblo y en mi vida;
que siga oliendo a azahar
a azucenas y a claveles
para verte muchos años
por la calle los quinqueles.
Rosario Gómez
SAETA
Amargura donde vas
llorando con tanta pena
siendo ramo de azahar
de las huertas de Mairena.
Emilia Hernández
Jiménez
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