CUARESMA
DE 2005
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EL
MUÑIDOR
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BOLETÍN
Nº 17
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El condenado llevaba la Cruz (se refiere probablemente solo al travesaño superior de ella, viene a pesar unos 35 kg. y la Cruz entera unos 90 kg.) por los lugares de la ciudad más frecuentados de gentes para que fuese visto y sirviese de ejemplo. El lugar de la crucifixión estaba a unos 600 m., media milla romana, a las afueras. Este camino estaba formado por calles estrechas, con el firme irregular, escalonadas, con socavones y piedras salientes. Jesús, debido a la flagelación, no tenía las fuerzas necesarias para llegar por su propio pie al Calvario; pero era necesario que el reo llegase vivo al suplicio de la Cruz, para que se consumiese plenamente el Sacrificio; por lo que necesitaba ayuda.
La quinta estación del Via-Crucis se titula "El Cirineo ayuda
a Jesús a llevar la Cruz". Analicemos un poco la figura de este
Cirineo, que cada Viernes Santo acompaña a Jesús por las calles
de Mairena.
Primero veamos como narran los Evangelios este pasaje de la Pasión:
¨ San Marcos: Entonces los soldados sacaron fuera a Jesús para
crucificarlo. Al salir, se encontraron a Simón de Cirene (padre de
Alejandro y de Rufo), que volvía del campo, y lo obligaron a llevar
la Cruz de Jesús. (Mc 15, 21-28).
¨ San Mateo: Al salir encontraron a un hombre de Cirene, llamado Simón
y le obligaron a que cargara con la Cruz de Jesús. (Mt 27, 32-38).
¨ San Lucas: Cuando lo llevaban, echaron mano de un tal Simón de
Cirene que volvía del campo; y lo cargaron con la Cruz de Jesús
para que la llevar detrás de él. (Lc 23, 26-31).
¨ San Juan no hace mención alguna del Cirineo.
Lo primero que se aprecia es la procedencia de este hombre: Cirene es una
ciudad del norte de Africa a medio camino entre Egipto y Cartago, capital
de Cirenáica. Simón de Cirene, pasaba por allí, y nos
llaman la atención dos particularidades: viene del campo y es el padre
de Alejandro y Rufo. Probablemente el Cirineo volvía a su casa desde
los Huertos del Gareb. Y puede que también Alejandro y Rufo fuesen
miembros destacados de las primeras comunidades cristianas; y que Rufo, hijo
de Simón, es de quien tan cariñosamente habla San Pablo en su
Epístola a los Romanos.
Sin ser consciente de ello el Cirineo cumplió con lo que dijo Cristo
un año antes: Si alguno quiere ser mi discípulo, niéguese
a sí mismo, tome su Cruz y sígame. Simón tomó
la Cruz en el momento que todos los discípulos habían abandonado
al Maestro. San Lucas describe intencionadamente este hecho con los términos
fundamentales que caracterizan a un verdadero discípulo de Jesús.
La talla de nuestro querido Cirineo fue adquirida en 1957 en el taller de
José Martínez, pero se desconoce su autor y procedencia. Es
una talla de madera completa, pintada y policromada de buen material y aceptable
valor artístico. Fue restaurado y reparado en 1983 por el imaginero
Francisco Berlanga, saliendo completamente restaurado el Viernes Santo de
1984, con la innovación de una túnica de pana verde ya que antes
salía con su propia talla sin revestir.
Durante este año se le ha realizado una restauración a fondo
debido a las alteraciones del paso del tiempo y a anteriores intervenciones.
Se pudo comprobar que la imagen en su totalidad se encontraba en un lamentable
e irreversible estado de recuperación. Por este motivo el imaginero
local Ventura Gómez Rodríguez ha sustituido el cuerpo conservando
solo cabeza y brazos, a los cuales se le han corregido las anomalías
que presentaba. Además se ha convertido en una imagen para vestir con
las piernas totalmente anatomizadas y portando sandalias al estilo clásico.
Todo ello en materiales de primera calidad que garantiza el paso de los años.
LA REDACCIÓN
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