CUARESMA
DE 2007
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EL
MUÑIDOR
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BOLETÍN
Nº 19
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CARTA DEL HERMANO MAYOR
Con estas rematan mis
plumas
mi lengua no tiene más explicación,
la campana que llevo en las manos
yo y mis compañeros pedimos perdón
Así dice una bella
copla de "campanillas" de Ánimas y Remedios, y así he
querido comenzar esta mi última carta como Hermano Mayor de nuestra querida
Hermandad.
El año pasado decía y lo vuelvo a decir este mi último
año.
-Gracias Señor por todos los bienes que tu generosidad me ha dado-, -gracias
por la familia que me has concedido-; -gracias por haberme permitido ser Hermano
Mayor de tu Hermandad, déjame Señor ser útil todavía
a nuestra gente, a los hermanos de nuestra Cofradía; pero sobre todo
Señor, gracias por nacer cristiano y "jesuísta", de
la Amargura de Tu Bendita Madre y de San Sebastián, de mi pueblo de Mairena
y de los amigos que son de verdad -.
Hablaros de mis años de gestión al frente de nuestra Hermandad,
ni quiero ni pretendo, pues de todos es conocido, amén de decir esas
frases tan manidas de -si a alguien he molestado-, -de pedir disculpas-, -de
hice todo lo que pude-, y ese largo etc., que todos y cada uno pondríamos.
Lo que si quiero que sepáis, es que son diez años como Hermano
Mayor, y cuarenta como miembro de Junta. Esto si quiero decirlo, pues es un
honor y una verdadera satisfacción la que siento; poca gente puede decir
lo mismo.
Mi entrega ha sido total, mejor dicho TOTAL, con mayúscula, si amigos,
así lo siento y así lo escribo, pues no concibo mi vida sin mi
familia y sin mi Hermandad de Jesús, lo más grande y sublime para
mí.
Pero también quiero que sepáis, que si a alguien le digo algo
(cosa que desde luego me gustaría), a mí en estos momentos de
mi vida en que Dios Ntro. Señor me va a bendecir con un nieto, en que
mi edad supera los sesenta años, que dejo lo que siempre fue mi entrega,
mi Hermandad, me acuerdo del hombre que ha significado todo para mí,
de mi querido tío Julián de Galo, el hombre más grande
que vio el Viernes Santo por la mañana, el Hermano Mayor inigualable
e insustituible, el mejor. Por él rezo en el silencio de mi alma, pues
se que él, estará pidiendo por todos nosotros, y en particular
por mí, pues este paso también él lo dio.
¿Qué será después de las elecciones? Para mí
lo tengo claro ¡Estar al servicio de mi Hermandad, para lo que gusten
mandar!
Intentar que quien me sustituya lleve por bandera la Hermandad de Ntro. Padre
Jesús Nazareno y a su Bendita Madre de la Amargura.
Que sea y se haga rodear de hombres y mujeres, comprometidos con nuestra Santa
Madre Iglesia, hombres y mujeres de fe y esperanza, trabajadores por la fe de
sus mayores, en definitiva "jesuístas" de verdad.
Por eso os digo, ¿para qué hacer balance de mi gestión?,
mejor quiero que os quede el recuerdo de un hermano que a base de luchar, mantuvo
el legado histórico y patrimonial que de sus mayores recibió.
No quiero seguir, mis cansados ojos se humedecen y mi mente vuela a los años
en que todo mi quehacer comenzó.
También os decía el año pasado:
Pues esta ha sido mi carta de presentación, en realidad de despedida
en el cargo, mi forma de dirigirme a todos y cada uno de vosotros queridos hermanos
de la Hermandad de Jesús Nazareno, con fe y con humildad, con amor y
con entrega, con devoción y con gratitud. Por ello quiero que sepáis
que los años que el Señor quiera tenerme con vosotros, estaré
a vuestro servicio, en la Junta o fuera de ella, allí donde la Hermandad
me necesite y si no, me encontrareis en el Sagrario del Señor, de Ntro.
Padre Jesús Nazareno en la Ermita de San Sebastián.
Antonio Jiménez
Rodríguez
HERMANO MAYOR