(4-Sep-2002)
Conferencia sobre le Restauración del Retablo de la Parroquia
Informa: Diario de Sevilla
Según han desvelado los restauradores del retablo barroco de la iglesia
de la Asunción de Mairena, más de diez mil hojas de oro de 23 quilates
y dimensiones de siete por siete fueron necesarias para completar el dorado del
conjunto. Así lo explicaron anoche Miguel Ángel Pérez y Ricardo
Llamas en una conferencia con apoyo audiovisual en el Teatro Municipal, en la
que desvelaron todos los secretos de su trabajo sobre el monumento, que ha durado
26 meses.
Los artistas contaron múltiples anécdotas, como que la puerta del
manifestador de la ornacina se hallaba en casa de una familia cercana. Tras comprobarse
que la pieza pertenecía al conjunto, ha vuelto a ocupar su lugar primigenio.
De sus bocas se pudo saber también que el retablo de 15 metros de altura
y ocho de ancho, posee aportes neogóticos del siglo XIX, o que gracias
a las inscripciones de nombres y fechas en su ático se ha podido conocer
la periodicidad con que la obra fue limpiada y retocada. Además, según
comprobaron tras por haber descubierto su policromía, la Virgen de la Asunción
que preside el conjunto fue en su origen una Virgen del Carmen reformada tras
extraérsele el niño de entre los brazos.
Un momento trascendental en los trabajos, y que cambió el rumbo de los
mismos, fue la aparición de una foto del original, que se conservaba en
la hermandad Sacramental. Una ampliación de la misma permitió la
reubicación de los elementos en el mismo orden que habían tenido
inicialmente. La obra fue restaurada por unos carpinteros del pueblo ajenos al
arte, tras el intento de quema y destrucción sufrido por el retablo en
1.936. Su labor consistió en clavetear los elementos que se salvaron de
la destrucción por todo el conjunto, según su criterio.
El ático también se hallaba en una situación delicada, ya
que su sujeción a pared y techo mediante troncos de olivo carcomidos y
podridos, amenazaba con ceder. Ahora, la madera de pino ha sido la utilizada tanto
para asir el ático, como para reconstruir todos los elementos que se habían
perdido. El criterio utilizado por los artistas se ha regido por la máxima
"de conservar y restaurar lo que había, y construir lo que faltaba",
y se ha desarrollado en 4 fases: restauración de imágenes, restauración
del ático y los frescos del techo, cornisa y calles laterales del conjunto,
y hornacina y manifestador.
En el acto también participó el párroco Enrique López
Guerrero, que desveló haber presentado el proyecto al alcalde, Antonio
Casimiro Gavira hace once años, con escasas expectativas acerca de la posibilidad
de acometerlo. El vicario reconoció su sorpresa cuando hace tres años
el regidor municipal se comprometió a sufragar desde el Ayuntamiento los
240.405 euros de los trabajos. El alcalde, por su parte, agradeció a los
restauradores su trabajo y se congratuló de que el patrimonio mairenero
pudiera ser legado en las mejores condiciones a las generaciones futuras, tras
haber sido parcialmente destruido en el pasado.