(6-Oct-2003)
Pedro Benítez trabaja ya en el retablo de Ntro. Padre Jesús Nazareno.
Informa:
Chema Cejudo
El
joven tallista mairenero Pedro Benítez Carrión acaba de colocar
la estructura y algunas de las piezas del armazón del que en el plazo de
un par de años será el retablo que albergará las tres imágenes
que integran la procesión de la hermandad de Nuestro Padre Jesús
Nazareno del pueblo. El armazón del conjunto se acaba de colocar en la
capilla que la hermandad posee en la Ermita de San Sebastián, a la derecha
del altar mayor, y poco a poco, según vayan siendo concluidas, se le irán
añadiendo el resto de piezas.
Se trata de un conjunto barroco, compuesto por tres hornacinas que acogerán
a la imagen del Cristo cargado con la cruz, flanqueado por la Virgen de la Amargura
y San Juan Evangelista. Entre otras características de la obra destacan
sus importantes dimensiones de 4,80 metros de altura por 5,15 de ancho. Como material,
al igual que para el paso de La Borriquita, el joven tallista ha elegido la madera
de cedro para su construcción "no sólo en razón de la
calidad; también por su textura", explica. Cuando esté completamente
terminado llamarán la atención sobremanera su cornisa de gran vuelo,
sus seis columnas de estípite concebidas por módulos, y su hornacina
central sobresaliente que resaltará la majestuosidad de la imagen del Cristo.
El importe total de los trabajos, que asciende a algo más de 72.000 euros,
será sufragado mediante la venta de cupones semanales al precio de un euro,
con compromiso de compra asumido en primera persona por los propios hermanos durante
varios años hasta completar la cantidad. Esta modalidad financiera ha sido
adoptada en cabildo general de la hermandad que conduce Antonio Jiménez
Rodríguez por tratarse de una fórmula imaginativa, cómoda,
que salvaguarda del endeudamiento al colectivo, y da opciones a premios por sorteo
a todos los cofrades.
A pesar de lo avanzados que están los trabajos, el artista recibió
el encargo tras la pasada semana santa, y en esta primera fase ha construido ya
el esqueleto y elementos estructurales del conjunto en colaboración con
el equipo de carpinteros del taller de Caballero Farfán. Todo ello a pesar
de que simultanea este encargo con otros dos más de no escasa envergadura:
un paso para el Jesús Nazareno de Fuentes de Andalucía, y un Cautivo
ampliado a paso de Misterio -de grandes dimensiones- para la hermandad de Torreblanca.
Y es que, a pesar de su juventud, Pedro se afana cada día en su esfuerzo,
pues las primeras, lógicas, y propias dudas sobre la calidad de los trabajos
que este discípulo del maestro Manuel Durán han ido poco a poco
despejándose a medida que se iban acrecentando los encargos, que ya no
paran de llegar. En este sentido, Pedro se muestra muy agradecido con las hermandades
locales, que fueron las que primero rompieron el hielo demostrándole su
confianza.