(13 abril 2003) La Borriquita estrena su paso a pesar de la lluvia.

Informa: Chema Cejudo

La lluviosa tarde del Domingo de Ramos no pudo contener los rotundos deseos de la Hermandad de la Borriquita de Mairena del Alcor para salir en estación de penitencia. Eso sí, sólo se pudo aprovechar una tregua de una hora que dio el temporal, que apenas permitió un breve paseo de las imágenes por varias calles de la Barriada de San Bartolomé. Sobre las 19,30 horas salía de la Ermita de María Inmaculada el nuevo paso del Misterio de la entrada de Jesús en Jerusalén, que fue acogido por la multitud presente con rostros de alta emoción, denotativa de una aprobación sin paliativos. En el caso de los artesanos autores la carga emocional se transformó en lágrimas vivas.


Momentos previos a la salida, el hermano mayor, Antonio Delgado, colocaba sobre la solapa de Calixto Sánchez la segunda insignia de oro de la hermandad -la primera, curiosamente, le fue concedida en 1.996 a su cuñado Pepe Hernández-, en reconocimiento a su aportación para la consecución del enorme nuevo paso. El maestro correspondió a la distinción interpretando una sentida saeta a las imágenes entre la primera y segunda chicotás, todavía en el interior del templo. Para hacer la llamada a los 40 costaleros en ambos tramos fueron requeridos los autores de la obra: Pedro Benítez y Ventura Gómez.

El paso barroco de caoba, tallada con gubia por Benítez paseó sobre sus lomos el numeroso conjunto de imaginería -igualmente nuevo casi en su totalidad- esculpido por el también mairenero Ventura Gómez. Sobre una alfombra de claveles rosa procesionaron San Bartolomé con la rama de palma, la samaritana, una mujer con bebé, el niño con la rama de olivo, Jesús sobre el asno, el discípulo Juan, la cría del équido, y un zaqueo en una palmera, que compusieron como nunca antes en Mairena la representación del Misterio del Domingo de Ramos, al que dio vida y ambiente musical la Banda del Dulce Nombre de Jesús, de Marchena. El enorme paso -el mayor de la Semana Santa mairenera en la actualidad- lució también en sus faldones nuevos broches bordados en oro fino.

Varias decenas de metros detrás Ntra. Sra. De los Ángeles lució bajo su palio un bellísimo aspecto, a mitad de camino entre aires macareno y trianero, que con sus buenas artes le confirió un año más el floristero Alejandro Navarro, su vestidor. La advocación mariana, obra del imaginero sevillano José Paz Vélez, estrenó también una saya de raso blanco, con bordados en hilo de seda dorada, donada anónimamente, que lució con gran majestuosidad entre un mar de claveles blancos, coronados por gladiolos en las cuatro esquinas del paso. La Banda Municipal de Música del pueblo la acompañó en un deslumbrante, aunque breve recorrido. A este aire de pureza impoluta contribuyó el blanco integral de los trajes de un cortejo de algo más de 300 nazarenos que acompañaron ambos pasos. Los penitentes de "La Borriquita" se caracterizan por ser mayoritariamente jóvenes, como suele ser la media de edad de los hermanos de la no en vano bien denominada "cofradía de los niños".