(15-Mar-2003) LA CASA DEL ARTE FLAMENCO IMPUSO SU INSIGNIA DE ORO A MANUEL COPETE

Informa: Chema Cejudo

El vicepresidente de Diputación y Diputado provincial de Cultura y Deportes, Manuel Copete Núñez, recibió anoche la medalla de oro de la Casa del Arte Flamenco Antonio Mairena en el intermedio de un festival flamenco organizado por esta peña en el teatro municipal de la Casa de la Cultura de Mairena del Alcor. El máximo galardón que concede la entidad le fue impuesto de manos de su presidente, Diego Jiménez Delgado, y acogido por el distinguido con un emotivo discurso, en el que resaltó la importancia de la cultura y los colectivos que la promueven. Refiriéndose a los vientos de guerra que soplan en Irak, el político socialista afirmó que "a pesar de las guerras y las catástrofes, como siempre ha ocurrido a lo largo de la historia de la humanidad, las manifestaciones culturales de los pueblos sobrevivirán".
En el transcurso del acto, el diputado gozó del respaldo de un gran número de maireneros y aficionados de otros lugares de la provincia, que casi llenaron el patio de butacas de la sala. También estuvieron presentes diversas personalidades del pueblo y autoridades. Todos disfrutaron de un espectáculo flamenco, de cuyo cartel se cayó a última hora Juan Peña El Lebrijano, aunque su ausencia se compensó con la incorporación de dos cantaores no previstos inicialmente: Segundo Falcón y Curro Malena.
A Malena le correspondió abrir brecha con la guitarra de su hijo Antonio. Le siguió Segundo Falcón acompañado por Miguel Ángel Cortés. El joven cantaor visueño hizo tres cantes en su habitual línea innovadora y personal, que el público escuchó con interés. De ellos, una soleá apolá se la brindó al veterano aficionado y reconocido mairenista Manuel Crespo Reyes. La primera parte la cerró un Manuel Mairena, que ha retornado con bríos de su paréntesis por enfermedad. Manolo no defraudó, a pesar de sus dudas respecto a su forma física para clavar los cantes por seguiriya. Ante la ausencia también de la guitarra de Antonio Carrión, el joven carmonense Manuel Martín hizo el toque.
Martín hizo doblete abriendo la segunda parte con el joven Manuel Castulo, que fiel a su habitual estilo mairenista, derrochó facultades ante un público siempre ávido de cante purista. El último en pisar las tablas del teatro municipal fue Perrate de Utrera, que tuvo una actuación cargada de complicidades con el público, poniendo una nota de maestría, a la que no fue ajeno el toque de Juan del Gastor, quien no dejó que el duende se le escapara ni un solo minuto de su actuación. Su peculiar modo de tocar mereció del público el calificativo de "artistazo", y tuvo mucho que ver con el buen pulso y ánimo hasta el final de un espectáculo que culminó hacia las 2 de la madrugada.