(23-Nov-2003)
Comienzan los actos conmemorativos por el XX aniversarios de la muerte de Antonio
Mairena
Informa:
Chema Cejudo
El Congreso Mundial de Flamenco que la localidad de Mairena del Alcor celebrará
en 2.004 ya tiene título y fecha de celebración. Las ponencias se
desarrollarán entre los días 6 y 12 de Septiembre sobre el tema
"Mairena y la reivindicación flamenca". Así lo ha informado
la concejal delegada de Cultura y Fiestas Mayores del ayuntamiento, Elisabet Sosa
Sánchez, tras las reuniones mantenidas en el pueblo con los representantes
de la comisión organizadora de congresos flamencos, que ayer sábado
visitó la localidad.
Según Gonzalo Rojo Guerrero, el presidente de AFCAF ( Asociación
para el Fomento de los Congresos de Arte Flamenco) "Mairena es un lugar ideal
para acoger este congreso debido al acervo flamenco que encierra, cuyo máximo
exponente hasta el momento lo representa la figura de Antonio Mairena". En
su visita, Rojo defendió "la vigencia absoluta del legado cultural
que el llorado artista desentrañó en vida con una labor metódica
para dejar al alcance de las nuevas generaciones".
La Casa Palacio de los Duques de Arcos, antigua hacienda rural que en el pasado
compaginaba labores agrícolas con su función residencial, y en la
que se encierran espacios tan amplios como variopintos, ha recibido también
el visto bueno de la comisión como sede del Congreso. En ella se llevarán
acabo las discusiones y ponencias de los eruditos participantes, cuyas conclusiones
finalmente se publicarán.
Pero con todo, el Congreso Mundial de Flamenco será el broche final a un
año conmemorativo que se inició también ayer sábado
a las 9 de la noche, sólo unas horas después de que la comisión
abandonara el pueblo. Se trató de un recital del cantaor Calixto Sánchez,
primera figura del nutrido grupo de artistas locales en la actualidad, y que -como
él había anunciado nada más comenzar- discurrió por
parámetros "clásicos". Con el acompañamiento de
Manolo Franco a la guitarra y la sala del Teatro Municipal con el aforo completo,
el cantaor mairenista triunfó una vez más ante sus paisanos con
cantes por tonás, malagueñas, soleares, seguiriyas, tientos, cantiñas,
bulerías, y unos demandados fandangos de Huelva que el público le
reclamó insistentemente, y que el artista reservó para el final.
Momentos antes del recital, el ex consejero de cultura de la Junta de Andalucía,
Juan Manuel Suárez Japón, trazó un exhaustivo recorrido por
la vida y obra de Antonio Mairena, basándose en el libro "Las confesiones
de Antonio Mairena", del poeta moronense Alberto García Ulecia, íntimo
amigo del recordado, fallecido hace varias semanas.
El profesor Suárez Japón hizo una cerrada defensa del "mairenismo"
como corriente flamenca, deteniéndose a explicar que en contra de lo que
la gente cree, esta filosofía cantaora encierra mucho más que una
defensa a ultranza del purismo en el cante, y que se basa en un respeto a las
tradiciones, a las que considera un valor. Añadió que ello no significa
una veda a la innovación, aunque sí un deseo de investigar y rescatar
unidos a una actitud de "orgullo ante el hecho de ser artista flamenco",
algo que "como hacía el maestro Antonio Mairena" -aseguró-
"consiste en ejercer como tal durante las 24 horas del día, lejos
de limitarse al actuar y cobrar".
Sobre la sociedad andaluza en la que el flamenco se fraguó, inicialmente
como arte cotidiano y doméstico de tradición familiar y oral, el
profesor Suárez Japón aseguró que Antonio Mairena se nutrió
de ella a través del contacto con su familia y las amistades de ésta.
Esta sociedad reducía su contexto a las zonas de convergencia de las provincias
de Sevilla, Cádiz y Huelva, y dentro de ellas a un número de entre
ocho y doce clanes familiares gitanos. Estas familias se habían asentado
en los pueblos de estas comarcas al amparo de una orden dictada por el monarca
Carlos III en el siglo XVIII, pero a pesar de ello mantenían intensos contactos
entre ellos, sobre todo a raíz de sus actividades laborales típicas
(como la forja), lo que dio lugar al intercambio de tendencias y ritmos, fenómeno
que enriqueció el cante y el baile en todos sus aspectos. Sobre esta premisa
se asienta el aserto mairenista que califica al flamenco como " arte gitano-
andaluz", binomio inseparable porque "sólo los gitanos de Andalucía
(y de ningún otro lugar) lo entienden, sienten e interpretan como se hace
aquí", recordó el ponente parafraseando al propio Antonio Mairena.
Juan Manuel Suárez Japón concluyó ensalzando la memoria del
homenajeado calificándolo como "pontífice" en una doble
acepción del término que él explicó con la concurrencia
de circunstancias como que "el maestro Mairena 'ponte ficit' (hizo de puente'
traducido literalmente del latín) entre la cultura popular gitana de base,
a la que elevó a la categoría de arte basándose en la investigación".
A ello habría que añadir que fue el primer artista que lo llevó
a la universidad, consciente de su carácter cultural, y con la intención
de dignificarlo marcando línea divisoria con su origen vinculado a ambientes
de dudosa reputación y fiestas de señoritos.
Al comienzo del acto, Antonio Casimiro Gavira Moreno, el alcalde, incidió
en la importancia de los actos de este tipo que con carácter mensual se
sucederán en el pueblo con la intención de "rescatar del injusto
e intencionado olvido la figura de Antonio Mairena, cuyo legado hay que dar a
conocer a la juventud". Estos actos consistirán en conferencias de
destacados expertos seguidas de recitales de artistas de primera fila, encuentros
de peñas flamencas, exposiciones, festivales de saetas, actividades para
escolares, y una pastoral gitana prevista para el mes de mayo. La mayoría
de estos actos tendrán réplica en ciudades como Jerez de la Frontera,
Sevilla, Málaga, Jaén, Madrid, y Barcelona. Además, se reeditarán
varios libros y revistas sobre el llorado cantaor, así como su disco póstumo
"El calor de mi recuerdo", del que los más entendidos no dudan
en señalar como su obra maestra.