(12-marzo-2005) Manuel Madroñal Isorna debuta con sus imágenes para la Semana Santa albaceteña

Informa: Chema Cejudo

Hacerse un hueco en el restringido mundo de la talla imaginera no es nada fácil, y menos aún si se tienen sólo 23 años. A pesar de ello, el joven mairenero Manuel Madroñal Isorna acaba de conseguirlo con la entrega y bendición de su primera obra de envergadura, un encargo de la Hermandad de la Sangre y la Virgen de los Dolores de Chinchilla de Montearagón (Albacete), que servirá para escenificar uno de los momentos de la pasión del Hijo de Dios, en concreto el de su flagelación. La procesión en andas del recogido y típico pueblo manchego se produce cada noche de Jueves Santo a partir de las 9.

El conjunto de tres imágenes en madera de cedro recrea la dura imagen de Cristo recibiendo los latigazos de un sayón en presencia de un soldado de las centurias romanas. El conjunto, de aproximadamente 180 kilos de peso, ha tenido ocupado al joven artista desde el pasado mes de agosto hasta hace unos días. La escena viene a restituir las primigenias de una hermandad que remonta su origen al siglo XVII, y que el fuego devoró en los trágicos acontecimientos de 1.936. Sus figuras no sobrepasan 1,50 metros de altura, tamaño que podría tildarse de diminuto si le aplicamos los cánones estéticos andaluces, pero que se ajustan con precisión a las características de la Semana de Pasión de Chinchilla, no sólo por adaptación a la geografía urbana del peculiar pueblo turístico, sino además para no entrar en conflicto con el tipo de trono que las transportará.



Aunque en principio pudiera parecerlo, Manuel no tomó como referente aquel malogrado conjunto que esculpiera el maestro Salcillo, ni siquiera recibió directrices de una cofradía con la que contactó a través de Internet, que le dejó libertad absoluta. Hoy llama la atención de cofrades y feligreses del pueblecito manchego el rostro más resignado que dolorido de su Cristo de la Sangre, la expresión de locura del sayón, y la indolencia con que el soldado asiste a la escena. Con todo, las máximas felicitaciones le han venido por la recreación de la desencarnada espalda del cristo a resultas de los latigazos recibidos. A más de uno se le ha puesto el vello de punta al contemplarla
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El conjunto, de cuyo resultado Manuel se muestra feliz y satisfecho, ha sido abordado en su talleres de Mairena del Alcor depositando en él la máxima ilusión del novel creador. Sin embargo, no es ésta la primera obra, pues cuenta con una extensa colección de tallas de Niño Jesús en miniatura, que la han conferido cierto nivel de reconocimiento dentro del mundo cofrade provincial. De su autoría es el conjunto del misterio del nacimiento de Jesús que expone al público cada Navidad la sevillana hermandad de La Sed.
En contraposición, todavía no es muy conocido en su pueblo natal, si bien esto ya comienza a cambiar al percibirse entre el paisanaje y las cofradías un interés y curiosidad crecientes por sus creaciones, especialmente por la última. Y es que los que entienden aseguran que hay calidad en su producción religiosa, algo que posiblemente guarde estrecha relación con su sentir cofrade, que le vincula en Mairena con las hermandades de La Humildad y Veracruz, y en el sevillano Polígono de San Pablo con otras imágenes "humildistas".

De clara vocación temprana, este joven imaginero que también es músico de la Banda Municipal, ha adquirido su formación en los prestigiosos talleres trianeros de Lourdes Hernández Peña a lo largo de siete años. Con anterioridad había cursado en Sevilla los estudios de Artes y Oficios, pero asegura que en la imaginería nunca se deja de aprender, por lo que no se puede perder el contacto con el sector. Él se mantiene alerta y en comunicación con su maestra, a la que tanto admira, y no deja pasar la ocasión sin manifestar la alegría que le produciría ver pasear alguna obra suya por las calles de su pueblo.