(1o-Julio-2005) Los plenos de el Viso y Mairena piden el indulto para Juanma Castro

Informa: Chema Cejudo

Sabido es que la justicia, además de ciega es lenta en ocasiones. Esta cualidad de su administración, en la que con frecuencia radica una de sus virtudes, puede en ocasiones convertirse en escollo. Es el caso del joven Juan Manuel Castro Garrido, natural de Mairena del Alcor, pero ciudadano de El Viso donde convive junto a Eli, su compañera.



Su caso es uno más de esos que esporádicamente saltan a la prensa, donde concurren el hecho de la llegada del fallo y la hora de cumplir condena en prisión, precisamente cuando el acusado se ha reinsertado y rehecho su vida.

A Juan Manuel se le acusa de dos delitos contra la salud pública, ambos ocurridos en el año 2.000. En el primero de los casos, la Guardia Civil lo detuvo en una discoteca de la comarca portando 25 pastillas de éxtasis. Y en cuanto al segundo, ocurrido en Tenerife, él mismo se personó en un cuartel isleño de la Benemérita declarándose destinatario como correo de un paquete postal remitido desde Mairena con sustancias estupefacientes. Lo hizo para encubrir y evitar la cárcel a su compañera de entonces, aunque finalmente no lo consiguió, y ambos fueron a prisión.

En el caso de Juanma, su estancia en la cárcel se dilató por un año, en el que pasó por las prisiones de Tenerife, El Puerto de Santa María, y Sevilla-2. De esta experiencia sólo recuerda tragos amargos que le han marcado de por vida, en especial en lo relativo a su estancia en la cárcel de Alcalá de Guadaíra. Estas experiencias han dado un giro espectacular a su vida desde el abandono de prisión. Se ha unido sentimentalmente a Eli, una chica visueña que le ha ayudado en todos los sentidos, y con la que convive en dicha población en un piso de renta. Juntos acaban también de comprarse un pequeño vehículo utilitario, y juntos a aspiran a la paternidad en cuanto consigan sortear la amenaza de cárcel que pende sobre la cabeza de este joven treintañero.

Los fallos acumulativos por las dos causas (uno de la Audiencia Provincial de Sevilla, y otro de la de Tenerife) se produjeron el pasado mes de diciembre, y actualmente se hallan suspendidos por recursos fundamentados en la reinserción de Juanma, empleado de la construcción de una empresa mairenera desde su retorno a la libertad, y recientemente ascendido de categoría laboral (él ya trabajó varios años en el sector en su plena juventud).

Pero se teme lo peor, es decir, que el juez decrete en cualquier momento su retorno a prisión, truncando su vida y las expectativas de futuro junto a su compañera. Es por ello que son muchas las personas implicadas en el empeño de que la justicia revise el caso. Así, el ayuntamiento de El Viso solicitó su indulto el pasado 23 de mayo, el de Mairena del Alcor acaba de hacer lo propio el pasado día 5, y ya cuenta con más de 5.000 firmas recogidas entre ambas poblaciones. Además, cada semana envían al juez una analítica realizada en el Centro de Drogodependencias Municipal mairenero para demostrar la ausencia de resto de drogas en su sangre. Esta circunstancia le ha valido de paso el respaldo de las asociaciones de lucha contra la droga "Liberación" y "Enlace", uno de cuyos abogados se ha tomado el asunto como causa personal, ya que casos como el suyo no constituyen la tónica habitual.

Todos estos avances se envían puntualmente al juez instructor de su causa con la esperanza puesta en un indulto para el que todos creen existen motivos. En cuanto a las causas que le llevaron a ese mundo sórdido de la droga, Juan Manuel apunta a las malas compañías, la facilidad con que los jóvenes se dejan influenciar, y el atractivo del dinero llegado con abundancia y facilidad, aunque hoy se muestra convencido de que nada de ello merece la pena. Por eso, como conclusión a su situación, no deja lugar a dudas: "Metí la pata y he pagado caro por ello, pero de drogas no quiero volver a saber nada nunca más. Eso se acabó".