(10-Mayo-2006)
Original-Video. Hacer cajeros de video puede ser de película.
Informa:
Chema Cejudo
Ni en sus más optimistas sueños de juventud los primos emprendedores
Diego Espinosa y José Luis Bustos hubieran podido imaginar el acierto que
puede deparar la fabricación de cajeros de video en una tierra como Mairena
del Alcor, la suya, tan apegada tradicionalmente a las actividades del campo.
Sin embargo, alguna luz se les debió encender cuando tras su experiencia
como comerciales para una firma extranjera de la misma actividad consiguieron
un gran éxito de ventas. Fue así que ellos (topógrafo el
primero hasta entonces y publicista el segundo) olieron el negocio y se lanzaron
de inmediato a diseñar y construir la suya propia con la más moderna
tecnología desde el software al último detalle.
Corría el año 1999 y hoy sus máquinas de cajeros enseñorean
la marca ORIGINAL VIDEO por Méjico, Canadá, Reino Unido y Estados
Unidos, tras el rodaje inicial experimentado sólo en los mercados de España
y Portugal. A día de hoy, además, cuentan con fábricas abiertas
en la ciudad azteca de Monterrey, amén de otra en las islas británicas,
y se sienten particularmente orgullosos por la acogida de sus cajeros en Las Vegas,
la ciudad fetiche del juego y la diversión.
El primer paso lo dieron en un pequeño garaje de chalet en la mairenera
urbanización El Torreón, desde el que saltaron a los locales de
un antiguo supermercado, que abandonaron en 2003 por falta de espacio para trasladarse
a las antiguas naves de Rumasa, a pie de la carretera A-392 entre Mairena y El
Viso. Desde allí han contemplado este proceso de internacionalización
iniciado en 2005, y ese será su centro de operaciones para el envío
al resto de factorías de las piezas listas para ensamblar. Aquí
residen también las divisiones de diseño, informática, comercial
y contable, en las que colaboran importantes profesionales de diversas áreas
de poblaciones del entorno como Dos Hermanas o Alcalá de Guadaíra.
Los comienzos no fueron fáciles aunque tampoco se quejan en exceso por
la dureza. Una hipoteca sobre una casa de su familia les inyectó la primera
remesa de capital, invertido en cantidad considerable en flota de vehículos,
ya que viajar constantemente es una de las atenciones que demanda este negocio
con estructura de red de franquicia, que ya da empleo a 40 personas directamente
y otras 60 de manera indirecta.
Otro firme impulso para ORIGINAL VIDEO y sus expendedores de ilusión llegó
desde la oficina andaluza de promoción exterior (EXTENDA), muy interesados
en la iniciativa desde que les llegaron noticias, de ahí que se hayan involucrado
activamente en su promoción internacional. Jugó en su favor el carácter
singular de empresa tecnológica con patente propia en un sector innovador
frente a la rutina de una comunidad que exporta agroalimentación casi en
exclusiva. Y es que en Andalucía y España no sólo son pioneros
en el sector ante la falta de empresas fabricantes, sino que su competencia la
representan sólo empresas distribuidores de firmas extranjeras.
Con todo, los jóvenes directivos de la empresa aún no dan por finiquitadas
las posibilidades de negocio que engendran unas máquinas cuya tecnología
posibilita abrirlas a la expedición de otros productos entre los que el
libro llama la atención como opción inmediata. Y es que como en
el sector de las películas en video o DVD, ellos ponen el continente mientras
que las más sólidas empresas de cada sector se encargarán
de aportar contenido.
Impulsores de la primera franquicia de tapas andaluzas.- Otra de las iniciativas
puestas en marcha por Diego Espinosa y José Luis Bustos se halla al margen
del mundo de la tecnología para aproximarse al de la gastronomía
típicamente andaluza, pues ellos mismos lideran la primera red de bares
que sirven tapas típicamente andaluzas. Sirviéndose de su experiencia
en el sector de la franquicia ya han abierto 11 locales en toda España
bajo la marca Bodega La Andaluza y la estética de una taberna andaluza
del siglo XIX. En lugares como Tarragona, Madrid u Orense, al margen de varias
ciudades andaluzas ya se pueden degustar aperitivos de nuestra dieta tradicional
como los boquerones en vinagre, chacina ibérica, fritos de pescado, salmorejos,
guisos o conservas de gran calidad, como también caldos como la manzanilla
de Sanlúcar entre una extensa carta de vinos. El reto es ahora seguir la
estela de la internacionalización de estas artes culinarias con una engrasada
maquinaria de distribución al estilo McDonalds.