Los dos ediles del Partido Popular presentes en el salón de plenos durante la reunión corporativa de anoche viernes abandonaron la sesión minutos antes de su conclusión debido a un nuevo desencuentro con el equipo de gobierno socialista relacionado con el uso del reglamento. José Antonio Acosta y Juan Galocha hicieron mutis por el foro en señal de protesta por el manejo del uso de la palabra que aplicó el alcalde suplente, Santiago Navarro. Era una intervención explicativa sobre el mantenimiento del sentido de voto de su grupo en el hipotético caso de estar en la oposición unos momentos después de haberse aprobado el modelo de puesta en funcionamiento de la residencia de ancianos en régimen de concesión, refrendado por su grupo (PSOE) e IU-CA con abstenciones de PP y PA.
Acosta protestó por esta intervención que consideró abusiva y fuera de lugar pidiendo a Navarro coherencia con la llamada al orden que éste había realizado minutos antes a su compañero Galocha cuando fue interrumpido con la petición del presidente de ajustarse al punto en debate. Se hablaba de la futura contratación de personal para el centro, y el portavoz del PP aprovechó para reiterar sus protestas por la política de contratación del equipo de gobierno mairenero, que en su opinión fideliza el voto.
Tras el abandono de la sala por los ediles, el portavoz de IU-CA Carlos Copete trató igualmente de intervenir para una puntualización sobre el asunto, siéndole negado asimismo el uso de la palabra por el alcalde suplente. No fue ésta la primera tirantez de la noche, pues el propio Galocha se había mostrado ya muy crítico con la gestión que se ha venido haciendo del geriátrico por el tiempo de permanencia abierto como simple bar desde su inauguración en 2.003 y por la -en su opinión- escasa repercusión de su puesta en marcha sobre los mayores del pueblo, al entender que estarían en igualdad de condiciones con los de fuera a la hora de su admisión. Sobre estos planteamientos, Galocha tildó la actitud del portavoz del gobierno Antonio Soria de “cínica” y “demagógica” por sus manifestaciones al respecto, sintiéndose todo el grupo ofendido por ello.
Al margen del incidente, ya estaba refrendada la fórmula de concesión del centro y la firma de un convenio con la Consejería de Asuntos Sociales para acogerse al modelo público andaluz. El equipo de gobierno, además, incorporó a éste algunas peticiones formuladas por IU-CA (y avaladas por las demás fuerzas políticas) para primar a la tercera edad mairenera en el acceso al centro a través de la fórmula más factible, y aplicar la misma máxima en lo relativo a contratación de personal de una plantilla inicial que será de 21 trabajadores. También se refrendó el reglamento de régimen interno por el que regirá el centro (prototipo estándar facilitado por la Junta) y se comunicó el inicio de trámites para posibilitar a su vez la futura apertura del centro como de día.
Por último, el pleno
respaldó por el voto favorable de los 13 concejales restantes un protocolo
de intenciones para la puesta en marcha de un ente supramunicipal común
a El Viso y Mairena del Alcor que se encargaría de la gestión
de intereses comunes en el ámbito de servicios compartidos como el futuro
centro de especialidades médicas y urgencias, Policía Nacional
o bomberos, entre otros. En explicación de Santiago Navarro, se trata
de un nuevo intento de ponerse de acuerdo los dos pueblos tras el fracaso en
los ochenta de la creación de una mancomunidad, ya que en palabras del
edil “estamos condenados a entendernos”.