(3-mayo-2007)
Los
ladrones huyen dejándose el cuerpo del delito
Informa: Chema Cejudo
Aunque ayer martes se celebraba en asueto la Fiesta del Trabajo para el común de los mortales, se ve que la celebración no va con los cacos, o al menos no con los que hacia mediodía intentaron robar en la nave de la ONG Llamarada de Fuego de Mairena del Alcor, una jugada que les salió mal porque tuvieron que huir dejándose el coche dentro.
Todo se descubrió
hacia las 4,30 de la tarde cuando Juan José Figueroa volvía tras
el almuerzo para continuar con su incesante labor de clasificación de
los productos y materiales que su organización no gubernamental envía
al
Tercer Mundo, y a pesar de que nada le hacía presagiar lo que se le avecinaba
tras haber abandonado el almacén tan sólo dos horas antes junto
a su esposa haciendo un paréntesis para comer en casa.
La primera anomalía la detectó nada más intentar abrir la puerta de calle de la nave, que notó apalancada por algún objeto en su interior que él no había dejado. Tras conseguir su propósito después de mucho forcejeo, finalmente la puerta abrió para darse de bruces con la sorpresa de que el objeto que entorpecía era ni más ni menos que una furgoneta Renault Express, sobre la que por supuesto ni conocía el origen ni había dejado allí un rato antes.
En su interior ya se almacenaban varios aparatos de video, algunas cajas de zumos, y una remesa de chupetes. Fue entonces cuando comprendió a la perfección que se trataba de un robo, por lo que vociferando por todo el recinto comenzó a increpar y requerir la presencia de los protagonistas de la acción, algo que por supuesto no obtuvo al haberse dado los ladrones a la fuga nada más percatarse de los intentos de apertura de la puerta.
Fue entonces cuando tras pedir refuerzos policiales (ya que él es agente de la Policía Local aunque no se hallaba de servicio) concluyeron que la entrada se había hecho a través de los patios de las naves, unos espacios abiertos, sobrepuestos y limítrofes entre ellas, en una línea interior de imposible visonado desde la calle, ya que se trata de manzanas completas de inmuebles de este tipo.
Fue precisamente a través de este trasiego de patios por donde el o los ladrones consiguieron adentrarse en la nave asaltada, a pesar de su distancia con la esquina más próxima. Una vez en ella, la operación consistió simplemente en bajar del muro de separación, forzar la cerradura de su puerta interior y abrir la del exterior para conseguir introducir el coche en ella con toda normalidad y poder perpetrar el robo con toda tranquilidad.
Esa era la planificación pergeñada por los delincuentes para su posterior abandonar del lugar con el vehículo cargado de artículos, y todo ello a pesar de la considerable altura. Lo prueba para los agentes policiales el forcejeo y destrozos causados en las cañerías de agua del patio, único daño materializado además del forzado de la cerradura de la puerta interior que conecta recinto con patio trasero.
Lo demás quedó tan sólo en un pequeño caos de desorden que Juan José Figueroa ya tenía reorganizado tan sólo unas horas después de los hechos, y la certeza de que el o los protagonistas son unos perfectos profesionales del club de amigos de lo ajeno, que además poseen una excelente forma física por los ejercicios de escalado y trepa librados a través de los muros de los patios, más propios de trapecistas circenses.
Aunque aún no se ha practicado detención alguna en relación con los hechos, se sigue la pista del propietario del vehículo que quedó atrapado en la nave, cuyas llaves aún permanecían puestas en el momento de su evacuación hasta el depósito municipal de vehículos de la Jefatura de la Policía Local, sin señal alguna de haber sido forzado ni sustraído, y cuya titularidad remite hasta un vecino del sevillano barrio de Palmete.
Fuentes de la policía mairenera tanto como de la Benemérita sostienen que las labores de vigilancia y acecho para la operación se venía realizando desde hace varios días en espera de una jornada festiva como la de ayer, propicia para materializarlos con cierta garantía de impunidad, algo que afortunadamente en este caso no se produjo, pues como manifestaban algunos de los presentes en el lugar de los hechos a primeras horas de la noche “se trata de unos ladrones muy poco solidarios por el sitio que han elegido para robar”. La suerte sí que se alió con la solidaridad en esta ocasión para que no se llevaran nada.