(28-mayo-2007) Opinión: El trinadero. El 27-M un aviso
Informa: Chema Cejudo
El recuento de votos tras la apertura de las 23 urnas de los 8 colegios electorales de Mairena del Alcor, y a pesar de que el mapa político no se mueve sustancialmente, arroja algunas claves que bien interpretadas podrían servir a nuestros representantes políticos para corregir comportamientos y estrategias de cara al futuro, que no es otro que la nueva legislatura que se abre en unos días. Y sirve para todos, con independencia de que vayan al gobierno o la oposición.
La primera que analizaremos por su trascendencia para todos se refiere al grupo mayoritario del PSOE, cuya bajada porcentual de 2,48 puntos con la pérdida de 276 votos, aun no suponiéndole la pérdida de la mayoría absoluta no deja de ser un serio aviso de que hay cosas que no se han hecho correctamente. A lo mejor, las coincidentes críticas de los grupos de oposición sobre la ausencia de diálogo e incapacidad de atender sus propuestas tienen algo que ver con ello.
El recién revalidado alcalde, Antonio Casimiro Gavira, manifestaba en la propia noche electoral a Radio Mairena que se da por enterado del toque de atención y que extremará durante la legislatura su sensibilidad a las demandas de grupos y colectivos. Si lo hace, sus efectos tendrán una repercusión electoral futura con toda seguridad, pues son muchas las cosas hechas por Mairena (la Mairena física con sus edificios y calles y todo lo demás) pero poco por sus ciudadanos o colectivos, o al menos para muchos de ellos. Lo uno no es indisociable de lo otro, ni todo debe ser ladrillos.
El alcalde debe trasladar este prometido esfuerzo de atención y escucha al resto de sus colaboradores, imponiéndoselo si es necesario, pues en muchos de ellos se aprecian actitudes y hábitos impropios en un gobernante democrático, y que si al fin y a la postre no corrigen terminarán por pasarle factura a él como máximo dirigente del gobierno municipal. Concluyendo el análisis, pues, resulta evidente que el PSOE no ha sufrido una sangría de votos, pero sí comienza a declinar la bajada de una cuesta teniendo en sus propias sus manos la potestad de pisar el freno o acelerar en su caída. Sin duda, los demás partidos e importantes sectores sociales de nuestra localidad estarán vigilantes al respecto.
En cuanto a los grupos de la oposición, llama la atención el ascenso de IU-CA en un 1,76% (163 votos más que en 2.003), el PP en un 2,41 (225 sufragios más), o la bajada del PA en 165 votos (1,61%). De todo lo cual se deduce que el sillón de pleno que pierde el PSOE lo recoge IU-CA, aunque el partido mayoritario comienza a perder apoyos también por el flanco de la derecha, si bien es cierto que la aritmética de la ley D'Hont no se hace eco de ello en la distribución de ediles: el PP es el partido que más crece, y lo hace casi en la misma proporción que decrece el PSOE. Muy bien, sin embargo, aguanta el tipo el PA manteniendo sus dos plazas de edil, a pesar del cambio de liderazgo y el nuevo encabezamiento de su lista por una candidata neófita en política y aún poco conocida.
Harina de otro costal es el asunto de la abstención. Para mí, el gran escollo de estos comicios municipales por mucho que haya quien pretenda minimizarlo. Con sus 5.089 votos fallidos y representando el 34,12% frente al 26,37 de 2.003, se alza como la hipotética segunda opción más votada.
El índice de participación del 65,88% registrado en la reciente cita electoral toca fondo en un municipio altamente participativo en las urnas como el nuestro, del que no existen precedentes desde la llegada de la democracia. En mi opinión, aún descontando el porcentaje técnico normal y el efecto coyuntural sobre ella de El Rocío (sabemos que más de un centenar de rocieros votaron por Correos), nos hallamos ante una doble sintomatología de castigo y apatía. Castigo, porque muchos de los que no lo han emitido sufragio estuvieron motivados por la desilusión y nula confianza de poder cambiar las cosas con la sentencia de su simple papeleta; los otros porque carecen de la necesaria inquietud, fruto posiblemente de la escasez de iniciativas acometidas hasta ahora para atraerlos y la falta de atención que se les ha dispensado oyendo sus iniciativas e inquietudes.
Todo esto debe cambiar, gobierno y oposición deben prestar oídos veraces a este sector eminentemente joven pasando de las palabras a los hechos. Todos los partidos, que han apelado a ellos de forma reiterada durante la campaña, no pueden echarlo en el olvido e iniciar “ipso facto” la adopción de medidas. De lo contrario, todo se quedaría en un canto de sirenas, y nos va el futuro en ello. El futuro y la democracia.