(7-agosto-2007)
Futuro
incierto para Vegasur tras perder la contrata de los colegios
Informa: Chema Cejudo
La cooperativa Vegasur de
Limpieza de Mairena del Alcor afronta un futuro incierto tras perder la semana
pasada el último concurso convocado por el ayuntamiento para la subcontrata
de la limpieza de los colegios. La cooperativa, que se presentó hace
4 años como modelo de colaboración entre el consistorio y los
jóvenes emprendedores maireneros en pos de su autoempleo enfrenta ahora
a sus 13 accionistas trabajadores con el paro o la búsqueda de opciones
alternativas.
Desde su nacimiento, esta empresa social se encargó de la subcontrata
de limpieza de la red de centros educativos del pueblo, que pierde ahora en
beneficio de Colimán, implantada a nivel provincial y con sede en Tocina.
La razón de la pérdida del concurso se halla en un error legal
que la Gerencia Municipal de Urbanismo rehusó modificar posteriormente
a requerimiento del abogado de la cooperativa tras percatarse ésta del
mismo. Se trataba de la cantidad con la que pujaban por el contrato, de 12.900
euros más IVA, una cantidad referida a la facturación mensual,
si bien esta circunstancia no se especificaba en la oferta.
Al multiplicarla por los 12 meses del año la cantidad se elevaría
a 142.400 euros, 100 menos que los 142.500 en los que el consistorio establecía
el tope. Colimán, por su parte, aspiraba a hacerse con el servicio por
139.990 euros, aunque el criterio económico sólo representaba
uno más entre los cinco recogidos en las bases de baremación del
concurso. Es por ello que la presidenta de Vegasur, Ana Ramírez, se ha
mostrado "triste y desolada" después de lo sucedido, sobre
todo por la consideración de su oferta como "baja temeraria"
por los servicios jurídicos de la gerencia sin prestar oídos a
su escrito aclaratorio. Responden a esta definición las ofertas económicas
tan desorbitadamente bajas que hacen temer a las administraciones la puesta
en riesgo del servicio licitado por su inviabilidad.
Algunas de las cooperatistas han comenzado ya a gestionar la prestación
por desempleo, otras siguen trabajando en la faena que la empresa social aún
tiene concertada con empresas privadas, y no falta algún caso puntual
de limpiadoras que han sido contratadas directamente por el consistorio al hallarse
sus familias en situación de precariedad económica.
Al tratarse de una joven empresa se da la circunstancia de que acababan de obtener
la "clasificación profesional", un requisito legal que la homologa
para concursar ante las administraciones, "todo un chasco" al análisis
de la presidenta cooperativista.
A pesar de todo, la cooperativa no descarta la posibilidad de volver a presentarse
a futuros concursos para hacerse con un servicio en el que se consideran pioneras,
que han prestado durante estos 4 años sin beneficios considerables para
la empresa, sólo garantizando unos sueldos de apenas 500 euros mensuales
para sus trabajadoras en la confianza "de estar labrándose un futuro"
que ahora ven amenazado.