(8-dic-2007) Nota sobre los restos óseos hallados en el Castillo
Informa: Eusebio M. Pérez
En una nota informativa de la Policía Local publicada en Mayrena.com se da cuenta del hallazgo de unos restos óseos en el curso de las prospecciones arqueológicas que se efectúan en el foso de nuestro Castillo a escasa profundidad del suelo, añadiendo que el examen ocular efectuado por el médico forense determinan que dichos restos eran muy antiguos.
Siempre la estacada del
Castillo ha sido lugar para que los niños de Mayrena jugásemos
luego de terminar las clases vespertinas en las cercanas Escuelas Graduadas
de la Plaza de las Flores y una de las aficiones era buscar restos humanos entre
sus olivos, buscar "muertes caninas" le llamábamos, huesos
que una vez sacados, los mayores de encargaban de requisárnoslos para
llevarlos al osario del cementerio. Así nos ocurrió más
de una vez a mi amigo Jesús Gavira y a mí, que cuando íbamos
contentos con nuestros "trofeos" encontrados en esas nuestras peculiares
excavaciones en el terreno aledaño a los muros de la fortaleza, su hermana
Sagrario nos los quitaba para darle su destino en el camposanto mayrenense.
No sabíamos entonces que dicho lugar era una necrópolis, necrópolis
descubierta por don Jorge Bonsor, tal como atestiguaba el P. Fidel Fita Colomé
en el tomo 53 del Boletín de la Real Academia de la Historia correspondiente
al año de 1.908, cuando escribía:
"
Desde el antiguo castillo de esta población, donde está
pasando la estación veraniega, acaba de escribirme (22 de junio) D. Jorge
Escudero (sic) Bónsor lo siguiente:
"tengo en mi poder un fragmento de lápida funeraria, que salió
de este castillo de Mairena del Alcor durante los trabajos de restauración
del mismo en 1906. Es de mármol blanco, alto 0,16 m., ancho, 0,10. El
castillo ocupa el sitio de una cantera romana; y ésta, como en Carmona
y Osuna, sirvió de necrópolis. En una parte de la cantera descubrí
dos hornacinas para la colocación de urnas cinerarias. Estas hornacinas
tienen las mismas formas y proporciones que las de Carmona".
Fácil es restituir
el texto fragmentario á suplementos seguros: D(is)
M(anibus). Tiber[ius] vixit [an]nos
.mes(es).
¿Qué población romana hubo en Mairena? Otros monumentos
quizá lo descubran á la infatigable diligencia del Sr. Bónsor".
No es extraño, pues, que en sucesivas catas arqueológicas sigan
apareciendo restos humanos inhumados en pretéritas épocas demostrativos
del poblamiento de estos lugares origen de nuestra actual Villa.