Francisco Capitas Gutiérrez, empresario jubilado del sector del metal, será investido en pocos días nuevo hermano mayor del Cristo de la Cárcel de Mairena del Alcor tras ganar las recientes elecciones a las que se presentó como único candidato. Un privilegio para un hombre de hermandad de los de toda la vida, que no sólo pertenece a la nómina de la patronal de Nuestra Señora de los Remedios y la pasional de Jesús Nazareno junto a la del Señor de la Cárcel, sino que también ha tenido el orgullo de dirigirlas al igual que el Consejo de Hermandades y cofradías, si bien este último de forma efímera.

Capitas llega a la dirección de la hermandad cuando ni lo esperaba ni lo ansiaba, aunque fruto de la llamada de otros hermanos que vieron en él al hombre y al cofrade capaz de relevar a otro carismático hombre del grupo, el saliente Manuel Castro. Ante un reto así manifiesta que no podía defraudar, por lo que ahora se siente halagado por la confianza de sus hermanos e ilusionado por una encomienda que asegura será continuista con la precedente, aunque sin que falten nuevos proyectos. Buena señal de esta pretensión de armonía es la continuidad en su junta de gobierno de casi todos los miembros de la saliente, salvo casos excepcionales amparados por cuestiones de índole personal.

Entre los objetivos a más largo plazo de su proyecto cofrade figura en lugar destacado la culminación del policromado del retablo de la capilla del Cristo de la Cárcel que actualmente lleva a cabo el artista sevillano Emilio López Olmedo, además de culminar su pago. La obra, hecha por la gubia del tallista hispalense Antonio Ibáñez (inaugurada en 2000) está sólo a falta de lucir un espléndido dorado, lo que no tardará en llegar.

Otro de los grandes proyectos atañen al recinto espacial del Cristo mairenero. Se trata de restaurar la casa anexa anteriormente residencia sacerdotal, en los últimos años abandonada por su mal estado. La primera planta del inmueble se remozará para restituirle su función, si bien la baja se pretende habilitar como casa hermandad reservando uno de sus espacios para co-sede de la de la Soledad, ya que ésta se trasladará en un futuro a un nuevo edificio en actual construcción, pero si reservando sus derechos históricos en el actual recinto. Ya trabajan en la elaboración del proyecto urbanístico.

A más corto plazo, y dado que las salidas procesionales del lienzo enchapado del Cristo al que rinden culto será los próximos días 11 (traslado) y 18 (salida), el primer cometido es el de preparar los cultos y procesiones. Este año de un modo muy especial al coincidir la salida principal con el Martes Santo, circunstancia ciertamente anecdótica, ya que si bien es cierto que la hermandad del Señor de la Cárcel está inscrita en la nómina de las de pasión, no lo es menos que sus salidas casi nunca coinciden con la Semana Santa.

Otro momento particularmente interesante será la reunión de costaleros que sus hermanos ya han marcado en la agenda para el próximo día 4 en la propia capilla para que todo resulte tan perfecto como suele ser habitual. Aunque para mejorar aún más, Francisco Capitas hace un llamamiento a la afiliación de los numerosos fieles con que cuenta su imagen para que pasen a engrosar la ya nutrida nómina de más 800 hermanos. Además, hace pide mayor participación aún en unos cultos, que igualmente se desarrollarán en buena parte coincidiendo con la Semana Mayor.