"Cuando se es cofrade
de sentimientos con vocación de transmitir fe y vivencias no se
puede dejar pasar la oportunidad de ser pregonero de la Semana Santa de
tu pueblo". Esa fue la reflexión que se hizo Ricardo Sánchez
Antúnez cuando le propusieron cantar a la Semana de Pasión
de Mairena del Alcor.
Máxime cuando a los 39 años se atesora un acervo vital que
te retrotrae a primigenias experiencias en la Hermandad de la Soledad,
en la que le introdujo su ya fallecido padre, llamado como él,
cuya memoria se hará archipresente en cada palabra de su disertación.
Luego vinieron otros muchos cometidos como su pertenencia a tres juntas
directivas distintas, o su presidencia -aunque efímera- del Consejo
de Hermandades y Cofradías de Mairena.
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Trazará, además, pinceladas de cómo a su entender debe ser el comportamiento del buen cofrade, siempre acogido al seno de la Iglesia. Lo hará alternando partes más líricas en verso libre con otras más personales o biográficas, a pesar de que la narración será en tercera persona. Y, por supuesto, sin que falte el habitual recorrido laudatorio por todas y cada una de las hermandades de pasión de Mairena.
Opina Ricardo que "lo principal en un pregón es su mensaje, siendo la forma sólo la manera de hacerlo más ameno y cercano", de ahí la pista que nos da sobre el suyo, en el que, no obstante, tratará de hacer una combinación perfecta de ambos ingredientes. Los que lo conocen saben de sobra que no defraudará, aunque él no se confía. Por eso, en un ejercicio de humildad alerta a quienes tanto esperan de él con una lacónica advertencia: "Yo no soy Rodríguez Buzón".
El día de su pronunciación será presentado por su buen amigo José Fernando Navarro, compañero de tantas tareas para La Soledad, su mentor e intermediador ante el Consejo de Hermandades mairenero, por haberle creído desde siempre un buen cristiano y cofrade capaz de llegar al corazón de la gente.
El acto tendrá lugar el domingo día 9 de marzo a las 12 del mediodía en la iglesia parroquial de la Asunción, donde estará acompañado por la Banda Municipal de Coria del Río, que ambientará el acontecimiento con tres marchas procesinales elegidas por él mismo: "Estrella sublime" porque le gusta, "Amor de Soledad" por ser patrimonio de su hermandad, y "Amargura" al cierre, por tratarse de un clásico imprescindible en opinión de Ricardo Sánchez.