La obras para la recuperación del castillo de Mairena del Alcor y la colección museística Jorge Bonsosr que en él se alberga acaban de recibir una nueva inyección económica. En este caso procede de los ministerios de Cultura y Fomento por valor de 1.793.720 euros.

La cantidad, que según el Ayuntamiento de la localidad se carga a la cuenta de inversiones de Fomento, viene a sumarse a los 300.000 que recientemente concedió la Consejería de Turismo, Comercio y Deporte de la Junta, con los que en estos momentos se llevan a cabo obras de instalación de un complejo sistema de recogida de aguas pluviales, trazado de caminos en el olivar que circunda la fortaleza y apertura de otros nuevos, además de la limpieza de su foso, ya culminada.

La nueva cantidad será destinada al acondicionamiento de nuevos espacios para ubicar en el recinto la futura oficina de turismo mairenera, restauración de la casa de invitados como futuro espacio de acceso al museo, y terminación del tratamiento de recuperación de las murallas, trabajos en los que aunque ya se han hecho importantes intervenciones con anterioridad, ahora se completan. Asimismo, se abordará la instalación de controles de entrada y seguridad del recinto, chivatos de detección de la dañina humedad que tanto perjudicó a la colección de piezas en el pasado, entre otras acciones en pro del control ambiental del recinto.

Con todo, el proyecto es de mucho más alto tiro, remontándose el comienzo de sus trabajos a 2001, habiéndose invertido en ellos desde entonces casi 3 millones de euros. Las primeras intervenciones se costearon con escuelas taller y casas de oficio formativo-laborales concedidas por el Ministerio de Trabajo durante los mandatos de Javier Arenas (PP) a su frente en Madrid.

Gracias a toda la suma de recursos se ha avanzado mucho en la recuperación de la colección, que quedó en bastante mal estado tras el fallecimiento de la viuda de Jorge Bonsor, Dolores Simó. Otras actuaciones en la misma línea han consistido en la restauración de los cuatro torreones del recinto, los jardines de la antigua plaza de armas de la fortaleza respetando el diseño que les dio Bonsor, la construcción de una sala de exposiciones de 120 metros cuadrados entre la muralla sur y el subsuelo del jardín central (aprovechando el desnivel del terreno), y adecentamiento del entorno con colocación de nuevo cerramiento incluyendo pasillo-mirador hacia la Vega.

Un recinto con mucha historia.- El Castillo de Luna de Mairena es de origen medieval y construcción defensiva cristiana, si bien hay estudiosos que remontan su origen a un rudimentario fortín árabe e incluso a un hipotético torreón defensivo romano. No en vano, desde tiempo inmemorial Mairena y Los Alcores formaron parte de las más importantes rutas de comunicación tanto en los ejes este-oeste como norte-sur. Tras la muerte de Jorge Bonsor, que la compró y rescató a principios del siglo XX del estado de ruina en que se hallaba (se había convertido en un gran establo), cayó nuevamente en el olvido y abandono tras el fallecimiento de la viuda del arqueólogo, Dolores Simó. Fue después de unos años en esta situación cuando el Ayuntamiento mairenero consiguió que la Consejería de Cultura lo adquiriera en la década de los noventa del siglo pasado, tras varias campañas de presión ciudadana, entre las que la más sonada fue la del gobierno del CDS que encabezó José María Domínguez en la legislatura 1987-91. Tras la compra de la fortaleza por Cultura por algo más de 30 millones de las antiguas pesetas, comienza un proceso de recuperación, en el que uno de los puntos álgidos es la firma de un convenio de cesión con opción a compra firmado por el actual regidor, Antonio Casimiro Gavira (PSOE) por un periodo de 49 años.

Cábalas sobre su nombre.- Muchos son los barruntos que se hacen sobre el origen del nombre de la fortaleza. Uno de los más difundidos alude a la conexión de éste con una posible huerta enclavada en su solar anteriormente, y que pudo llamarse "Alunada". Debió tratarse de un nombre bastante común de épocas pretéritas, pues en vecinas localidades como El Viso del Alcor existen parajes con la misma denominación. Otra posible explicación lo vincula a la casa de los Duques de Osuna y Arcos, antiguos señores de la villa, ya que es sobradamente conocido que otros pueblos que en el pasado integraron sus dominios, como Rota, poseen fortificaciones llamadas de igual modo. Sea como fuere, lo que resulta incuestionable es que el conjunto posee la suficiente calidad y méritos para figurar en el catálogo de monumentos nacionales del Ministerio de Cultura, donde quedó inscrito como tal en 1949.