Los vecinos de la céntrica calle Arrabal de Mairena del Alcor piden al Consistorio badenes para su larga vía, que conecta plaza de las Flores con la antigua travesía de la A-392 a la altura de los jardines de avenida de Andalucía. Basan su petición en la preocupación que les ocasiona por su peligrosidad la alta velocidad que alcanza el intenso tráfico que soporta la calle, sobre todo desde su conexión con calle Trianilla.

La denuncia es llamativa, ya que se trata de una vía muy intrincada, con paradas y atascos frecuentes motivados por la escasez de aparcamientos, lo que a menudo ocasiona retenciones de los vehículos en función incluso de actividades tan rutinarias de sus habitantes como descargar una compra o esperar la subida o bajada al vehículo de cualquier inquilino de la misma. Así, la petición choca con los deseos de grupos de automovilistas cada vez más numerosos, que sostienen que atravesar ésta, como otras vías maireneras, ya se ha convertido en un quinario como para sumarle nuevos impedimentos a la circulación.

Con todo, los vecinos ya entregaron un escrito al alcalde, Antonio Casimiro Gavira (PSOE), donde le muestran su preocupación y el deseo de que su petición sea satisfecha, un deseo que apoyan también en las molestias por salpicones de los vehículos en tránsito sobre aceras, fachadas, puertas y viandantes por la vía pública en los días de lluvia. Aseguran que el regidor no les ha respondido ni atendido, quejándose así de falta de atención.
La petición reabre un debate no resuelto entre los vecinos del centro y las autoridades maireneras acerca del tratamiento a dar al tráfico rodado en tan estratégico sector geográfico de la población. Dentro de él, otros vecinos vienen demandando la peatonalización de plaza de las Flores y espacios aledaños, solución de difícil aplicación al 100% y para todas las calles de la zona, por tratarse de un punto nuclear de conexión en las comunicaciones de Mairena. Es así dado el carácter radial del desarrollo urbanístico de la población, pese a que el dibujo de su evolución se asemeja más a un largo rectángulo que a un concentrado círculo. Se obligaría, de aplicarse sin medidas previas, a dar grandes rodeos si no se acomete la habitación de calles adyacentes alternativas, una solución no siempre fácil que habría que estudiar con detalle e informes por tratarse de un viario antiguo y angosto.

La demanda de más badenes planteada por los vecinos llega en un momento en que el Consistorio mairenero acaba de colocar gran cantidad de ellos en la antigua travesía, junto a otras grandes y nuevas vías del extrarradio como Andrés Almonaster y Roxas. "Los badenes ya se han hecho los dueños de demasiadas calles", señalan algunos automovilistas consultados por este periódico que prefieren no ser identificados. Coinciden con otros en denunciar que en muchos casos resultan excesivos por su altura, y que dañan los coches. De hecho, la Policía Local reconoce que existen denuncias en sus oficinas por desperfectos en vehículos producidos por algunos de ellos, pero como conductores sostienen haberlos atravesado despacio, "en segunda marcha", indican, para añadir que "aún peor es si el coche va cargado" .

Otras quejas al respecto se ciñen a la escasa gradualidad de las pendientes de entrada y salida de los mismos, o el firme irregular tanto de los propios obstáculos como de la calzada en que se asientan, lo que fuerza extraños y bruscos movimientos en los coches, que causan molestias inncesarias además a unos ocupantes que pueden ser, en ocasiones, personas mayores o enfermas. Aseguran no estar en contra de soportes físicos que obliguen a disminuir la velocidad de los conductores irresponsables, pero que ello debe armonizarse con un tránsito menos impactante para coches y ocupantes, algo que ven posible.

Esta circunstancia se reconoce por agentes de la policía municipal mairenera consultados, que confirman de paso la existencia de conductores que, por las características de sus vehículos, se ven obligados a cruzar los susodichos badenes en diagonal, en lugar de perpendicularmente como es lo normal, "porque dan siempre", afirman. Los conductores critican igualmente que algunos de estos elementos del tráfico son tan elevados que provocan incordiantes embolsamientos de agua de lluvia, tanto para los vehículos como para los peatones. La solución al debate está en manos de los políticos del pueblo.