- Peleas, menudeo
e inseguridad enrarecen el ambiente obligando al bar a echar el cierre
- El personal pide mayor vigilancia mientras el Ayuntamiento promete cámaras
de seguridad
Los problemas de inseguridad, incivismo y delincuencia en la piscina de
verano de Mairena del Alcor no son ninguna novedad, aunque este año
han llegado a tal extremo al final de temporada que sus empleados y usuarios
han caído presas del miedo. Así, la empresa concesionaria
del bar (no exclusiva del recinto) tuvo que cerrar hace unos días
tras ser golpeado su dueño por pedir a un joven que se saliera
al exterior a fumarse el porro que había encendido.
|
|
|
La bronca fue monumental
por sumarse a ella amigos o familiares del amonestado, llegándose
a exhibir durante la misma un gran palo. La gresca tuvo punto y seguido
fuera del recinto cuando los mismos perturbadores salieron en persecución
de un hermano del hostelero para agredirle también.
Los sábados son con diferencia los días más conflictivos,
jornadas en las que al pacífico usuario local se suman vecinos
de Torreblanca y barrios de Alcalá, afamados ya por alborotadores.
En ocasiones, sectores de jóvenes de la localidad se unen a la
algarabía, o simplemente se escudan en ella para hacer igualmente
de las suyas. En este contexto, hace unos días fue agredido por
un grupo el portero de la piscina tras requerirles los tickets de acceso
mientras intentaban colarse. Incluso la taquillera alcanzó un refregón
del que la salvó el cristal protector de la cabina.
Hechos a la orden del día son el menudeo de droga, los robos de
carteras, mochilas y otras pertenencias, tanto en los vestuarios como
en la propia piscina. El personal de la misma sostiene que estos hechos
han retraído a muchos usuarios a la hora de asistir ante la amenaza
de fastidio de la jornada de asueto que implican. Sin embargo, el concejal
de Deportes, Agustín Marín aporta como datos el número
de tickets vendidos este año, que se aproximaba a los 18.000 una
semana antes del cierre frente al cómputo total de 17.500 de la
temporada pasada.
Los días laborables y los domingos suelen ser más tranquilos
al quedar la instalación ocupada sólo por naturales y vecinos
del pueblo, aunque ello no fue óbice para que la monumental pelea
con los restaudores ocurriera en jueves. Así, personal y muchos
usuarios de la piscina vienen reclamando desde el pasado verano que se
extreme la vigilancia y se contrate seguridad privada para el recinto,
algo que en opinión del concejal no se ha hecho porque no resolvería
el problema. Y es que se da el caso de los hechos en que la policía
mairenera se ha visto obligada a intervenir han sido grandes altercados,
pero la pequeña delincuencia y el menudeo están mejor disimulados.
La solución para Marín pasa por colocar cámaras de
videovigilancia conectadas a la Policía Local, que tendría
así una visión inmediata para cuando se requiriese su intervención,
al tiempo que se obtendrían pruebas válidas para demostrar
judicialmente la comisión de pequeños delitos ahora indemostrables.
Eso a partir de la próxima temporada, ya que la instalación
cerrará pasado mañana domingo.
El sistema de videovigilancia será una ampliación del que
ya se está montando en las zonas deportivas aledañas, esto
es, polideportivo, pabellón y piscina climatizada; e iría
acompañado de la preceptiva advertencia en cartelería, lo
que en previsión del concejal de Deportes tendrá efectos
persuasivos "per se". Una medida transitoria adoptada hace una
semana, la de reforzar la presencia policial en el exterior, está
dando buenos resultados. Desde entonces no se ha producido ningún
hecho de gravedad, desvela Agustín Marín.
Una magnífica instalación.- Tras la piscina del Polígono
de San Pablo, en Sevilla, la de verano de Mairena del Alcor está
considerada por muchos entendidos como la segunda mejor del área
metropolitana. Tiene dimensiones y diseño olímpico, 50 metros
de longitud. Además, está rodeada de un amplio recinto arbolado
con cuidado césped, en los terrenos que hace años ocupara
la huerta del Cura. Estas peculiaridades actúan como reclamo, atrayendo
entre la muchedumbre a grupos de jóvenes conflictivos. Por ello,
los afectados piden que se les obligue a cumplir el reglamento colgado
a la entrada, en el que se exige civismo y compostura, o que en caso contrario
se les expulse o niegue el acceso.
Los precios.-
Con capacidad para 573 personas, no es raro que la piscina municipal mairenera
complete su aforo muchos fines de semana. Cuesta 1,65 euros a los menores
entre semana y 3,30 los días feriados; para los mayores de 15 años
las cantidades son 3,30 y 5,75, respectivamente, mientras que los pensionistas
sólo abonan 1,70 y 3,30 euros por sus prestaciones.
|