El Grupo de Desarrollo Comarcal Campiña-Alcores se marca como meta la revalorización del trabajo artesanal en ambas comarcas, su potenciación y promoción. Para ello, iniciará en breve un proyecto en colaboración con otras siete sociedades de desarrollo andaluzas, que partiendo de la elaboración de un censo, una guía comarcal y una página web que los englobe, contribuya a impulsarlos dándolos a conocer como primer paso.

Así, esperan contribuir al desarrollo de la zona fomentando unas actividades que, aunque no muy masivas en la actualidad, sí poseen una presencia susceptible de multiplicar para garantizarles un futuro en el que sean factor de aporte a la economía de sus pueblos.

La actividad socio-económica de este sector, casi siempre sostenida en solitario por artesanos que profesan un gran amor y apego por su actividad, será relanzada incentivando y asesorando la creación de asociaciones, el intercambio de experiencias, la modernización tecnológica, o el acceso a recursos, entre otras cuestiones.

Ese impulso desde Campiña-Alcores llega con determinación tras la buena experiencia vivida el pasado fin de semana en El Cuervo, donde el grupo participó en la X Feria de Muestras de Artesanía del Bajo Guadalquivir, organizada por la Mancomunidad de Municipios de aquella zona en colaboración con el Ayuntamiento de El Cuervo y la Asociación de Artesanos del Bajo Guadalquivir (Artequivir).

La buena experiencia vivida corrobora al grupo de desarrollo en su creencia en las oportunidades profesionales de la artesanía para ambas comarcas, a falta -piensan- sólo de la voz que como a Lázaro le diga "levántate y anda". Pues en la feria cuerveña no sólo se dio a los productos exhibidos (no muchos aún) la posibilidad de darse a conocer, sino que además las ventas anduvieron entonadas. A partir de ahora, con las medidas que piensan impulsar en la primera fase, más las que se planteen más adelante escuchando asimismo al sector, confían en que sus artífices hagan mercados y beneficios empresariales.

Una experiencia en sintonía con ello la acaba de experimentar la empresa artesana de Fuentes de Andalucía "Artesanía Ruth", presente allí junto al grupo de desarrollo y otras 30 empresas de distintos puntos. Con la producción de marroquinería como bandera, al margen de la buena promoción conseguida, sus responsables valoraron muy en positivo las posibilidades de ampliación de negocio y los contactos establecidos con otros mercados andaluces.

De conseguirse el objetivo a niveles más amplios, la artesanía sería sin duda beneficiada como un complemento más en las bases económicas de ambas comarcas, donde el turismo y el ocio intentan abrirse camino impulsados por los distintos ayuntamientos. Y es que, pese a que muchas actividades artesanales ya se extinguieron, aún quedan ascuas con que reavivar la llama. La cerámica vinculada al modelado del barro, la talla religiosa en madera (bien en imágenes o en pasos), o determinados oficios en torno a la forja, bordados y encajes de bolillos aún perduran. Sin olvidar la gastronomía, con variedades culinarias y confiteras típicas de los distintos municipios. Otros sectores, como el trabajo del esparto, de encontrarse debe ser a nivel testimonial, aunque aún hay que los recuerda haber visto ejercer.

Con sede en Carmona (edificio Hytasa), Campiña- Alcores dirige su acción a un total de ocho pueblos de ambas comarcas: Cañada del Rosal, Écija, La Luisiana, Fuentes de Andalucía, La Campana, Carmona, El Viso del Alcor, y Mairena del Alcor. En total, unos 125.000 euros entre los que la sociedad de desarrollo espera descubrir un número aceptable de artesanos.