- 10 de los 35 residentes elaboran, degustan y popularizan las dos recetas del pueblo

Como tantos otros alimentos andaluces, la torrija tiene su "puntito" especial dependiendo de la receta del lugar. En Mairena del Alcor, incluso, se aprecian dos varaibles de este dulce tradicional de Semana Santa, la de miel y la de leche. La residencia de ancianos Alconchel, gestionada por Geron, ha realizado hoy Martes Santo un taller para divulgar tan sabrosas recetas entre internos y visitantes.

Manos a la obra, entre cacharros y fogones, 10 de los 35 residentes del centro se han metido en la cocina para dar a luz este milagro del goloso, tan simple como suculento. Entre los veteranos cocineros sólo un hombre, Aquilino, ya que a esta edad la secuela de la división de roles aún hace mella en el rubor. Eso sin contar que en la residendia mairenera las mujeres barren en presencia.

Sea como sea, es el segundo año que dedican a la elaboración de torrijas, por lo que la actividad fluye casi sola. Eso sin entrar en el éxtasis del paladar, fruto del cual los típicos dulces a menudo se consumen nada más enfriarse, por lo que se hace necesario iniciar otra nueva tanda productora. Por prescripción médica, se sustituye la miel por edulcorantes para no chocar con la diabetes o la hipertensión, muy presentes a estas edades.

Lo explican las cocineras que dirigen el proyecto, Pilar Reina y María José García, directoras de uno de los habituales proyectos de integración que impulsa la Fundación Gerón en sus centros, y con los que la directora del Centro Alconchel de Mairena del Alcor, Rocío Campos, explica que tratan de profundizar de manera participativa en la integración de los ancianos residentes en el espacio contextual y el momento temporal para evitar la pérdida de referencias del mundo de los más jóvenes.

Por ello, en paralelo los abuelos y abuelas de este centro de 24 horas han reproducido la Semana Santa de Mairena en escayola. Algunos de sus pasos se exhiben en el vestíbulo de la instalación en procesión junto a penitentes de todas las procesiones. Algo parecido proyectan de cara a la feria, que será dentro de dos semanas.

La receta mainerera.- La torrija que la tradición de las mujeres maireneras cocinó desde siempre en sus casas se elabora sobre pan de molde remojado en el tipo de vino del gusto del consumidor. Tras ello las piezas se remozan levemente en huevo antes de freír, y ya escurridas se les da un pase por miel aguada completándose el proceso con un toque de canela. En cuanto a la segunda variable, se sustituye el vino por leche caliente azucarada con cáscara de limón. El resto del proceso no varía. Estas dos mismas recetas son muy populares en Mairena del Alcor aplicadas a las galletas rellenas, y algunos de los reposteros de la localidad las elaboran desde días antes para vender masivamente.