- El sacerdote Ramón
Valdivia espera que los problemas de humedad queden resueltos por fin
Las obras que se llevan
a cabo desde finales del pasado mes de julio en la parroquia La Asunción
de Mairena del Alcor tienen fecha de finalización al marchar los
trabajos de impermeabilización y saneamiento que se llevan a cabo
contra la humedad endémica del templo a buen ritmo. Así,
el párroco Ramón Valdivia espera que antes de fin de año
los cultos y la normalidad hayan retornado al templo, que permanece cerrado
y con las imágenes repartidas entre las casas hermandades y templos
del centro desde el inicio de las obras.
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Esta nueva intervención
en los tejados y muros del templo mudéjar obedece a la problemática
recurrente de humedad que aqueja al edificio por las filtraciones de agua
de lluvia, que aún no ha podido se subsanada pese a las diversas
intervenciones practicadas. Pese a todo, tras el diagnóstico técnico
de sus causas y la ajustada intervención que está llevando
a cabo la constructora local Sanrocon, el titular de la parroquia opina
que ésta será la actuación definitiva para resolver
el problema. 98.000 euros es el presupuesto cerrado contemplado para la
impermeabilización, a los que hay que añadir la partida
abierta para el saneamiento de los muros de sostén de las tres
naves del templo, cuya cuantía irá en función de
la profundidad de los daños que afloren.
Para completar la
cantidad el sacerdote tiene cerrado para comienzos de 2.010 un compromiso
con el grupo teatral mairenero "L'Atajea" para representar a
modo benéfico su nuevo montaje, "El muerto de risa".
Esta vez, no obstante, los dividendos se repartirán al 50% con
AFAMA (la asociación local de atención a los enfermos de
alzheimer). Ésta no es más que otra de las iniciativas puestas
en marcha para financiar unos trabajos que se nutren asimismo de las aportaciones
de los fieles, y que recibió un fuerte pellizco de 25.000 euros
el pasado 17 de julio a través del espectáculo flamenco
"Entre naranjos y olivos", que cerró en la casa palacio
del pueblo un ciclo flamenco dedicado al Centenario Natal de Antonio Mairena.
Otros recursos que suman son los 18.000 euros de subvención municipal
que se reparten cada año las hermandades, y a los que renuncian
en este ejercicio a favor de las obras.
Retablo barroco atribuido a García Santiago.- El retablo mayor
de la iglesia mairenera de de Santa María de la Asunción
es una pieza maestra de la escultura barroca andaluza (siglo XVIII) sobre
la que el profesor José Manuel Navarro dio recientemente una clase
magistral en el I Congreso Andaluz sobre Patrimonio Histórico que
tuvo lugar en Estepa. Se conmemoraba el III centenario natal del escultor
Andrés de Carvajal y Campos, uno de los máximos exponentes
de dicha corriente escultórica.
Sobre la gran talla barroca, Navarro explicó que fue realizada
en la primera mitad del siglo XVIII tras la ampliación en 1702
del presbiterio del templo. Todo apunta a que fue construida en dos fases,
dorándose el ático en la década de los 70 del siglo
XVIII. Su estética se ajusta a la que marcaron los grandes maestros
de la época, radicados en Sevilla y Granada, un estilo de gran
influencia en la comarca de Los Alcores por su proximidad a Sevilla, sostuvo
Navarro en su charla magistral. Así, las investigaciones realizadas
atribuyen la autoría del retablo mairenero a Manuel García
Santiago como artista acogido a ese movimiento.
El retablo consta de un gran cuerpo principal coronado por una cornisa
movida, con ángeles que portan los símbolos del martirio
de San Bartolomé, patrón de la villa; y un ático
con medallón central sobresaliente. El primer cuerpo es de tres
calles, separadas por cuatro estípites de grandes proporciones,
albergando la calle central el camarín de Ntra. Sra. de la Asunción
y un manifestador sacramental. Las laterales, por su parte, incorporan
hornacinas con las imágenes de San Bartolomé y San Francisco
de Asís (en origen), y dos medallones con San Juan Bautista y San
Blas. En el ático aparecen el martirio de San Bartolomé,
patrón de la villa, en el medallón central, mientras que
los restantes y menores incluyen círculos que reproducen a la Virgen
del Carmen, San José y dos retratos de sacerdotes que bien pudieran
ser los donantes. Coronan la cornisa diversos angelotes con símbolos
del martirio del apóstol.
Durante la guerra civil el conjunto sufrió un importante deterioro
al ser en gran parte quemado junto a algunas de sus imágenes. Fue
recompuesto con elementos y piezas sueltas en la inmediata posguerra por
los carpinteros maireneros Manuel Crespo, Telesforo Méndez, José
de Cayetano, Marcelino Pérez Calvo y Manuel Jiménez, con
más fe e ilusión que conocimientos y medios. Ello cambió
profundamente su faz hasta la restauración integral a que fue sometida
la obra en 2003 por el equipo de Ricardo Llamas y Miguel Ángel
Pérez, costosa reparación afrontada con la implicación
del Ayuntamiento y La Caixa. Gracias a ella no sólo se logró
reponer el retablo a su aspecto original sino que por una investigación
paralela se consiguió establecer con casi total seguridad su autoría.
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