La Justicia reabre
el caso contra el alcalde por contratos «partidistas» en el
Ayuntamiento
El juez admite el recurso del PP y cita como imputado al regidor, el socialista
Antonio Casimiro Gavira, y a los dos tenientes de alcalde por presunta
prevaricación
«Inoportunas»
novedades judiciales para el alcalde socialista de Mairena del Alcor,
Antonio Casimiro Gavira, a poco más de cuatro meses de las elecciones
municipales, a las que se presenta para su enésima reelección
ostenta el cargo desde 1991. Afrontará imputado sus
sextos comicios locales.
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El Juzgado de Instrucción
2 de Carmona ha decidido reabrir en toda su dimensión el caso de
los contratos municipales «partidistas», vínculos laborales
en presunto fraude de ley que el Ayuntamiento vino realizando desde finales
de los años 90 mientras las oposiciones llevaban años paradas
y del que se beneficiaron numerosos militantes socialistas de la localidad
y familiares de cargos públicos de la misma, tal y como informó
ABC ya en diciembre de 2008. Así, se han ido llenando los despachos
municipales de personal laboral supuestamente eventual por delante de
funcionarios de carrera, una pequeña minoría en el Consistorio.
El asunto se reabre ahora tras prosperar el recurso de reforma interpuesto
por el PP, denunciante, quedando suspendida la anterior decisión
de la sala, que archivó la cuestión en marzo del año
pasado. Ese archivo momentáneo generó la reacción
tanto de los responsables municipales como del PSOE, que se congratularon
por la decisión y cargaron contra las informaciones en torno a
las contrataciones públicas y contra la propia denuncia de la oposición.
Ahora la situación es justamente la contraria.
En un auto fechado el pasado 30 de diciembre que ha sido notificado recientemente
a las partes, y al que ha tenido acceso este periódico, el titular
del juzgado destaca que «tras un nuevo y pormenorizado examen de
las pruebas hasta ahora practicadas, fundamentalmente, la documentación
obrante en los autos y el informe de la Secretaría del Ayuntamiento
de Mairena del Alcor», la Justicia «debe reconsiderar la inicial
decisión del auto recurrido por el que se declaraba el sobreseimiento
provisional de las actuaciones».
El motivo que señala el juez es que «efectivamente, hay indicios
suficientes de hechos que, de ser ciertos, pudieran ser constitutivos
de un delito de prevaricación». Tras repasar los conceptos
legales sobre qué es un funcionario público, el auto indica
claramente que del informe de la Secretaría municipal y de los
expedientes de contratación que se han analizado se desprende que
hay «contrataciones de personal laboral prescindiendo total y absolutamente
de procedimiento de selección» y, además, «en
algunas ocasiones, de las propuestas elaboradas por los equipos técnicos
del Ayuntamiento».
Relaciones de parentesco
El juez recoge incluso ejemplos ilustrativos de anomalías en las
contrataciones, como la elección de la novia del hijo de un concejal
sin proceso de selección previo y por delante de dos trabajadores
sociales «que ya habían desempeñado funciones con
anterioridad» en el equipo de trabajo municipal y conocían
bien su ámbito de actuación, por lo que habían sido
propuestos. Así, el juez añade en su auto que «existen
otros contratados que, indiciariamente, mantienen relaciones de parentesco
con alguno de los concejales militantes del partido político gobernante
o son afines al mismo».
Ese trato de favor a miembros del PSOE centró buena parte de las
denuncias iniciales. De esta forma, el juzgado recalca que «existen
elementos suficientes para imputar un delito de prevaricación a
toda autoridad o funcionario público que dictara resolución
administrativa, si existiera, acordando la contratación o, en su
defecto, en aquellos casos en los que se acudiera directamente a la celebración
del contrato laboral sin más, a quien suscribió el contrato
de trabajo en representación del Ayuntamiento».
«En esta situación agrega el dictamen se encuentra
el alcalde, Antonio Casimiro Gavira, quien suscribió la mayor parte
de los contratos. No obstante, otros funcionarios con capacidad de representación
de la corporación también lo hicieron», señalándose
al primer teniente de alcalde, Santiago Navarro, o al segundo teniente
de alcalde, Antonio Soria, por diversas contrataciones que se indican
que no se sujetaron la normativa establecida. De este modo, el juez cita
a los tres principales responsables del Ayuntamiento de Mairena del Alcor,
alcalde a la sazón diputado provincial y tenientes
de alcalde, a declarar como imputados por presunta prevaricación.
Además, la Justicia pide otras diligencias complementarias, como
más documentación, incluidas consultas con la Seguridad
Social, por parte de la Secretaría municipal en torno a contratados
que han adquirido el rango de funcionarios o cuya relación laboral
con el Ayuntamiento ya finalizó. También se le tomará
declaración al denunciante, el portavoz local del PP Juan Galocha.
El principal responsable de los populares en la localidad se hizo eco
en su denuncia, interpuesta en marzo de 2009, de los datos publicados
por este diario, que informó de que familiares de concejales y
militantes del PSOE estaban ejerciendo como funcionarios en el Consistorio
sin haber superado proceso selectivo. El Ayuntamiento esgrimió
en su día que se respetaba escrupulosamente la legalidad y que
estas contrataciones no eran más que un «efecto colateral»
de la propia impugnación por varios particulares de las oposiciones
desde 2001, motivo por el que se contrató de forma «externa»;
muchos de los beneficiados, al menos una veintena, fueron personas afines
al partido en el poder.
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