Mairena: mi pueblo, mis cosas y mi gente - Mayo 1983

COLECTIVO ALMOCAFRE

Nº 1 Los Alcores.

La comarca de los Alcores está formada por una serie de colinas que se extienden desde Alcalá de Guadaira a Carmona.

La estructura agraria de esta comarca se encuentra en período de transformación, habiéndose renovado el olivar y el cultivo de árboles frutales que desde tiempo inmemorial se hacía en esta comarca. Los cítricos, en unión de las hortalizas, ocupan la mayor extensión de sus huertas, especialmente en Mairena y el Viso.

En contraposición con los Alcores, y al pie de ellos, se encuentra una llanura de unos 500 kilómetros cuadrados, entre los ríos Corbones y Guadaira, extensión apta para el regadío si se llevase a cabo los planes proyectados. A esta extensión se le conoce con el nombre de la Vega.

La densidad de población en la comarca es elevada. Destacando Alcalá con más de 50.000 habitantes, y Carmona con más de 20.000. Mairena y el Viso superan los 12.000 habitantes cada una.

Nº 2 y 3 Mairena del Alcor


En una de las colinas que forman los Alcores se halla Mairena, muy cerca del Viso, a unos 7 kms. de Alcalá y a unos 22 de Sevilla. Mairena tiene una extensión de 6.947 Hectáreas, extensión que es, en su mayoría, una llanura con pocos accidentes. A excepción de las colinas que forman los Alcores.

En la orientación SO. de su termino cruza el río Guadaira. Pero, el que realmente constituye su sistema hidrográfico es el Arroyo Salado, con sus pequeños afluentes del Alconchel y los Molinos.

La población real es de unos doce mil habitantes, cifra que se eleva en más de cuatro o cinco mil cada verano. Hecho que ha sido posible por su desarrollo urbanístico en zonas residenciales alrededor de Mairena: El Torreón, Los Claveles, Molino Romano, La Cierva, etc...

Se cree que la palabra Mairena deriva de un toponímico prerromano, que viene a significar "el sitio donde nacen las fuentes".

Nº 4 Castillo de Luna.
La Mairena actual es un pueblo que nace y se desarrolla en torno a un importante cruce de caminos, de trazado anterior a la dominación romana. En este cruce de caminos los árabes levantaron un castillo-fortaleza, que es conocido por "Castillo de Luna". Estaba hecho sobre una fortificación anterior, que servía de atalaya y guarnición militar con dos fines:
1º Proteger las fronteras en dos épocas históricas:
· la visigoda - bizantina, y
· la castellana - nazarita.
2º Proteger la ruta de Sevilla- Córdoba y Málaga- Granada.
El castillo fue conquistado, por el rey San Fernando, a los árabes el día de San Bartolomé, por lo que desde entonces es patrón de la villa: Más tarde, el castillo fue donado a la Orden de Calatrava, para después ser demolido por orden de los Reyes Católicos en su política
de destruir fortalezas, para que los nobles señores no le hiciesen frente. Su definitiva destrucción se consumó en la Guerra de Independencia por los franceses, que al abandonarlo, la guarnición establecida en Mairena, lo voló con pólvora.

Nº 5 Museo Arqueológico.

El castillo, a principio de este siglo, lo adquiere Don Jorge Bonsor, comprándolo a la Junta de Acreedores de la casa de Osuna. Este eminente arqueólogo lo restaura, lo hace su vivienda particular y en ella instala un museo, tanto de las piezas que conservaba, producto de sus excavaciones, o de las piezas que adquiría, éstas ya con un matiz más costumbrista o pictórico.

La mayoría de las piezas arqueológicas expuestas proceden de la comarca de los Alcores, con puntos tan concretos como el Acebuchal, Gandul, Bencarrón, Cruz del Negro...


Nº 6 Vaso campaniforme

Al comienzo de la época del Bronce la cerámica andaluza alcanza un gran auge. Hecho que se manifiesta en el Vaso Campaniforme, siendo su rasgo más característico la gran riqueza decorativa que posee.

Toda la zona de los Alcores es rica en vasos campaniformes. Esta abundancia ha hecho pensar a muchos historiadores que esta comarca es uno de los focos originarios de esta oleada cultural, que pronto se extendería por toda Europa unida la cultura de los túmulos.

Se estima que Jorge Bonsor sacó más de 25 vasos campaniformes de los Alcores. La mayoría fueron a parar a la Sociedad Hispánica de Nueva York, al Museo de Filadelfia, y al British Museum de Londres. Sólo una parte exigua se conserva en Mairena.


Nº 7 Dólmenes.

Complementario a la cultura del vaso campaniforme son los dólmenes, que fueron sepulturas, unas veces individuales y otras colectivas, que también se dieron por toda Europa.

Los dólmenes están formados por una galería cubierta, construida a base de grandes piedras verticales sobre las que descansan otras horizontales, que desemboca en una cámara circular protegida con una falsa cúpula. A veces, tienen pilares para ayudar a sustentar las piedras de arriba.

Estos dólmenes de los Alcores son, a la vez, santuarios donde tendrían lugar ritos religiosos, además de los funerarios. Incluían la celebración de un banquete sagrado, cuyos restos y ajuar se conservaban por el carácter que habían adquirido. Incluso este carácter sagrado lo conseguía toda la zona limítrofe, con lo que conservación ha sido muy factible.


Nº 8 Dioses de los Alcores.
Lo más significativo de la Colección Bonsor, después de los Vasos Campaniformes, quizás sean estos objetos votivos o religiosos, conocidos como los "dioses de los Alcores". Son dioses de clara influencia del Mediterráneo oriental, tal vez fenicios, adoptados a formas locales.

9 El tesoro de Mairena

Una de las pruebas de la gran riqueza agrícola de los Alcores en época romana, es el gran número de ánforas de vino o de aceite que se encuentran.

Estas ánforas poseían la marca de sus propietarios o de los exportadores que la llevaban a Roma.

En Roma existe un monte, el Monte Testacio, es decir el monte de los tiestos, que se formó con la acumulación de ánforas ya inutilizadas; pues bien, en dicho montículo se han encontrado un gran número de ánforas con marcas que corresponden a los Alcores.


Nº 10 El tesoro de Mairena

La futura ampliación del museo arqueológico del castillo será a base de la colección de Don Andrés Morales. De la que destaca, sobre todo, este tesoro de plata y oro, que aún está sin catalogar. Debe corresponder, con muchas probabilidades, a los siglos III o IV antes de Cristo.

La donación al Estado por su descubridor va a hacer posible la vuelta del Castillo al pueblo de Mairena.

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